Buenos Aires flexibiliza su cuarentena en una nueva fase hasta el 2 de agosto

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Una mujer pasa por una publicidad del gobierno, en Buenos Aires, el 17 de julio.

Tras 17 días de regreso a un estricto confinamiento, en la capital argentina se abrirán desde el lunes los comercios de barrio y algunos servicios personales como las peluquerías. Se retomará la actividad física, como el running y paseos en bicicleta, lo mismo para la salida de los niños.


Son 120 días de cuarentena los que cumple hoy Buenos Aires entre reaperturas y cierres. Desde aquel 20 de marzo, cuando Argentina se convirtió en uno de los primeros países de la región en decretar el confinamiento, los bonaerenses han tenido que mantenerse en el encierro por más tiempo que el resto del país. El 1 de julio se regresó a una cuarentena más estricta, similar a aquella decretada en marzo, pero los gobiernos locales junto con el Presidente Alberto Fernández decidieron que desde ahora la zona metropolitana del país volverá a una nueva fase con mayores flexibilizaciones y permisos hasta el 2 de agosto.

En una nueva conferencia de prensa de Fernández junto con el jefe de gobierno de la capital federal, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, hoy dieron a conocer los detalles de esta nueva etapa para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), a horas del fin de la estricta cuarentena que finaliza hoy.

Esta sesión tuvo una novedad, puesto que se incluyó por videoconferencia a los gobernadores de las regiones de Río Negro, Chaco y Jujuy, provincias con mayor incremento de casos de coronavirus en las últimas semanas.

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El Presidente Alberto Fernández en la conferencia de prensa de este viernes.

En su discurso inicial el Presidente Alberto Fernández afirmó que los esfuerzos no han sido en vano pero que “estamos muy lejos de pensar que la situación está superada”. El mandatario sostuvo que pese a que “en estos últimos 14 días los números de contagios y de fallecidos se incrementaron” el país sigue estando, “en términos comparativos, en una situación buena, para no pecar de optimistas”.

La nueva fase “diferenciada”

Argentina registra 114.789 casos de coronavirus y más del 90% de ellos se concentran en el AMBA, en donde desde el 1 de julio se mantenía una estricta modalidad de aislamiento. Para esta nueva fase se realizará una “cuarentena diferenciada” debido a la heterogeneidad de los 41 municipios que conforman la zona metropolitana (la Capital Federal y 40 partidos del conurbano bonaerense).

El número de casos en la ciudad de Buenos Aires lleva más de 25 días estabilizado, por lo que se anunció un plan gradual para desconfinar a los capitalinos. El plan cuenta de seis etapas que se irá evaluando en relación a los datos. “Tenemos que ir acostumbrándonos a convivir con la enfermedad”, declaró el jefe del gobierno porteño.

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Vista aérea de la calle Caminito vacía en el barrio de La Boca en Buenos Aires, el 9 de julio.

La primera parte del plan consta de dos semanas con la habilitación de actividades progresivamente. Se abrirán los comercios de barrio y algunos servicios personales como las peluquerías. Se retomará la actividad física a partir del lunes (como el running y paseos en bicicleta), lo mismo para la salida de los niños y se aumentará la cantidad de días por semana en que puedan salir. El regreso presencial a clases también será progresivo y no será inmediatamente después de las vacaciones. Eso sí, en cuanto al transporte público, seguirán viajando exclusivamente los trabajadores esenciales.

En la provincia, para el Gran Buenos Aires en estos últimos 17 días “los objetivos que nos propusimos se alcanzaron”, sostuvo el gobernador Axel Kicillof. “Vamos a pasar a una cuarentena intermitente”, declaró y detalló que va a depender “muchísimo del esfuerzo de cada uno”.

Desde el lunes se volverá a la apertura de empresas que habían reabierto antes, desde el miércoles se abrirán los comercios barriales, y el próximo lunes a las actividades profesionales permitidas.

La necesidad de flexibilizar la cuarentena se convirtió en una fuerte presión para los gobiernos locales. De hecho, no ha habido una positiva evolución de los casos de contagios por Covid-19 que permita justificar la flexibilización, y la estrategia tomada se debe al hartazgo social. “A horas de cumplir los 120 días de cuarentena -semánticamente, triple cuarentena- el nivel de saturación social hace insostenible un aislamiento rígido”, ilustra el diario Clarín.

Con todo, Fernández quiso ser cauteloso ante esta nueva reapertura en el AMBA y sostuvo que ”todo lo que estamos haciendo ahora para tratar de volver a la normalidad... todo tiene la precariedad que nos impone la pandemia. Si hay que volver atrás, volveremos para atrás”.

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