Corea del Norte realiza un ensayo "de enorme importancia": se especula con misiles o un satélite

Kim Jong Il junto a Kim Jong Un durante una parada militar en Pyongyang, en 2010.

La prueba se realizó en la localidad de Sohae. Si bien no hay claridad sobre lo que se realizó, los expertos creen que se trata de la prueba de un motor para misiles intercontinentales o lanzamiento de satélite.


Corea del Norte ha asegurado que este sábado ha llevado a cabo un ensayo "de enorme importancia" en la Estación de Lanzamiento de Cohetes de Sohae (provincia de Donchang-ri) en el noroeste del país, posiblemente el del motor de un cohete, cuyo resultado cambiará "la posición estratégica" del país.

"La tarde del 7 de diciembre de 2019 tuvo lugar en la Estación de Lanzamiento de Cohetes Sohae una prueba de enorme importancia", según un comunicado difundido en la agencia estatal norcoreana de noticias KCNA.

"Su resultado producirá un efecto importante en cambiar una vez más en un futuro cercano la posición estratégica de Corea del Norte", ha agregado el comunicado, que también ha especificado que la Academia de Ciencias de Defensa Nacional (ACDN) del país ha informado al Comité Central del Partido del Trabajo de Corea del fruto "exitoso de ese ensayo".

Expertos en misiles consultados por la agencia de noticias Reuters apuntan a que se trataría de un ensayo "en estático" de un motor de cohete -combustible sólido o líquido-. De haberse tratado del lanzamiento de un misil, sus vecinos Corea del Sur o Japón lo habrían detectado con rapidez.

Este propulsor podría ser empleado en la primera fase del lanzamiento de un misil intercontinental, según algunos observadores consultados por la agencia oficial de noticias surcoreana Yonhap. Otros expertos consideran que podría tratarse de un propulsor líquido para el lanzamiento de satélites.

En cualquier caso, el experto nuclear del Instituto Tecnológico de Massachusetts Vipin Narang considera esta prueba como un pésimo augurio. "Si es lo que creemos que es, una prueba de motor, estamos ante una señal muy clara de que las opciones diplomáticas se están terminando, si no se han terminado ya", detalla. "A mí me parece un indicio de lo que le espera a este mundo después de Año Nuevo", agrega.

La prueba ha tenido lugar en Sohae, cuyo desmantelamiento acordaron el 12 de junio de 2018 el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. De hecho, imágenes captadas posteriormente por el 'think tank' estadounidense 38 North mostraron que las autoridades norcoreanas habrían empezado a desmantelar parte de estas instalaciones.

Colapso dipolmático

Este ensayo tiene lugar solo horas después de que el embajador norcoreano ante la ONU, Kim Song, informara de que su país ya no discutirá con Estados Unidos la posibilidad de suspender su programa nuclear y que cualquier conversación adicional en este sentido es innecesaria.

"El diálogo constante y sustancial que perseguía Estados Unidos no era más que era un truco para ganar tiempo con vistas a su calendario político doméstico", ha hecho saber en un comunicado recogido por Reuters.

En respuesta, el presidente estadounidense, Donald Trump, contestó con con un enigmático "veremos" al ser interrogado ante esta postura de Pyongyang.

"Me sorprendería que Corea del Norte hiciera algo hostil", ha afirmado antes de partir de la Casa Blanca hacia Florida. "Sabe que tengo unas elecciones por delante. No creo que quiera interferir, pero veremos. Pienso que quiere que pase algo. La relación es muy buena, pero hay una cierta hostilidad", ha añadido.

En abril, Kim Jong Un aseguró que su país daría a Washington un plazo de hasta final de año para ser más flexible en las conversaciones sobre la desnuclearización y, desde entonces, los medios estatales norcoreanos han lanzado advertencias sobre las consecuencias de incumplir ese plazo. Ninguna, sin embargo, del calibre de este anuncio.

"No necesitamos mantener nuevas conversaciones con Estados Unidos. La desnuclearización", añadió el embajador norcoreano, "ya está fuera de la mesa de negociaciones". Aunque el presidente estadounidense ha asegurado que tiene intención de perseverar, sus últimos comentarios, en los que afeaba a Kim su gusto por realizar ensayos con cohetes de largo alcance, daban a entender un nuevo distanciamiento.

En respuesta, el régimen de Corea del Norte le instó a abstenerse de advertencias y "metáforas", ya que representan "un desafío muy peligroso" a ojos de Pyongyang.

Ni siquiera los últimos aplazamientos de maniobras militares entre Corea del Sur y EEUU, que el Norte interpretaba como una amenaza a su seguridad, ha sido capaz de aliviar la tensión. De hecho, el pasado día 3, el viceministro de Asuntos Exteriores de Corea del Norte, Ri Thae Song, aseguró que cualquier anuncio de Estados Unidos sobre el reinicio de las conversaciones no era más que "un truco tonto" por parte de la Administración Trump, con el fin de utilizarlo en las próximas elecciones.

El viceministro acabó zanjando que su país "ha hecho todo lo posible para no dar marcha atrás en los importantes pasos que ha tomado por iniciativa propia", tal y como recoge la agencia

estatal norcoreana de noticias KCNA.

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