Carter: la construcción de un candidato presidencial
El alcalde de La Florida se ha volcado a estudiar y a escuchar a referentes en ámbitos como economía, urbanismo, salud y seguridad. La apuesta es trascender de los temas locales y volcarse a lo nacional.
Todos los días, entre 5:30 y 6:00 am, el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, se levanta, prepara el desayuno a sus hijos y los lleva al colegio. A su vuelta, el jefe comunal se dedica a una de sus nuevas obsesiones: prepararse y estudiar para poder abordar con más conocimiento los temas de contingencia nacional.
Convertido en una figura pública, Carter ha logrado el objetivo que se había impuesto para este año. Quería dejar de ser un liderazgo local y saltar a la liga nacional. Y lo logró con una apuesta, al menos polémica, poniendo la seguridad al centro de su arremetida mediática. Carter, así, se posicionó dentro de la derecha como un posible candidato presidencial, bien evaluado en las encuestas electorales.
Con ese salto a cuestas, el alcalde de La Florida pasó a su próximo desafío. Estudiar, leer y conversar con académicos, expertos y políticos como parte de la formación que quiere obtener con miras a una proyección política.
Es en la madrugada y en la noche cuando el alcalde aprovecha sus ratos libres para prepararse. También lo hace cuando se traslada en auto a las distintas actividades, o durante las horas de almuerzo del día a día.
Al margen de la seguridad, uno de los últimos temas en los que Carter está estudiando, es la economía, en momentos en que el país y el mundo están agobiados por el problema de la inflación.
A sus cercanos Carter les ha dicho que quiere arremeter con los problemas sociales que afectan a la gente. Cuando conversa, suele poner de ejemplo las dificultades que tiene la clase media y los jóvenes para acceder a un crédito hipotecario y cumplir el sueño de la vivienda propia, y que a esos temas el sector en el cual tiene su domicilio político, Chile Vamos, debe apuntar.
Y como el asunto económico no es su fuerte, Carter -abogado de la Universidad Católica- ha hecho rondas de conversaciones con economistas como el exministro de Hacienda, Andrés Velasco, el académico Sebastián Edwards y el doctor en economía de la Universidad de Chicago, Sergio Urzúa. A otros, como el ex vocero económico de la campaña de José Antonio Kast, José Luis Daza, espera abordar en el futuro.
Según el propio alcalde comenta a sus cercanos, él se encuentra en un “proceso de escucha”, con la idea de encontrar distintos tipos de visiones para aprender sobre un tema. Así por ejemplo, hace algunos meses también conversó con el exministro José Piñera, para saber sobre su visión respecto del modelo de las AFP y las pensiones.
En esa cruzada no está solo, pues le acompaña su equipo. De hecho, uno de sus antiguos asesores, el periodista Juan Cristóbal Villalobos, está abocado a organizarle encuentros con distintas personalidades.
La visión de Carter es que la derecha está al debe con los temas sociales, que hace falta una reflexión más profunda del sector sobre los errores del gobierno de Sebastián Piñera que desembocaron en el estallido social, y que la oposición de hoy debe concentrarse en esos temas que tradicionalmente han sido de patrimonio del Frente Amplio. Esto con el fin de volver al gobierno.
De Poduje a Paulmann
Fue tras su decisión de demoler las llamadas “casas narco” que Carter comenzó a ser más mediático. Algunas de esas demoliciones fueron televisadas y el alcalde se hizo más conocido.
Luego vino el asesinato de la sargento de Carabineros Rita Olivares y el alcalde volvió a cobrar relevancia. Carter se acercó a la familia, y el hermano de la carabinera muerta lo acompañó al Congreso Nacional para la tramitación del proyecto de ley Naín-Retamal. La visita la valió un cuestionamiento por “aprovechamiento político” y alejarse de sus labores como alcalde, a lo que él respondió con dureza: “¿Conoces la palabra liderazgo? Ese es mi aporte”, le dijo al periodista que lo emplazó el miércoles pasado, a su llegada al Parlamento.
