Moscú azuza temores de Ucrania sobre eventual ofensiva rusa para el primer aniversario de la guerra
El canciller ruso, Sergei Lavrov, dijo que su país está trabajando para que los eventos pro-ucranianos del 24 de febrero “no resulten ser los únicos eventos que llamarán la atención del mundo”. En tanto, el Presidente Vladimir Putin garantizó una respuesta al envío de tanques occidentales a Kiev.
Las advertencias que lanzaron los generales ucranianos a mediados de diciembre sobre la intención de Rusia de llevar a cabo una nueva gran ofensiva las primeras semanas del año, con el fin de hacerla coincidir con el primer aniversario de la invasión de Ucrania, el 24 de febrero, son cada vez más reales.
Así lo aseguró el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, quien afirmó que Moscú ha movilizado a medio millón de soldados. “Creemos que, dado que ellos (los rusos) viven en lo simbólico, intentarán algo en torno al 24 de febrero”, manifestó Reznikov en declaraciones a la cadena de televisión francesa BFM TV.
“No hay que subestimar al enemigo”, señaló, antes de afirmar que si bien Moscú ha anunciado oficialmente la movilización de 300.000 personas, “por lo que se ve en las fronteras, las estimaciones apuntan a que son muchos más”. Las cifras no han sido confirmadas por ninguna otra fuente.
Así, Reznikov detalló que las fuerzas rusas “pueden intentar una ofensiva en dos ejes”. “Podrían ser el Donbás y el sur”, señaló, para luego indicar que Kiev está diciendo a sus socios que “es necesario estar preparados cuanto antes”. “No podemos perder la iniciativa”, argumentó el ministro de Defensa ucraniano, quien reiteró que “son necesarias armas para contener al enemigo, dado que todo en la guerra depende de la iniciativa”.
En la misma línea, Andrii Chernyak, representante de la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, declaró al Kyiv Post que “Putin dio la orden de capturar los territorios de las regiones de Donetsk y Luhansk para marzo”, en referencia a las dos regiones que componen el Donbás.
Ya el lunes, el Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, había reconocido la posibilidad de una acción de Moscú de cara al primer aniversario de la invasión. “Creo que Rusia realmente quiere algún tipo de gran revancha. Y creo que ya ha empezado”, aseguró.
Tras reunirse con altos cargos militares, Zelensky reportó que “hay un significativo aumento de las acciones ofensivas de los ocupantes en el frente”, agregó. El mandatario señaló que los esfuerzos rusos para ganar la guerra se están “intensificando” por momentos, particularmente en Donetsk. Allí los mercenarios del grupo Wagner han conseguido hacerse con el control de dos localidades próximas a Bakhmut, mientras continúan su avance para cercar la ciudad, donde se libran los combates más sangrientos de la invasión desde hace meses.
“En los territorios temporalmente ocupados de la región de Donetsk, Rusia se prepara para una movilización encubierta. En particular, en la ciudad de Horlivka se ordenó a todas las instituciones presupuestarias y comunales que presenten listas de personas necesarias al comisariado militar de ocupación. Todas estas personas serán revisadas por comisiones especiales del enemigo, con el posterior reclutamiento en las filas del enemigo”, dijo el jueves el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania en su página oficial de Facebook.
Putin y Stalingrado
Los temores de Ucrania parecieron confirmarse con las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, quien este jueves insinuó que su país tiene planes de eclipsar los eventos pro-ucranianos en todo el mundo, para conmemorar el primer aniversario de la guerra, y dijo que los diplomáticos rusos estaban trabajando en algo para garantizar que los eventos liderados por Occidente “no fueran los únicos en llamar la atención del mundo”, sin dar más detalles.
“Nuestra diplomacia hará todo lo posible para garantizar que los sabbat antirrusos planeados para fines de febrero, como si estuvieran programados para coincidir con el aniversario de la operación militar especial, tanto en Nueva York como en otros sitios en los que Occidente ahora está trabajando activamente junto con el régimen de Kiev, para que estos no resulten ser los únicos eventos que llamarán la atención del mundo”, dijo Lavrov en una amplia entrevista a la televisión estatal Russia 24 y RIA Novosti.
Por su parte, el Presidente ruso, Vladimir Putin, utilizó este jueves la conmemoración del 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi en la batalla de Stalingrado para reunir apoyo para su campaña militar en Ucrania, amenazando nuevamente con desplegar las armas más poderosas a su disposición para frustrar lo que dijo que eran los intentos de Occidente para asegurar la derrota de Rusia.
Putin colocó una ofrenda floral en la llama eterna del monumento a los soldados del Ejército Rojo caídos en Volgogrado, el nombre actual de la ciudad, situada en la margen occidental del río Volga. “Ahora, lamentablemente, vemos que la ideología del nazismo, con vestimenta moderna, con su manifestación moderna, amenaza una vez más la seguridad de nuestro país. Una y otra vez nos vemos obligados a rechazar la amenaza del Occidente colectivo”, declaró el líder del Kremlin.
También advirtió sobre las consecuencias de cualquier nuevo conflicto sobre Ucrania después de que Estados Unidos y Alemania presentaran planes para suministrar a Kiev tanques de batalla modernos. “Aquellos que atraen a los países europeos a una nueva guerra con Rusia, aquellos que esperan derrotar a Rusia en el campo de batalla, aparentemente no entienden que una guerra moderna con Rusia será completamente diferente”, dijo Putin. “No enviamos nuestros tanques a sus fronteras, pero tenemos algo más con lo que responder y el uso de vehículos blindados no terminará con el asunto. Todos deberían entender esto”, señaló.
“Es increíble, pero es un hecho: nos amenazan con tanques alemanes Leopard con cruces pintadas sobre el blindaje”, afirmó Putin en referencia a la decisión de Alemania de enviar tanques Leopard a Ucrania. “Y nuevamente combatirán contra Rusia en el territorio de Ucrania con las manos de los seguidores de Hitler, los banderistas”, añadió en alusión al dirigente nacionalista Stepan Bandera, considerado colaborador de los nazis.
La batalla de Stalingrado tiene una profunda resonancia en Rusia, recordó The Associated Press. El combate de cinco meses, de agosto de 1942 a febrero de 1943, es considerado el más sangriento de la historia, con dos millones de muertos entre soldados y civiles. Casi toda la ciudad quedó reducida a escombros antes de que los nazis capitularan el 2 de febrero de 1943.
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