Con un acto solemne el Partido Comunista inauguró su XXVII Congreso Nacional. La ceremonia, que da el vamos al último tramo del proceso, se realizó en el Salón de Honor de la sede del Congreso en Santiago.

Además de los actuales integrantes de su comité central, delegados, dirigentes y autoridades, contó con la participación de representantes de partidos comunistas de otros países, incluyendo el cubano, y embajadores afines a la colectividad como el embajador de China en Chile, Niu Qingbao.

Quien también participó de la ceremonia fue la ministra de la Secretaría General de Gobierno, Camila Vallejo (PC), quien si bien integra el actual comité central de la colectividad, por estos días se mantiene fuera de sus funciones como secretaria de Estado ya que se encuentra con prenatal.

A su derecha, se sentó Juan Andrés Lagos (PC), el exasesor de la subsecretaría del Interior quien en el ejercicio de esas funciones criticó, a través de informes, a Vallejo. “A veces, las vocerías en vez de reducir, acentúan lo que la prensa hegemónica quiere destacar”, escribió Lagos en su momento.

Mientras que en representación del Presidente Gabriel Boric, asistió el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde (PS), quien dio un discurso en el que destacó la importancia que a su juicio ha tenido el PC a lo largo de la historia del país y con ello reforzó la idea de que en democracia no debe existir ningún tipo de exclusión. También hubo dirigentes de los partidos que componen la alianza de gobierno.

Uno de los momentos más esperados de la ceremonia era el discurso que entregaría el presidente del Partido Comunista, Lautaro Carmona, cuya continuidad en el cargo depende justamente de la discusión que se desarrollará en esta etapa del Congreso.

Si bien dentro de la colectividad hay una tensión generacional, originada por las aspiraciones de dirigentes, que eran parte de las juventudes en los años 80 y 90, que demandan más espacios en la toma de decisiones de la colectividad, estas horas serán clave para enfrentar la elección del comité central, instancia de la cual depende que se mantenga en su puesto Carmona, como timonel, y Bárbara Figueroa, como secretaria general.

Cuando Carmona fue confirmado como presidente del PC, tras la muerte de Guillermo Teillier, tuvo que conformar una mayoría con sectores sindicales del partido. De ahí que se integrara Figueroa desplazando a dirigentes históricos como Juan Andrés Lagos.

Incluso del punto de vista etario, Figueroa es menor a la generación del recambio del partido, en la que figuran los senadores Daniel Núñez y Claudia Pascual, la ministra Jeannette Jara, el exministro y exconstituyente Marcos Barraza y los diputados Luis Cuello y Alejandra Placencia, entre otros.

Durante su alocución, que se extendió por cerca de una hora con 13 minutos, Carmona comenzó por destacar a los cuadros que han fallecido durante el último tiempo. Luego, destacó las definiciones ideológicas de su colectividad.

“Nuestro partido reafirma su política anti-imperialista como un principio ético y estratégico fundamental para enfrentar las dinámicas de dominación global, defender la soberanía de los pueblos y construir un orden internacional más justo“, sostuvo.

También se dio tiempo de hablar de la actualidad internacional y condenar lo que vive Palestina en el conflicto con Israel.

“La barbarie contra el pueblo palestino, requiere una respuesta más categórica contra el estado genocida de Israel, son miles los asesinados, desplazados y quienes viven la represión más feroz. Toda la solidad para el pueblo palestino”, afirmó.

Sin embargo, no tuvo palabras respecto a Venezuela y la cuestionada asunción de Nicolás Maduro como presidente de ese país. Eso sí, reivindicó su apoyo a Cuba.

En materia nacional, Carmona destacó la importancia del movimiento social. Así, señaló que “Las expresiones avanzadas de la democracia son conquistas de las luchas populares, especialmente de la clase trabajadora, y deben ser defendidas y profundizadas”.

En este punto destacó que “en Chile aún persisten sin solución las principales causas del malestar que explican la revuelta popular del 2019, como las pensiones de miseria, un sistema privado de salud con cobros abusivos y una salud pública en crisis”.

Respecto a la posición del partido sobre la administración Boric, Carmona fue duro. Así, señaló que “el partido es autocrítico y crítico con respecto a la gestión de gobierno, pues no podemos ser neutrales ni contrapartes. Somos leales y parte activa de este, que es nuestro gobierno. Integramos una coalición amplia que hoy dirige el Poder Ejecutivo, todo esto lo hacemos desde una posición de izquierda, con respeto, pero con sentido crítico; con lealtad pero sin obsecuencia, esa es la mirada que tenemos para abordar la política y los desafíos de hoy”.

También señaló que “nuestro rol no es mediar entre el pueblo y el gobierno, sino que somos parte del mundo popular y contribuimos a su organización y articulación activa para impulsar la agenda popular. Asimismo, es posible afirmar que el gobierno ha presentado una actitud pasiva hacia la territorialización de su trabajo, lo que implica que los esfuerzos de gobierno, sus logros y líneas comunicacionales descansan en un reducido número de autoridades, sin un involucramiento masivo de quienes componen el Ejecutivo”.

Sobre esta pasividad agregó: “Nos ha pasado cuenta en diferentes batallas electorales. A nuestro juicio debemos corregirlo de cara a las elecciones de 2025″.

Con el hito en la sede del Congreso en Santiago, se dio inicio a la discusión a través de instancias de discusión divididas en comisiones las que son integradas por delegados que representan a militantes de todo el país.

Esas comisiones discuten entre este viernes y sábado un informe emanado del actual comité central, el que fue parte del discurso de Carmona. Con ello se extrae una síntesis de cada instancia con el objetivo de construir una síntesis final que se establece durante una plenaria que sesionará este sábado.

El domingo, en tanto, comienza la discusión para renovar la integración del comité central. Ahí se proponen los nombres de los candidatos.

Los estatutos establecen que son 80 sus miembros, pero también puede definirse hasta un 20% más o menos. Actualmente son 96, aunque algunos han fallecido.

Está por definirse también los días en que se desarrollará la votación, la que que en el congreso anterior se desarrolló vía online, considerando que participan los militantes de todo el país.

En vista de que el sistema de elección de directiva del PC es indirecto, solo una vez electo el comité central, sus integrantes sesionarán días después para escoger entre ellos a la nueva comisión política (equivalente a la mesa directiva de otros partidos) y a las autoridades unipersonales, o sea, al presidente y al secretario general.

En esta etapa, lo más probable es que sean ratificados Lautaro Carmona y Bárbara Figueroa, en sus respectivos cargos. Aunque nada está totalmente asegurado y, por eso, estos días serán clave. Algunos dirigentes proyectan que ello quedará zanjado a principios de la próxima semana.