Chile durante la Guerra Fría: más allá (y más acá) de Washington y de Moscú
En Chile y la Guerra Fría Global, 11 historiadores reexaminan la historia en el contexto mundial.
El 29 de diciembre de 1952 llegó a Montevideo un avión de KLM proveniente de Europa. La nave transportaba a Pablo Neruda, ex senador del entonces proscrito Partido Comunista de Chile, y a su secretario, Vicente Naranjo. Fueron a buscar al poeta el arquitecto Walter Mántaras y su esposa, acompañados por "una señorita chilena" que lo recibió "muy afectuosamente", según reportaría el Servicio de Inteligencia y Enlace (SIE) de la policía uruguaya.
Las cinco personas se dirigieron al balneario Atlántida, cerca de la capital, a un chalet que el matrimonio cedió para uso de Neruda y sus acompañantes, incluida la "señorita chilena", que resultó ser Matilde Urrutia.
Durante 20 días, los movimientos de Neruda fueron seguidos por al menos tres agentes del SIE. Pero el futuro Nobel tuvo escasos contactos, y si hubo algo que concluir, es que el vate tuvo una "escapada" romántica cuando aún estaba casado con Delia del Carril.
El episodio, descrito por Fernando Aparicio y Roberto García, puede ser un pelo de la cola en el contexto de la pugna que Moscú y Washington sostuvieron tras el fin de la II Guerra Mundial. Pero ilustra la importancia que las "actividades comunistas" tuvieron en el Cono Sur, así como los nexos que ya en el período de entreguerras se dibujaron entre sus servicios policiales. Y, por esta vía, cambia ejes y obliga a reconsiderar lo que entendemos como Guerra Fría.
He ahí una de las líneas articuladoras de Chile y la Guerra Fría global, que llega a librerías en julio. Nacida de un seminario y escrita por 11 historiadores que usaron archivos y fuentes orales de nueve países, esta es una publicación conjunta de Ril y el Instituto de Historia de la U. Católica, los mismos que hace cinco años presentaron Ampliando miradas. Chile y su historia en un tiempo global.
Alfredo Riquelme, docente UC y coeditor de ambos libros -el segundo, junto a Tanya Harmer-, ve en ellos "un enfoque compartido en torno a ir derribando fronteras entre la historia nacional y la historia internacional". Porque, agrega, "la Guerra Fría es uno de esos fenómenos en que el análisis de esa imbricación enriquece la comprensión de nuestra trayectoria como país".
EN EL TERCER MUNDO
"Guerra Fría global" es una expresión usada ya en 2005 por Odd Arne Westad, quien observó el modo en que la mundialización del conflicto este-oeste modelaría los conflictos que vinieron, destacando la importancia de los países del Tercer Mundo en esta escena. Quien trae hoy a colación este aporte es Fernando Purcell, responsable de un capítulo relativo a la labor de los Cuerpos de Paz.
Este último fue un voluntariado creado por John F. Kennedy en marzo de 1961 para ayudar a países tercermundistas a solucionar problemas sociales y económicos, y promover el entendimiento de la sociedad norteamericana. Complemento de la Alianza para el Progreso, fue visto por la izquierda local como base de agentes de Washington. Para Purcell, quien echa mano a una aproximación "microhistórica", propósitos ideológicos hubo, pero el cuadro fue más complejo, mezclándose las agendas personales de los jóvenes voluntarios con las motivaciones del gobierno que los envió.
Por otro lado, allí donde Marcelo Casals estudia la "campaña del terror" que distinguió la elección presidencial de 1964, Raffaele Nocera examina el señalado proceso eleccionario a través de las triangulaciones políticas entre Chile, Italia y EE.UU. En particular, la relación de la DC italiana con su símil chilena: una en que la distancia y hasta el desdén de los peninsulares dieron paso a un apoyo importante, incluido el económico. En tanto, su colega y compatriota Alessandro Santoni se aboca a la mirada del comunismo italiano. Pocos partidos, afirma, estuvieron más interesados e influidos por los acontecimientos chilenos que el PC italiano.
"En los años 70, la causa de Chile, a través de masivas iniciativas de solidaridad que contaron con el constante compromiso de su aparato, asumió para esta colectividad política no sólo la función de causa noble funcional a la estrategia de una vía italiana al socialismo. También la acompañó en una fase crucial de su trayectoria".
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.