La aparición tan fuerte de Carter tiene inquieta al resto de la derecha, donde también asoman como cartas presidenciables la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (UDI), el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, y el RN Germán Codina. Todos ellos se reactivaron ante la arremetida de Carter, aun cuando hay varias voces en el sector que estiman que el edil de La Florida se ha adelantado a la carrera y que estar en la pole position no necesariamente es una victoria asegurada, como le ocurrió a Joaquín Lavín en las presidenciales pasadas.
Con todo, el alcalde ha seguido en la construcción de su candidatura.
Los asuntos de urbanismo también interesan a Carter. Todo lo relacionado con la planificación de ciudades, las concesiones y combatir el problema de las sequía son materias que ha conversado con figuras como el arquitecto Iván Poduje y el doctor en urbanismo Marcial Echenique.
En salud, por ejemplo, su interlocutora más próxima es la exsubsecretaria de Salud Pública, Paula Daza.
Las Relaciones Exteriores también son parte de su cartera de conversaciones. En su entorno cuentan que hace poco habló con el diplomático y Premio Nacional de Ciencias Sociales, José Rodríguez Elizondo, sobre la relación de Chile con Perú. También mencionan que ha pedido la visión internacional al exembajador David Gallagher.
También durante estos días conversó con el académico Pablo Ortúzar sobre derecho penal, pues aunque este último no es abogado, o orientó sobre lecturas de las implicancias políticas de la batalla contra el crimen organizado.
Otros diálogos se han mantenido en reserva. Por ejemplo, dicen en su entorno que se ha juntado con inversionistas para saber qué piensan del país, o que se ha reunido con líderes de opinión y referentes de universidades y centros de estudios. Ahí se menciona a académicos como Pablo Halpern y el decano de la UDD, Eugenio Guzmán entre otros.
Pero también se ha sabido de encuentros con el empresario Juan Sutil, el experto en comunicaciones Eugenio Tironi, el académico Eduardo Arriagada, y el empresario Horst Paulmann, entre otros.
Beevor, Albright...
La idea de Carter es seguir capacitándose. Para ello está postulando a un programa de alta dirección de empresas en una universidad de Santiago, de la cual no quieren revelar el nombre. Su objetivo, dicen sus cercanos, es que pueda aprender lo que son los pilares de un buen gobierno.
También Carter ha estado estudiando historia. Por ejemplo, últimamente ha leído sobre la revolución rusa con el libro “Rusia” del historiador militar británico Antony Beevor. También ha estudiado sobre la revolución francesa -la que internamente compara con el estallido social- y últimamente le interesa el tema de los fascismos. Sobre esto último, ha estado leyendo el libro de la exsecretaria de Estado del gobierno de Estados Unidos, Madeleine Albright.
Otras lecturas son “Derecho penal del enemigo” del alemán Günther Jakobs y “La segunda guerra mundial en el agua” del historiador Craig Symonds.
En su entorno también comentan que varias de las ideas las saca de leer prensa internacional como The Economist, The Wall Street Journal, Político y el diario español ABC, a los cuales aseguran que está suscrito.
El lado político tampoco lo ha descuidado. Si bien en su entorno dicen que no tiene un grupo de orejeros políticos, así como Lavín tenía a los “samurai”, sí ha intentado recoger opiniones de diversos lados. De hecho, Carter suele decir que no tiene un círculo de hierro.
En la UDI principalmente habla con el presidente del partido, el senador Javier Macaya, y la secretaria general, María José Hoffmann. Otro a quien suele consultar es al analista político Gonzalo Cordero. Y con Lavín también suelen hablar. En otra vereda, es cercano en RN al excandidato presidencial Mario Desbordes, y a la exministra Cecilia Pérez, a quien conoce desde los años en que ella era concejal de La Florida.
No quiere decir derechamente si toda esta preparación es para lanzarse a La Moneda, o un paso intermedio como el Parlamento. Lo cierto es que se le acaba su tercer período y por ley ya no puede repostular. Mientras, sigue impulsando su “autoformación” al tiempo que empuja su posicionamiento mediático. Esta semana, sin ir más lejos, la apuesta fue pedir la renuncia de la ministra del Interior y un estado de excepción en la Región Metropolitana.
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