Tres capítulos para entender al Bourdain televisivo
Anthony Bourdain recorrió distintos países degustando comidas y observando diferentes culturas. Japón, Haití y un almuerzo con Obama en Vietnam son algunos de los destacados capítulos que muestran a un chef más íntimo en televisión.
Para Bourdain, Japón fue una enorme influencia que no se cansaba de retratar. En el episodio de Parts unknown en Tokio, de 2013, dejó de lado el sushi y los templos milenarios y dejó que la noche nipona fuese protagonista. Así, las luces, la tecnología, las fantasías y el comercio sexual son el foco de la cámara. Pero, de fondo, aparece el tema más potente: la frustración y soledad en que viven los tokiotas.
Un año después del terremoto de 2010, Bourdain y su equipo filmaron un episodio (disponible en Netflix) en Haití. Impactados por la pobreza de la isla, comienzan a repartir comida a niños hambrientos, provocando una pelea entre quienes habían perdido sus casas por el alimento. Más tarde, después de un par de tragos, Bourdain haría un mea culpa por haber violado el principio básico de la telerealidad: no intervenir.
La fascinación del chef por la cocina oriental y el partido demócrata estadounidense era conocida. En 2015, logró unir ambas pasiones al almorzar con Barack Obama en Hanói, Vietnam. Hablaron de política y comida en un restorán callejero, sentados en pisos plásticos, sorbeteando fideos y tomando cerveza. Esa misma escena sería la que el ex presidente usaría para despedirse de Bourdain en sus redes sociales.
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