¿Primarias amplias en la oposición? El juego de máscaras en torno a una elección que complica a todos

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Como una pantomima definen en la centroizquierda los diversos llamados que han hechos los distintos sectores y candidatos presidenciales del sector para acordar una medición sin exclusiones. El temor al desempeño de Jadue en la Unidad Constituyente, la eterna piedra de tope para acordar un programa entre los extremos del PC y la DC y los cálculos políticos de cada cual son algunos de los factores en juego.


“Pero es que pueden ganar ellos”, le dijo esta mañana uno de los timoneles de Unidad Constituyente -a través de un llamado telefónico- al presidente del Partido Radical, Carlos Maldonado. La conversación se daba en torno a la iniciativa que, el día anterior, el candidato presidencial había hecho a todos sus pares de la centroizquierda: sostener una reunión con el fin de fijar criterios para una primaria de toda la oposición.

“Tenemos que confiar en la democracia”, le respondió el radical.

La escena grafica la suspicacia y resistencia que ha generado en la centroizquierda la idea que han postulado algunos candidatos presidenciales, como Paula Narváez (PS), Gabriel Boric (Convergencia Social) y el propio Maldonado, de que en la primaria legal del 4 de julio estén todos los partidos del sector, desde la DC hasta el Frente Amplio.

Pese a que ninguno le da un portazo a esa posibilidad en público, en privado la mayoría admite las pocas probabilidades de que como sector alcancen la unidad de cara a la presidencial, objetivo que ya no fueron capaces de lograr para las elecciones del 10 y 11 de abril.

Los cálculos son variados. Por un lado, en Unidad Constituyente sostienen que la mayor piedra de tope es la Democracia Cristiana, quienes hoy apuestan a fortalecer la coordinación que comparten con el PS, el PPD, el PR, el PRO y Ciudadanos. Al interior de la colectividad liderada por Fuad Chahin y en el comité estratégico del comando de su candidata presidencial, Ximena Rincón, no son pocos los que reconocen que sería un “error” y “poco coherente” apostar por una primaria que incluya al PC y al Frente Amplio.

Si bien en el partido aseguran que podrían alcanzar acuerdos con los comunistas en algunas materias, en la DC sostienen que no estarían “dispuestos” a votar por Daniel Jadue en una segunda vuelta. “Si la DC va a una primaria con el PC, debe estar dispuesto a votar por la persona que gane esa primaria. No estoy dispuesto a eso”, dice un miembro de la directiva.

Asimismo, al interior del comando de Rincón leen que en una primaria amplia podrían ser derrotados por los sectores más de izquierda, lo que podría poner en peligro que la oposición se imponga a la derecha en una segunda vuelta. Pese a esto, cercanos a la candidata sostienen que la definición política del partido es participar en una primaria y no repetir el “camino propio”, por lo que tendrían que sumarse si sus aliados se terminan inclinando por esa alternativa.

En el PS, en tanto, hay distintas visiones al respecto. Por ejemplo, la candidata presidencial ha abogado por una primaria sin exclusiones, mientras que otros en el partido son críticos de someterse a una primaria con el PC. Esto, porque consideran que -dado el desempeño que ha mostrado Jadue en las encuestas- es probable que el alcalde de Recoleta termine imponiéndose.

Con todo, desde la directiva liderada por Álvaro Elizalde han transmitido a sus pares que ellos están disponibles para una medición amplia, pero siempre y cuando ésta se dé en el marco de un programa común conocido previamente.

En el PPD el tema ya ha generado divisiones internas y hasta hoy no tienen una opción que convenza al partido. Por estos días, la colectividad se ha reunido con el PRO, el PL y el PS para abordar el escenario del “socialismo democrático”, sin embargo, cercanos al abanderado de esa colectividad, Heraldo Muñoz, aseguran que el escenario es “enredado” y que lo más probable es que terminen en una primaria con Unidad Constituyente. De hecho, en esa colectividad generó resistencia -al igual que en la DC- la invitación a una reunión que hizo el timonel radical.

Tampoco ha cuajado del todo la idea de lograr un acuerdo con Paula Narváez, candidata socialista, a quien en el PPD ya no ven como una carta tan fuerte. Por eso, dicen en la directiva, hoy se inclinarían por tener a Muñoz directamente en la papeleta del 4 de julio. Pese a esto, aún está por resolverse qué pasará con el acuerdo de las directivas de esos partidos para llegar con una candidatura unitaria a las primarias legales.

Si bien Jadue ha dicho públicamente que está disponible a una primaria sin exclusiones, en la oposición aseguran que el Partido Comunista es consciente de que él no será el próximo presidente de Chile. La apuesta, entonces, según las mismas fuentes, es que la colectividad liderada por Guillermo Teillier sea capaz de crecer en su representación electoral y ampliar su poder, por ejemplo, en el Congreso.

En el FA, en tanto, el tema ya está generando tensiones en algunas colectividades e incluso entre quienes han promovido primarias de todo el sector, como RD, admiten que no sería el escenario más “conveniente” para la coalición.

En Comunes, por ejemplo, aseguran que el tema ha tensionado el proceso de proclamación de Gabriel Boric. En esa colectividad causó ruido el hecho de que el diputado propusiera de entrada las primarias amplias, cuando en sectores de ese partido se resisten a compartir ese espacio con la DC. Otros, en Comunes, en tanto, abogan porque el FA se mida solo con los comunistas.

En la coalición, no obstante, sostienen que no ir directo a primera vuelta podría provocar que el FA “desaparezca” del debate en noviembre, situación que podría ser perjudicial para un bloque que hoy ve muy lejano repetir los resultados que obtuvo Beatriz Sánchez en 2017. Por eso mismo, dicen, sería mejor para ellos que “todos” se midan al mismo tiempo en una primaria, lo que les permitiría “perder” a la par de todos los otros candidatos.

Asimismo, en el conglomerado se resisten a sostener una primaria solo con el PC, alternativa que ya está prácticamente desechada por los líderes de la coalición. En el FA temen que una elección de esa naturaleza los deje “aislados” a la izquierda y “consumidos” por los comunistas, dado que apuestan a electorados similares.

En la FA admiten que, de medirse con todo el sector, su fuerza electoral podría “tensionar” al PS y restarle votos a Narváez, además de obligar a los socialistas a marcar sus diferencias con la DC.

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