El casi desconocido incidente que dio la excusa a Hitler para iniciar la Segunda Guerra Mundial

Vista de la antigua estación de radio de Gliwice.

Hace 80 años, el 31 de agosto de 1939, una unidad de asalto de las SS ingresó a una radio en el pueblo fronterizo de Gleiwitz para fingir el ataque de "insurgentes polacos". Al día siguiente, Alemania bombardeó Gdansk dando inicio al conflicto que se prolongó por seis años.


Los libros de historia sitúan el inicio de la Segunda Guerra Mundial a las 04:47 del 1 de septiembre de 1939, cuando el acorazado alemán Schleswig-Holstein abrió fuego con su batería principal contra las posiciones polacas de la cercana fortaleza de Westerplatte, junto a Danzig (hoy Gdansk). Y es que muchos los historiadores han pasado por alto un incidente clave ocurrido en la víspera: el asesinato de un ciudadano alemán que tenía una gran simpatía por los polacos, a manos de siete oficiales de las SS. Algunos expertos consideran que este hecho fue el que realmente gatilló la guerra, al proporcionar a Adolf Hitler la excusa para invadir Polonia y sumir al mundo en oscuros seis años de conflicto.

"El Führer necesita una excusa para la guerra", explicó Reinhard Heydrich, jefe de la Oficina Central de Seguridad del Reich, en agosto de 1939, y el plan era simple: los alemanes llevarían a cabo una serie de incursiones fronterizas en las que supuestamente estaban implicados "insurgentes polacos", recuerda la cadena Deutsche Welle con ocasión del 80° aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial.

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(Foto: Museo de Gliwice) Equipos de la antigua radio de Gliwice.[/caption]

La más importante de estas incursiones en el marco de la llamada Operación Himmler afectó a la emisora de radio alemana de Gleiwitz (actualmente Gliwice, en Polonia). A las 20.00 del 31 de agosto de 1939, Alfred Naujocks, comandante de una unidad de asalto de las SS, junto a su equipo de seis hombres de elite ingresaron disfrazados con patillas y bigotes al estilo polaco a la estación. No encontraron resistencia de los guardias y rápidamente redujeron a los tres ingenieros de servicio.

En los agitados momentos que siguieron, Naujocks disparó varios tiros y ordenó al aterrorizado personal que hiciera lo que se les ordenaba. Uno de los miembros del equipo de Naujocks, Karl Hornack (quien hablaba polaco), tomó el micrófono principal y gritó: "¡Atención! Este es Gliwice. La estación de radio está en manos polacas". Los nazis querían que estas palabras dieran la vuelta al mundo.

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Alfred Naujocks, el comandante de la unidad de las SS que lideró la operación contra la radio.[/caption]

Pero la operación en la estación de Gleiwitz, que se extendió por 15 minutos, fracasó por razones técnicas. El mensaje propagandístico de los supuestos polacos solo se pudo captar alrededor de Gliwice. La señal ni siquiera llegó hasta Berlín. Sin embargo, Naujocks tenía una carta bajo la manga. Sus hombres habían detenido un día antes a Franciszek Honiok, un campesino de ascendencia polaca que vivía en la Silesia alemana. Tras vestirlo con un uniforme del Ejército polaco que habían robado previamente, los SS trasladaron al nacionalista polaco completamente drogado e inconsciente a la radio. Una vez allí, le pegaron un tiro en la puerta y dejaron su cadáver como "prueba" de la culpabilidad polaca del ataque. Honiok se convertía así en la primera víctima de la Segunda Guerra Mundial. Unas horas después de la operación en Gleiwitz, se realizaron otros ataques de ese tipo.

Al día siguiente, un Hitler absolutamente furioso invocó los ataques para justificar la guerra contra Polonia. "Esta violación del territorio alemán por parte de estos alborotadores del Ejército polaco ha agotado, finalmente, nuestra paciencia", declaró en el Reichstag. Extrañamente, según el diario La Vanguardia, el Führer no mencionó el más importante, el de Gleiwitz.

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Franz Honiok, considerado la primera víctima de la Segunda Guerra Mundial.[/caption]

"No estoy de acuerdo con que la 'Provocación de Gliwice' sea muy poco conocida, al menos en Europa", dice a La Tercera Ewa Chudyba, jefa de promoción en el Museo de Gliwice, uno de cuyos departamentos funciona precisamente en el edificio de la histórica estación de radio, en la calle Tarnogórska.

Aleksander Masłowski, portavoz del Museo de la Segunda Guerra Mundial, en Gdansk, también prefiere referirse a ese hito como la "Provocación de Gliwice". "El incidente es sin duda poco conocido en el mundo, pero el conocimiento al respecto es mucho mayor en Polonia. Fue un momento importante en la historia, un hito significativo en el camino que lleva al mundo a la guerra, según la política bélica alemana", comenta Masłowski a La Tercera.

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(Foto: Museo de Gliwice) Vista actual de la antigua radio de Gliwice.[/caption]

Sin embargo, Chudyba enumera algunas de las razones que, a su juicio, podrían explicar el poco conocimiento que existe de este episodio. "Desde 1945 hasta 1989, Polonia estuvo detrás de la Cortina de Hierro y fue ocupada por los soviéticos: no éramos un país libre, y creo que esa podría ser la razón más importante de por qué el incidente de Gleiwitz hoy es poco conocido. Nadie estaba interesado en esto. Además, la verdad sobre el incidente se supo recién durante el juicio de Nuremberg", señala.

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(Foto: Museo de Gliwice) La Torre de Radio Gliwice se conoce localmente como "la Torre Eiffel de Silesia".[/caption]

Además, Chudyba destaca que "hay muy pocos documentos sobre este episodio, porque esta operación fue secreta. Hasta hoy nadie sabe qué pasó con el cuerpo de Honiok, que fue tomado por la policía alemana". Y agrega: "Recién en 2010 el historiador alemán Florian Altenhöner publicó su libro sobre Naujocks", titulado "El hombre que empezó la Segunda Guerra Mundial. Alfred Naujocks: falsificador, asesino, terrorista". Este excomandante de las SS recibió una pena considerada leve de cinco años de reclusión que fue conmutada. Cuando se le iban a imputar nuevos juicios por crímenes de guerra, falleció de un ataque al corazón el 4 de abril de 1966, en Hamburgo.

Con motivo del 80° aniversario del "incidente de Gliwice", la familia de Honiok fue invitada por primera vez a la ciudad, mañana, para conmemorar a la primera víctima de la Segunda Guerra Mundial. Además, el Museo de Gliwice está preparando una nueva exposición que estará dedicada a este episodio y su héroe principal, Franz Honiok, recordó Chudyba.

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