Brahm: “Ir al Tribunal Constitucional para buscar tiempo ya no es negocio”

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María Luisa Brahm, presidenta del TC.

La presidenta del Tribunal manifestó estar abierta a considerar mecanismos de fiscalización para el organismo. “Algún tipo de control es necesario y es una respuesta a lo que Chile hoy demanda”, dijo.


La ministra María Luisa Brahm va por su sexto mes como presidenta del Tribunal Constitucional (TC). Desde que fue electa para suceder al ministro Iván Aróstica, la magistrada se ha puesto como objetivo avanzar en tres dimensiones: los temas jurisdiccionales, la relación con los distintos poderes del Estado y la gestión interna.

En las últimas semanas Brahm se ha dedicado a fijar sus prioridades y entregar algunas definiciones respecto del rol que debiese tener el TC, sobre todo en un contexto de debate constitucional. Esto último cobra relevancia debido a que en el marco de las discusiones por una eventual nueva Constitución los sectores más críticos han deslizado los cambios que debiesen introducirse o, algunos más extremistas, derechamente la opción de eliminarlo.

Ayer, Brahm abordó todos estos asuntos e incluso aprovechó de dar su visión respecto del estallido social iniciado el 18 de octubre. "La corrupción es un elemento que debe formar parte del diagnóstico de la crisis social. En este país hay corrupción, definitivamente. Desde la municipalidad hasta cualquier otra institución pública o privada. Se llama de otra manera, pero un acuerdo de colusión, ¿qué es? (…) Realmente hay una falta a la probidad y obviamente que este tribunal también tiene que asumir sus responsabilidades", comentó la ministra.

La presidenta del TC también expuso las medidas de transparencia que ha tomado desde que asumió el mando del organismo. "Establecimos actas de instalación que yo copié del Poder Judicial. La idea es que se sepa en el momento en que algo se está resolviendo quiénes son los ministros que están ahí y por qué no están algunos ministros. ¿Están con feriado, con licencia, con permiso o no están nomás? Porque cuando no dice nada es porque no están nomás", dijo la ministra.

Otro de los asuntos prioritarios ha sido ponerle fin a la excesiva demora en la tramitación de las causas. Al respecto, Brahm recalcó que los ministros del TC tienen dedicación exclusiva para su labor en el tribunal: "Nosotros tenemos dedicación exclusiva, nosotros solo nos deberíamos dedicar a esto. Tienes permiso para hacer clases, solo clases, y si tienes demora en tu sentencia ni siquiera deberías hacer clases, porque tenemos un deber como funcionarios públicos y nos pagan los chilenos, entonces tenemos que cumplir".

Brahm agregó que el TC ha pasado de ser "un tribunal boutique" a uno que ha aumentado significativamente la cantidad de causas ingresadas. Si en 2014 entraron en total 148 casos, solo en lo que va de enero ya van 219 ingresos. De paso, rechazó la idea de que la institución se haya convertido en el "refugio de los violadores de derechos humanos", ya que de las 65 causas ingresadas sobre DD.HH. tres fueron acogidas parcialmente, dos rechazadas totalmente y una sigue abierta.

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Cinco definiciones de Brahm

¿Acusación a ministros?

"Hoy día no puede haber una institución ajena a controles. Yo creo que una de las debilidades del tribunal constitucional es que no tiene ningún control y además está malentendida al interior del tribunal la autonomía", dijo Brahm respondiendo a los dichos de la expresidenta del TC Marisol Peña. Para la ministra, una opción podría ser la acusación constitucional, pero con quórums más altos.

Fin al "negocio" de las suspensiones

Brahm también criticó exceso de demora en la tramitación de las causas y también el abuso que se la ha dado a la suspensión de los casos cuando se presentan recursos de inaplicabilidad. "Ir al tribunal constitucional para buscar tiempo ya no es negocio", dijo la presidenta, quien también recalcó que los ministros tienen dedicación exclusiva para sus funciones en el organismo.

La puerta giratoria del TC

"(Si alguien) ha litigado aquí hace tres meses, ¿puede estar postulando en la Corte Suprema para ser ministro? ¿El ministro que salió puede venir al TC a litigar?". Esa fue la pregunta que se hizo Brahm respecto de la situación que suele darse entre litigantes y ministros, algo que le gustaría poder regular. "Hoy día no hay ninguna regla, ni para entrar ni para salir", cerró Brahm.

Combatir la idea del TC de Pinochet

Brahm adelantó que el objetivo es que este año el TC salga a dar a conocer su trabajo para derribar algunos mitos asociados al organismo. "Lo que queremos es describir la realidad y la realidad es que el TC se genera en democracia en el gobierno de Eduardo Frei Montalva". La ministra agregó: "El TC de hoy día es el TC de Ricardo Lagos, él nos entrega las inaplicabilidades que la Constitución de 1925 le entregó a la Corte Suprema. Este TC desde el año 2005 no ha tenido ninguna modificación".

Disputa con la Tercera Sala

"Por ahora no existe un conflicto con la Corte Suprema y sí, hay un par de sentencias, pero también está el Artículo 94 de la Constitución que establece que contra las resoluciones del Tribunal Constitucional no procederá recurso alguno". De esta manera la ministra Brahm se refirió a la disputa protagonizada el año pasado entre el TC y la Corte Suprema. "Yo no voy a desconocer que es un tema, pero es de una sala que tiene una interpretación y no son todos los ministros", concluyó.

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