Se agudiza caso de acoso sexual-laboral en Philippi: Abogado denunciado lanza nueva arremetida

El conflicto por un presunto caso de acoso laboral-sexual entre el abogado Patricio José Silva-Riesco (50 años) y el estudio Philippi PrietoCarrizosa Ferrero DU & Uría (PPU) se agudizó hace pocos días.

Ante el 2° Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, el pasado martes 11 de septiembre, el abogado presentó una segunda acción en contra del que fuera su bufete legal. Esta vez, apuntó no sólo a su derecho a la integridad psíquica o su honra, sino que acusó haber sido despedido de manera indebida.

En su nueva arremetida, el abogado solicitó al tribunal que entre el 1° de marzo de 2011 y el 1° de marzo de 2013 existió una relación laboral entre las partes la que continuó sin solución de continuidad hasta el 13 de julio de 2018.

Más aún, exigió que se condene a la demandada al pago de las cotizaciones adeudadas durante ese periodo en AFP Cuprum, Isapre Banmédica, AFC y ente administrador del seguro de cesantía. En suma: exige ahora a las indemnizaciones por un total de $34.015.997. A ello se añaden $74.774.689, que solicita por daño moral.

A inicios de este año, el abogado denunciante fue sometido a un sumario interno, luego que una abogada del estudio lo denunciara por acoso laboral-sexual. El caso generó el rechazo del denunciado, que en julio de este año presentó una acción de tutela laboral en contra del estudio, acusando que el bufete habría vulnerado sus derechos al exponer de manera anticipada las conclusiones de la indagatoria en su contra.

Silva-Riesco antes de ingresar a Philippi, como comúnmente es conocido el estudio PPU entre abogados de la plaza, se desempeñó por 19 año como Jefe del Departamento de Defensa Judicial y Delitos Tributarios del Servicio de Impuestos Internos.

En la nueva acción por el- a su juicio- despido injustificado, el abogado detalló una serie de complicaciones que le trajo la denuncia: "ha minado mi integridad psíquica, puesto que me ha producido intensa humillación y vergüenza".

Según detalló en su escrito, aseguró que ha debido solicitar la ayuda profesional por un cuadro de depresión y actualmente toma pastillas para poder dormir.

"La satisfacción de la herida narcisista producida en el estudio de abogados PPU ha provocado una herida real tanto en mi reputación como en mi salud, de la que espero recuperarme, pero que me tiene en lo personal absolutamente devastado", remató.

"A tal punto a llegado el sentido de temor, que un amigo aún en PPU me pidió que habláramos sólo por medio de WhatsApp porque teme que PPU identifique mis llamadas en su celular (a cuya cuenta accede el estudio). Por su lado, mi señora ha sufrido permanentes molestias frente a comentarios de padres en los colegios o peor aún de gente que ha dejado de saludarla", concluyó Silva-Riesco.

Sin embargo, para Philippi "no hay ningún hecho o antecedente en la denuncia que se relacione con la merma en la percepción del señor Silva-Riesco por parte de su ámbito social relevante". Por otro lado, sostuvo que "no es efectivo que el equipo pusiera en conocimiento de otros socios del Estudio los hechos denunciados ni aquellos procedentes de la investigación, manteniendo esta situación en absoluta reserva, hasta la entrega del informe a la Inspección del Trabajo".

"Practicado el despido, -que se concretó el 18 de julio pasado- tampoco se divulgó la información al resto de los socios del Estudio, aun cuando constituyen representantes del empleador", concluyó PPU.

Agregó además, que la designación de un equipo investigativo compuesto por tres miembros tuvo por finalidad otorgar mayores garantías de imparcialidad y objetividad a los intervinientes del proceso. "La medida es idónea, pues, para lograr tal objetivo, una comisión de tres personas es superior a un solo investigador, de manera que puede existir debate y las conclusiones deben ser consensuadas entre los miembros", comentó.

Philippi desestimó cualquier tipo de indemnización, insistiendo que su actuar no ha implicado un "actuar doloso o culposo del Estudio, sino únicamente una investigación exigida por la ley para determinar la existencia de una situación de acoso no puede entenderse que se configura, por esta razón, una lesión a un interés legítimo de la personalidad del señor Silva-Riesco".