El preocupante panorama económico de China
La política de Covid-cero no solo amenaza con agravar la situación económica de China, sino que podría repercutir en las aspiraciones políticas del actual Presidente Xi Jinping.
En abril de 2020, cuando China era el único país que parecía tener controlado los efectos de la pandemia, la revista británica The Economist se preguntaba si el gigante asiático sería al final el gran ganador de la crisis sanitaria desatada por el Covid-19. No solo la vida se normalizó antes que en los países occidentales, sino que, además, empresas chinas se convirtieron en las mayores abastecedoras mundiales de productos sanitarios para hacer frente a la pandemia. Dos años después, sin embargo, cuando el mundo ya ha aprendido a convivir con el virus y las restricciones se han levantado o están en vías de hacerlo en la mayoría de los países europeos y de América, China está enfrentando una de las peores crisis desde el inicio de la pandemia, con más de 340 millones de personas afectadas por algún tipo de limitación de movimiento para contener los contagios.
La política de Covid-cero, que llevó hace dos años al Presidente chino Xi Jinping a asegurar que la pandemia había demostrado “una vez más la superioridad del sistema socialista con características chinas”, se ha convertido hoy en la principal amenaza para el gigante asiático. Algunos han sugerido, incluso, que podría amenazar el futuro político del actual líder chino. Si bien Xi Jinping insistió hace pocos días en que “la política elegida” para enfrentar la pandemia “responde a medidas científicas y efectivas” y “superará el test de la historia”, el hecho es que la estrategia de Covid-cero está teniendo serios efectos en la economía del gigante asiático. El PIB de China aumentó un 4,8% en el primer trimestre del año -lejos de las cifras habituales de actividad- y varios economistas están alertando sobre un estancamiento.
China sigue siendo el principal motor de la economía mundial y socio clave de varios países de la región, incluido Chile. Por eso, la preocupante desaceleración de la economía china -que según The Wall Street Journal ha llevado a algunos economistas a no descartar una posible recesión- podría afectar no solo la inestable recuperación económica mundial pos pandemia, sino, más grave aún, presionar al alza a los precios por los problemas en las cadenas de suministro causadas por las restricciones impuestas. Un efecto inquietante en el actual panorama inflacionario, agravado por la guerra en Ucrania. Pese a ello, Xi no parece dispuesto a dar pie atrás en la política Covid-cero, lo que estaría acrecentando las divisiones internas. “Es la élite política más dividida que he visto desde 1989″, comentó al diario británico The Guardian una experta británica en China.
Xi Jinping aspira este año a asumir un inédito tercer periodo como secretario general del PCCh, en el Congreso general del partido previsto para noviembre próximo, para luego ser reelegido el próximo año como Presidente. Eso lo convertiría en el líder chino que más tiempo ha permanecido en el poder desde Deng Xiaoping. Pero en un sistema donde la legitimidad no está dada por el voto sino por el rendimiento de las autoridades a cargo, el difícil escenario económico actual podría convertirse en una pesadilla para las aspiraciones políticas del actual Presidente chino.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.