Papa Francisco: "No tengo ningún problema con Macri"
"No me gustan los conflictos. Ya me cansé de repetir eso", declaró el pontífice que negó tener conflicto alguno con el presidente argentino.
El papa Francisco negó tener conflicto alguno con el presidente argentino Mauricio Macri, a la vez que habló de sus relaciones con Argentina y con los sectores más conservadores de la Iglesia en una entrevista el domingo.
"Yo no tengo ningún problema con el presidente Macri. No me gustan los conflictos. Ya me cansé de repetir eso", declaró el pontífice en una entrevista exclusiva al diario La Nación, sobre la supuesta frialdad de las relaciones entre ambos.
En 2009, cuando Francisco era el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, Macri era el alcalde de la ciudad. El futuro papa reaccionó airadamente cuando Macri decidió no apelar un fallo judicial que otorgó la licencia matrimonial a una pareja gay. El magisterio de la Iglesia sostiene que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. Macri replicó entonces que era necesario aceptar la realidad cambiante. Argentina legalizó el matrimonio gay en 2010.
El papa afirmó que tuvo problemas con el mandatario "una sola vez, en Buenos Aires, durante más de seis años de convivencia. í‰l como jefe de gobierno de la Capital y yo como arzobispo. Una sola vez en tanto tiempo. El promedio es muy bajo", señaló, añadiendo del presidente que "me parece una persona bien nacida, una persona noble".
Con esto zanjó una polémica sobre malas relaciones entre ambos que se viene extendiendo en el país desde que Macri asumió el poder el pasado mes de diciembre y que se intensificó en febrero cuando el mandatario visitó oficialmente el Vaticano y versiones periodísticas calificarán de "frío" el encuentro entre ambos.
El pontífice recibió en varias ocasiones a la antecesora de Macri, Cristina Fernández (2007-2015).
Francisco rechazó pronunciarse sobre cuestiones políticas argentinas, pero sí se refirió a sus relaciones con los distintos sectores de la Iglesia, especialmente los más ultraconservadores. "Yo quiero una Iglesia abierta, comprensiva, que acompañe a las familias heridas. Ellos (los ultraconservadores) le dicen que no a todo. Yo sigo mi camino sin mirar al costado. No corto cabezas. Nunca me gustó hacerlo. Se lo repito: rechazo el conflicto", afirmó.
El papa Francisco también habló, al ser interrogado, de la salud de su predecesor, el papa emérito Benedicto XVI: "Tiene problemas para movilizarse, pero su cabeza y su memoria están intactas, perfectas". Y sobre su figura dijo que "fue un revolucionario".
"Su renuncia expuso todos los problemas de la Iglesia. Su abdicación no tuvo que ver con nada personal. Fue un acto de gobierno, su último acto de gobierno", dijo.
E igualmente el pontífice se refirió a su propio excelente estado de salud, al afirmar que su médico le confirmó que unos recientes análisis de salud arrojaron "los resultados de una persona de 40 años".
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