El privado diálogo en que Maya Fernández pidió al general Iturriaga tener un rol más activo por tragedia de conscriptos de Putre

General Javier iturriaga y la ministra Maya Fernández
El diálogo entre Maya Fernández y general Iturriaga por conscriptos de Putre.

La titular de Defensa tomó contacto con el comandante en jefe del Ejército la tarde del lunes y ahí le planteó que era necesario que emitiera declaraciones públicas.


La situación de los conscriptos que se encontraban haciendo el Servicio Militar bajo la tutela de la Brigada Motorizada n.º 24 “Huamachuco” es un asunto que ha tensionado y preocupado a La Moneda los últimos 10 días.

Y es que en Palacio han estimado que la información que ha entregado el Ejército al respecto, tanto por la muerte de Franco Vargas como por el “cuadro respiratorio” que afectó a otros 45 soldados, no ha sido óptima y que ha dejado espacio para una serie de cuestionamientos.

Por lo mismo, y a pesar de que desde que ocurrieron los hechos desde Defensa indicaron que el subsecretario para las Fuerzas Armadas, Galo Eidelstein, instruyó una serie de medidas y tomó contacto directo con los oficiales a cargo del contingente, desde la cartera liderada por Maya Fernández decidieron ir más allá.

Ministra Maya Fernández
Sebastian Cisternas/Aton Chile

Esto, comentan fuentes de gobierno, al constatar que las versiones que entregaban conscriptos afectados y sus familias contradecían las informaciones que las autoridades castrenses entregaban en comunicados y en comparecencias públicas.

La gota que rebasó el vaso, eso sí, fueron las declaraciones que entregó el director del Cesfam donde inicialmente se llevó a Franco Vargas el día en que falleció. El funcionario aseguró que el joven de 18 años llegó sin signos vitales al lugar, pese a que la comunicación entregada por el general Rodrigo Pino, jefe del Estado Mayor del Ejército, daba cuanta de que había llegado vivo.

Por lo mismo, a eso de las 17 horas del lunes 6 de mayo la ministra Fernández tomó el teléfono y llamó directamente al comandante en jefe del Ejército, general Javier Iturriaga.

Ya habían tenido conversaciones previas, pero en esta oportunidad, de acuerdo con quienes conocieron el tenor de dicha llamada, la secretaria de Estado se mostró molesta. En Defensa sabían que el comandante en jefe se encontraba en Arica desde el sábado, aunque se esperaba que inicialmente hablara públicamente durante la mañana del lunes y no a las 20 horas, como finalmente lo hizo.

Por lo mismo, según las mismas fuentes, Fernández le hizo presente que se requería que tuviera un rol más activo en el manejo de la crisis y que la información que entregasen fuese más precisa.

Asimismo, durante la conversación, la ministra le insistió en que se requería que el Ejercito tomara medidas antes de que los sumarios abiertos arrojasen resultados, para así dar señales de que se estaba actuando y que el proceso sería transparente.

Le habría exigido, en el mismo tono, que continúen con canales directos de conversación con los familiares de los conscriptos afectados, sobre todo porque 134 de los soldados que formaban parte de la instrucción ya habían decido dar un paso al costado y no seguir con el servicio.

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En el Ejército no reniegan de la crítica

Si bien desde el Ejército han hecho una reflexión interna a propósito de esta tragedia, reconociendo que han existido falencias al abordar el caso, hay quienes recalcan que el comandante en jefe ha estado al tanto de todo y que ha seguido desde el minuto uno lo ocurrido.

Relevan, ese sentido, que pudo existir una falta de criterio inicial en las primeras medidas adoptadas, como el mismo Iturriaga reconoció durante la noche del lunes, aunque no ceden en que se han seguido todos los protocolos de acción establecidos. “Nuestro interés es que se esclarezcan todas las circunstancias de cómo se desarrollaron los hechos y determinar responsabilidades si así amerita”, indicó ayer desde Arica.

Una de las primeras medidas que se adoptaron fue disponer de un vuelo comercial para que la madre del joven fallecido, Romy Vargas, junto a dos acompañantes pudiesen llegar el mismo sábado 27 hasta Arica, lo cual para algunos integrantes de la institución da cuenta de que nunca hubo un ánimo de “esconderse” o no responder por lo acontecido.

A partir de ahí, agregan los mismos personeros, estuvieron en todo momento acompañando y monitoreando las acciones de la familia, dándoles cuenta de cómo avanzaba toda la revisión de protocolos.

En cuanto al contacto con Defensa, manifiestan que este ha sido fluido desde el primer día; sin embargo, hay quienes advierten que el primer acercamiento directo que tuvieron con la ministra Fernández llegó recién cuando la madre de Franco Vargas hizo sus primeras apariciones públicas en matinales. Eso ocurrió el 2 de mayo, cinco días después de la muerte del joven.

La relación entre Fernández e Iturriaga atraviesa por su primer hecho de tensión, pues hasta aquí nunca hubo reparos, ni privados ni públicos. Tanto en Defensa como en el Ejército esperan que esto siga así.

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