Sustancias químicas relacionadas al cáncer de mama se filtran en los alimentos, según estudio
Investigadores de Food Packaging Forum, en Suiza, hallaron evidencia de exposición de 76 carcinógenos mamarios provenientes de materiales que han tenido contacto con alimentos recientemente adquiridos en el mundo.
Los alimentos que se comercializan en supermercados o tiendas suelen estar envasados con materiales de uso común, como plástico, cartón o papel. Aunque eso podría parecer inofensivo, esos envases podrían tener una de las sustancias químicas relacionadas al cáncer de mama, advierte una nueva investigación.
El estudio, realizado por un equipo de investigadores de Food Packaging Forum, organización sin fines de lucro con sede en Zúrich, Suiza, detectó que casi 200 posibles carcinógenos mamarios están presentes en materiales en contacto con alimentos (FCM, por sus siglas en inglés) en el mercado.
Esos compuestos, dicen los autores, podrían desplazarse desde los envases hacia los mismos alimentos y eventualmente ser ingeridos por las personas. Los hallazgos fueron publicados el 23 de septiembre en la revista científica Frontiers in Toxicology.
De acuerdo a Jane Muncke, directora general de Food Packaging Forum y coautora del estudio, la prevención del cáncer en general a través de “la reducción de las sustancias químicas peligrosas” en la vida cotidiana es un tema que merece ser más investigado por la comunidad científica.
“Este estudio es importante porque demuestra que existe una enorme oportunidad para prevenir la exposición humana a sustancias químicas que provocan cáncer de mama”, expresó la investigadora en un comunicado.
Cuáles son los carcinógenos que se filtran en alimentos
Según indican los autores del estudio, son muchos los países que han regulado los materiales en contacto con alimentos con el fin de proteger a las personas de sustancias que son potencialmente peligrosas para la salud. Sin embargo, aún con esas regulaciones “los cánceres asociados con la exposición a sustancias químicas nocivas son muy frecuentes, especialmente el cáncer de mama”, explican.
En un estudio realizado en 2007, investigadores del Silent Spring Institute, organización científica dedicada a descubrir las causas del cáncer de mama, identificaron que habían 216 sustancias químicas que podrían provocar tumores en ratones. Al actualizar esa lista en enero de este año, se descubrió que habían 921 sustancias químicas potencialmente cancerígenas, consigna CNN.
“El hecho de que tantos carcinógenos mamarios potenciales estén presentes en los envases de alimentos y puedan migrar a nuestra comida es solo un ejemplo de la cantidad de sustancias químicas a las que estamos expuestos involuntariamente todos los días”, explicó Jenny Kay, investigadora del Silent Spring Institute y coautora de ese estudio.
En la reciente investigación, el equipo de Food Packaging Forum comparó la base de datos construida por Silent Spring, con su propia base de datos de sustancias químicas en contacto con alimentos monitoreadas en humanos. Esta última incluye las que se han detectado en tejido, leche materna, sangre y orina.
Al realizar la comparación de esas bases de datos, los investigadores buscaban descubrir cuáles son los elementos químicos que eventualmente podrían estar ingresando a la dieta diaria de las personas.
Una vez que realizaron los análisis, se detectaron 189 posibles carcinógenos mamarios en materiales que tienen contacto con alimentos, como plástico, cartón y papel.
El estudio también encontró evidencia de exposición de 76 carcinógenos mamarios provenientes de materiales que han tenido contacto con alimentos recientemente adquiridos a nivel global. De ellos, 61 provienen de plásticos usados en envases.
Entre los compuestos químicos riesgosos que identificó el equipo de científicos se encuentran los bisfenoles, ftalatos y sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, que se conocen como PFAS. Estas últimas se han relacionado no solo al cáncer, sino que a otros efectos perjudiciales en la salud humana como daños hepáticos, enfermedades de la tiroides, obesidad y problemas de fertilidad, indica la Agencia Europea de Medio Ambiente.
Según CNN, otros compuestos detectados fueron benceno, carcinógeno que se ha vinculado al cáncer de mama tanto en animales como en humanos; 4,4′-metilenbis-(2-cloroanilina), conocido como MBOCA, que se ha relacionado al cáncer de vejiga; 2,4-toluendiamina, que puede provocar varios cánceres en animales; y 3,3′-dimetilbencidina y o-toluidina, colorantes usados en materiales como plástico. Los colorantes también tienen propiedades tóxicas que podrían ser riesgosas, dicen los expertos.
“Identificar la presencia de estos productos químicos peligrosos en los materiales en contacto con alimentos fue posible gracias a nuestra base de datos”, dijo en un comunicado Lindsey Parkinson, editora científica de Food Packaging Forum y autora principal del estudio.
La investigadora agregó que “este recurso reúne información valiosa de miles de estudios científicos publicados sobre sustancias químicas presentes en materiales en contacto con alimentos en un único lugar fácilmente explorable”.
Qué hacer para disminuir exposición a sustancias químicas
Aunque cada país cuenta con una entidad responsable de velar por la seguridad de los productos alimenticios y sus métodos de envasado, existen diversas estrategias que se pueden realizar a diario para aminorar la exposición a sustancias químicas que son peligrosas para la salud.
Desde Silent Spring detallan que uno de los pasos que se debe realizar, antes de cocinar carne o pescado, es retirar tanto la grasa como la piel y luego escurrir la grasa acumulada durante la preparación. Esto, con el fin de reducir la acumulación de contaminantes como PCB.
Si se trata de alimentos enlatados o húmedos, se sugiere evitar los que están envasados en plásticos o cartón forrado. Cada vez que sea posible, los consumidores deben optar por productos, carnes y lácteos orgánicos, pues es menos probable que hayan estado expuestos a pesticidas.
En lugar de usar botellas de plástico para beber agua, la entidad recomienda optar por las de vidrio o de acero inoxidable. Además, lo ideal es no beber agua de dispensador con jarras de plástico y usar filtros de bloque sólido para purificar el agua potable.
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