¿Por qué Chile es el país "más bueno" de Sudamérica?
Indice del Buen País mide el aporte de las naciones para un mundo mejor. Medición nos situó primero en la región y 24º en el planeta.
Irlanda es reconocido como un país que da una buena bienvenida a sus visitantes. Ahora, una nueva medición refrenda su estatus y lo sitúa como el país "más bueno del mundo". Así lo determinó el denominado Good Country Index (Indice del Buen País), elaborado por el investigador y asesor político inglés Simon Anholt y Robert Govers.
¿Qué es ser un buen país? Según Anholt, "bueno" (good) es un parámetro para medir la contribución que cada nación realiza al bien común de la humanidad. "Así que en este contexto "bueno" significa lo contrario de "egoísta", y no el opuesto de "malo", explica Anholt a La Tercera.
El Indice de Buen País no está tratando de hacer juicios morales. "Simplemente mide, lo más objetivamente posible, lo que cada país aporta al bien común", aclara.
El índice combina 35 indicadores independientes de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, la Convención de Basilea y varias otras organizaciones no gubernamentales e instituciones internacionales.
UBICACION 24
Chile, que ocupa el lugar 24º del mundo, es el primero de la lista entre las naciones sudamericanas y segundo en Latinoamérica, sólo superado por Costa Rica (22º).
"Chile hace la mayor contribución a la humanidad (después de Costa Rica) que cualquier país latinoamericano", confirma Anholt. Incluso, se ubica sobre naciones como Japón (25º) o Singapur (27º).
La medición utiliza siete indicadores para medir la posición, entre los que destacan el aporte de cada país en ciencia y tecnología, cultura y la paz mundial.
En las categorías de ciencia y tecnología, Chile se ubica en la 52º posición, ítem que considera la cantidad de estudiantes internacionales, publicaciones de estudios, premios Nobel y patentes. Según datos 2011 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), la cantidad de chilenos matriculados en alguna carrera (pregrado o posgrado) en el extranjero se duplicó en la última década, pasando de 5.346 a más de 10 mil.
En cultura (47º), se tomó en cuenta las exportaciones de bienes creativos, restricciones a la libertad de circulación y de visados, y la libertad de prensa. En este último punto, el centro de investigación Freedom House, de EE.UU., dice que Chile es el tercer país en Latinoamérica en respetar las libertades de prensa.
En la contribución de la paz y seguridad internacional, Chile se ubica en el puesto 42. Acá se consideran aspectos como conflictos violentos internacionales, las exportaciones de armas y la seguridad de Internet.
En la contribución al planeta y al clima, en el que Chile aparece 18º, se toman en cuenta las emisiones de contaminantes del agua, las emisiones de CO2 y otras emisiones de gases de efecto invernadero. El aspecto más débil del país, es en salud y bienestar, donde aparece 114º. Este apartado muestra las exportaciones farmacéuticas, las donaciones de ayudas humanitarias y las incautaciones de drogas.
Octavio Avendaño, sociólogo de la U. de Chile, indica que el país presenta índices de conflictividad social bajos y un desempeño institucional adecuado, lo que explica que esté cercano a un país como Costa Rica, que destaca internacionalmente como una nación estable y de buen funcionamiento institucional.
"Que nuestro punto menos destacado sea el aporte a la salud y el bienestar se entiende porque en Chile existe poca participación en voluntariado, salvo Médicos sin Fronteras o la Cruz Roja las personas participan poco internamente, y a nivel internacional eso se replica y acentúa", aclara.
CONTRIBUCION MUNDIAL
Todos esos aspectos son relevantes, explica el autor, porque más allá de lo que se hace en casa, cada país también tiene una responsabilidad con el resto del mundo.
Mirada que, para él, es trascendente. "Es esencial para el futuro de la humanidad y la salud de nuestro planeta. Espero que mirar estos resultados les anime a tomar parte en la discusión. Hoy más que nunca, necesitamos desesperadamente un mundo hecho de buenos países. Sólo se consigue exigiendo a nuestros líderes, nuestras empresas, nuestras sociedades y, por supuesto, de nosotros mismos", indica
La investigación no busca realizar una crítica a las naciones, sino abrir un debate sobre el papel que cada una desempeña en el contexto global, indica Anholt. Una medición que, recalca, no se relaciona con buena calidad de vida. "No tiene nada que ver con el comportamiento o situación interna de un país; sólo mide el impacto del país externamente en lo social, económico, cultural, ambiental, la paz, la justicia, la salud, etc.", aclara.
Gran parte de los datos corresponden a informes mundiales de Naciones Unidas y el Banco Mundial, y la mayoría son de 2010. "El Indice de Buen País busca iniciar un debate global acerca de lo que los países son realmente. ¿Es que existen puramente para servir a los intereses de sus propios políticos, las empresas y los ciudadanos, o están activamente trabajando para toda la humanidad y el planeta entero?", se pregunta.
"Los países que compiten por el crecimiento son una receta para el desastre. Si todos tratamos de seguir creciendo sin ninguna consideración por el bienestar de toda la especie y el planeta entero, los problemas globales pronto nos abrumarán. Es hora de empezar a pensar acerca de los impactos locales y globales de todo lo que hacemos, y el Índice de Buen País está diseñado para ayudar", afirma.
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