Guerra contraataca: exfiscal se querella por filtración de sus chats con Hermosilla y apunta directamente a la Fiscalía
En la acción judicial presentada por Manuel Guerra, el expersecutor afirma que los chats divulgados en un medio de prensa estaban a resguardo del Ministerio Público y debían ser reservados. Por lo mismo, pide que se interrogue a los funcionarios que han tenido contacto con el teléfono de Luis Hermosilla y el propio, con el fin de determinar quién entregó las conversaciones al medio de comunicación.
La historia por el denominado caso Audio suma un nuevo capítulo. Esto, luego de que el exfiscal metropolitano Oriente Manuel Guerra presentara una querella por el delito de violación de secreto tras la filtración de sus cuestionados mensajes con el abogado Luis Hermosilla, quien se encuentra actualmente en prisión preventiva en la Cárcel Anexo Capitán Yáber.
Acción judicial ingresada por Guerra ante el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago y representado por su abogado Felipe Polanco cuestiona el deber de resguardo que el Ministerio Público tenía con el celular incautado al penalista imputado por cohecho y lavado de activos, así como también del propio equipo entregado voluntariamente por el persecutor, que dejó la Fiscalía el 2021, institución a la que ahora cuestiona.
Las conversaciones entre los abogados, dadas a conocer por un reportaje inicialmente de Ciper y posteriormente de The Clinic, exponen una serie de mensajes de Guerra y Hermosilla durante el caso Penta sobre el financiamiento ilegal de la política, así como también comentarios en contra de las alcaldesas Evelyn Matthei, de Providencia, y Camila Merino, de Vitacura, y el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter.
Quien también ha cuestionado la filtración de las conversaciones es la defensa del propio Luis Hermosilla, específicamente su hermano y abogado, Juan Pablo Hermosilla, quien presentó una denuncia por la publicación de los chats y -según fuentes de este medio- también evalúa presentar una querella al igual que Guerra. Esa investigación está a cargo del fiscal regional Oriente, Marcos Pastén, quien investigará las filtraciones.
Guerra apunta a la Fiscalía
El escrito de Guerra, al cual tuvo acceso La Tercera, fue ingresado el pasado 10 de octubre y declarado admisible este martes. El texto de nueve páginas comienza relatando la carrera profesional del abogado, quien ingresó al Ministerio Público el 2002 y donde ocupó cargos desde fiscal adjunto, pasando por la especialización en delitos de complejos y hasta llegar a la cúspide de su carrera como fiscal regional, el que dejó el 2021 al renunciar al ente persecutor.
Seguido de aquello, la querella por el delito de violación de secreto plantea que en el marco de la investigación del caso Audio, en noviembre del año pasado se incautó el teléfono de Hermosilla, en el que “efectivamente aparecen comunicaciones” entre los abogados. Después de ese planteamiento, la querella de Guerra expone cronológicamente cómo se desarrollaron los hechos que derivaron en la filtración de las conversaciones.
Detalla que el 27 de agosto Ciper publicó un reportaje en el que se expone que los abogados tenían chats en los que hablaban del caso Penta, lo que derivó -tiempo después- en que la Fiscalía abriera una investigación en contra del exfiscal. Después de eso, el 17 de septiembre, el fiscal regional de Arica, Mario Carrera, a cargo de la indagatoria, solicitó al tribunal tener acceso al teléfono de Hermosilla, en manos de la Fiscalía Oriente. Lo que fue autorizado el mismo día.
Dos días antes de aquello, el 15 de septiembre, al expersecutor se le había incautado también su equipo, a lo que accedió voluntariamente. “Queda así en evidencia que las conversaciones vía sistema de mensajería de WhatsApp están en poder del Ministerio Público, en el marco de las investigaciones penales antes mencionadas”, afirma, destacando que las investigaciones son secretas y recordando que “los fiscales del Ministerio Público adecuarán sus actos a un criterio objetivo, velando únicamente por la correcta aplicación de la ley, ley que desde luego incluye el deber de reserva o secreto respecto de las actuaciones de la investigación”.
Continuando con su cronología de hechos, el abogado de Guerra cita que el 4 de octubre el medio The Clinic publicó los detalles de las conversaciones. “De la simple lectura de aquel reportaje se da cuenta de que el medio y el periodista accedieron y publicaron una gran cantidad de mensajes que no puede provenir sino de aquellos equipos de telefonía que están actual y supuestamente bajo custodia del ente persecutor”, sostiene. En esa línea, hace énfasis que ambos reportajes fueron publicados por el mismo periodista.
Pese a eso, aclara: “Debemos dejar constancia que esta querella no constituye un medio para cuestionar ni validar de manera alguna la autenticidad ni integridad de los mensajes a los que se refiere esa publicación electrónica, sino, simplemente, dar cuenta de la existencia del delito de violación de secreto por el que se deduce”.
Consultado al respecto, el abogado Felipe Polanco explica que evidentemente en esta investigación han existido filtraciones, que “a nuestro juicio atentan contra las garantías del propio Manuel Guerra. Como consecuencia han resultado afectadas terceras personas que son ajenas a esta investigación, que se han sentido legítimamente dañadas en su honra a cuyo respecto Manuel pidió excusas públicas y nosotros sentimos que es necesario que los órganos encargados de la conservación de la evidencia que se recopila en la carpeta cumplan su deber, y es por eso que se presenta esta querella. No tiene otra finalidad que velar justamente por la imparcialidad y la objetividad de la investigación desde el punto de vista de la reserva de los antecedentes recopilados”.
“No tienen ninguna trascendencia investigativa”
Si bien a lo largo de la querella Guerra no desmiente los cuestionados mensajes, sí expone que los chats transcritos íntegramente en los medios “provienen obviamente de esas conversaciones supuestamente custodiadas por el Ministerio Público”. Sin embargo, también plantea que “muchos otros se refieren a conversaciones eventualmente sostenidas en las que se hacen comentarios muchas veces inadecuados respecto de terceras personas, comentarios desafortunados que a todas luces no tienen ninguna trascendencia investigativa desde el punto de vista penal”.
Tras ejemplificar esas conversaciones que a su juicio no tienen relevancia investigativa, el abogado de Guerra afirma que estos se exponen “con el único fin de generar una indisposición social contra mi mandante”. Más adelante plantea que “es evidente que el autor del reportaje no distinguió entre aquellos mensajes que podrían tener algún tipo de interés para la investigación y aquellos que nítidamente no tienen ninguna relevancia penal”.
La querella presenta por Guerra, en la que pide que se indague el delito de violación de secreto de la causa del caso Audio, plantea que “debe investigarse justamente el origen de estas filtraciones para determinar si pudieren provenir de funcionarios del propio órgano persecutor o de otras personas que hayan tenido acceso a esa información”.
Junto con eso, en cuanto a las diligencias que solicita, pide tomar declaraciones “a todas y cada una de las personas que han tenido acceso a los mensajes vía WhatsApp entre mi representado y don Luis Hermosilla”, y pide que de esas personas se analicen “sus listados de llamados telefónicos o vía WhatsApp a fin de determinar quiénes podrían haber filtrado la evidencia reservada al periodista autor de las notas relativas a mi representado”, a quien también pide que se le cite a declarar.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.