Chile enfrenta resistencia de países árabes y africanos en la ONU por propuesta de DD.HH.

La Moneda ingresó al Consejo de Derechos Humanos un proyecto para que Naciones Unidas monitoree el trato a minorías sexuales.




Varias conversaciones y reuniones ha sostenido en Ginebra, en los últimos días, la representante permanente de Chile ante Naciones Unidas, Marta Maurás.

Las gestiones han incluido a los líderes de las misiones de los países que se encuentran participando en la 27ª sesión del Consejo de DD.HH. de la ONU. Y el objetivo ha sido conseguir apoyo para enfrentar la férrea resistencia de gobiernos árabes y africanos a la propuesta sobre DD.HH. presentada por La Moneda a ese organismo, que será votada hoy, a las 10.00 (hora de Santiago).

El gobierno ingresó un proyecto de resolución -iniciativas que se utilizan para recomendar acciones a otros estados miembros del Consejo de DD.HH.- en el que alerta sobre el trato que se les da a las minorías sexuales. Y se pide a la ONU monitorear esa situación y entregar un balance cada dos años. Esto, actualizando un informe elaborado por la Oficina de la Alta Comisionada de los DD.HH. sobre "leyes y prácticas discriminatorias". Ese trabajo se produjo luego de que Uruguay presentara y lograra aprobar en 2011 un proyecto de resolución al respecto.

Pese a que la propuesta de nuestro país cuenta con el patrocinio de Uruguay, Brasil y Colombia, además del respaldo de EE.UU. y de gobiernos de Europa occidental, ha existido presión de 23 países que han ingresado enmiendas para modificar el sentido de la resolución liderada por Chile.

Los cambios impulsados, entre otros, por los Emiratos Arabes Unidos, Egipto, Nigeria, Congo, Uganda y Bahrein buscan, básicamente, dos cosas: 1) Lograr una declaración genérica sobre el respeto a los derechos humanos, sin especificar en el trato a los homosexuales. 2) Reivindicar la preeminencia de las tradiciones culturales y religiosas de cada país por sobre otras consideraciones, como son, por ejemplo, los derechos de las minorías sexuales.

En la votación participan 47 países. La preocupación entre la delegación chilena radica en dos factores. Primero, cuando se aprobó una propuesta similar en 2011, aquella vez se tuvo éxito por un margen estrecho de cuatro votos, situación que podría cambiar esta vez, debido a que los estados miembros del Consejo de DD.HH. van rotando cada dos años. Segundo, además del riesgo de que se aprueben las enmiendas impulsadas por los países árabes y africanos, esos mismos estados tienen la alternativa de pedir una "moción de no acción". Esa herramienta -que anularía la resolución de Chile- se puede aplicar con sólo 22 votos de los integrantes del Consejo de DD.HH.

En el documento chileno se manifiesta una "gran preocupación por los actos de violencia y discriminación, en todas las regiones del mundo, que se cometen contra personas por su orientación sexual e identidad de género". Y se incluye una mención a la Declaración y Programa de Acción de Viena, que es, precisamente, uno de los factores que gatillaron la resistencia de otros países. "Si bien debe tenerse en cuenta la importancia de las particularidades nacionales y regionales, así como de los diversos patrimonios históricos, culturales y religiosos, los estados tienen el deber, sean cuales fueren sus sistemas políticos, económicos y culturales, de promover y proteger todos los derechos humanos y las libertades fundamentales", se lee en el texto.

El presidente de la Fundación Iguales, Luis Larraín, dice que "a esos países les cuesta entender que los derechos humanos están por sobre las tradiciones culturales de los países".

Asimismo, el presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jiménez, sostiene que "hay una tremenda oposición de  estados islámicos y del Vaticano, que intentan desvirtuar la declaración, buscando que sea una declaración general sobre derechos humanos, lo que es absurdo".

Si bien desde algunos organismos de diversidad sexual sostienen que el Vaticano también ha presionado en contra de la resolución, en los registros del Consejo de DD.HH. no figura alguna enmienda presentada o patrocinada por ese Estado.

La embajadora Maurás ha estado en permanente contacto en Suiza con representantes de ONG, entre ellos, Andrés Rivera, consultor del Observatorio de DD.HH. y Legislación de Chile. En esos diálogos se ha coordinado la estrategia para lograr que se apruebe la propuesta de La Moneda. Y también se ha mantenido informados de los detalles a la Fundación Iguales y al Movilh.

Con las gestiones -apoyadas por los gobiernos de Uruguay, Brasil y Colombia- se busca que los países integrantes del Consejo de DD.HH. rechacen las enmiendas de los estados árabes y africanos, o que, al menos, se abstengan.

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