Oficialismo, oposición y la DC presentarán acusaciones por separado contra ministros de la Suprema

En una carrera de acusaciones constitucionales se transformó la crisis del Poder Judicial generada a partir de las filtraciones de audios y chats del abogado penalista Luis Hermosilla, quien había logrado armar una red de influencias e intereses entre magistrados, políticos y fiscales.

Luego de que diputados oficialistas adelantaran la presentación de un libelo acusatorio en contra de altos magistrados, especialmente en contra de la ministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, la oposición reaccionó anunciando otra presentación paralela.

El libelo opositor sería presentado contra el juez Sergio Muñoz, que -si bien no ha salido salpicado por las filtraciones del caso Hermosilla- está bajo una indagación de la Comisión de Ética de la Suprema por haber filtrado a su hija un fallo que incidía en la compra de departamentos.

En todo caso, la presentación de la derecha, empujada especialmente por la UDI, incluiría a la misma Vivanco, a quien el Pleno del máximo tribunal la suspendió y le abrió un cuaderno de remoción debido a sus comunicaciones con el abogado penalista.

El cuadro, sin embargo, se enredó más cerca de las 19 horas tras una reunión de las bancadas del oficialismo y la DC para coordinar la acusación. Tras el encuentro, el jefe de bancada del PS, Daniel Melo, informó que preliminarmente la presentación sería dirigida contra Vivanco y que posteriormente evaluarían una acción similar contra otro ministro de la Suprema, Jean Pierre Matus, a quien Hermosilla le ayudó a conseguir respaldos políticos en su llegada al máximo tribunal. “Vamos evaluar la presentación en contra del ministro Matus”, dijo Melo, acompañado de los jefes de comité del oficialismo.

El tono condicional de la acción en contra de Matus, a quien los diputados DC lo acusan de haber mentido respecto de su lazo con Hermosilla, molestó al comité falangista. Melo, incluso, calificó como una “falta moral” la presunta mentira del Matus.

Por ello, inmediatamente después de las palabras de Melo, tomó la palabra el vicepresidente de la Cámara, Eric Aedo (DC), quien junto a dos diputados socialistas querellantes en el caso Hermosilla, Daniel Manouchehri y Daniella Cicardini, había encabezado las coordinaciones de una eventual acusación. “Acaban de decir que Matus le mintió al país... ¿Es razonable que siga en la Corte Suprema? Es una falta de probidad aquí y en la quebrada del ají. De aquí al 23 de septiembre, presento la acusación constitucional contra Jean Pierre Matus. En esto no quiero dobleces”, dijo Aedo.

Con este anuncio de la DC, ya serían tres las presentaciones. Una contra Vivanco del oficialismo, otra de la derecha contra la misma magistrada y Muñoz y una tercera contra Matus.

Este cuadro de acusaciones simultáneas es inédito. Si bien en el pasado, por lo general, los libelos contra altos magistrados han sido múltiples (la primera acusación en la historia de Chile en el Siglo XIX se hizo contra todos los ministros de la Suprema), siempre los acusados han sido incluidos en un solo texto. Ahora serían tres documentos, dos de los cuales apuntan a una misma persona.

Hoy la Constitución no prevé un caso así. Por lo tanto, si llegan a presentarse dos acusaciones contra Vivanco, tendrían que votarse por separado. No obstante, en caso de ser aprobados estos libelos, el Senado tendría que innovar cómo vota estas presentaciones.

Este escenario tripartito generó una dinámica de apoyos cruzados. Por ejemplo, la DC ya acordó con la UDI intercambiar respaldos. En el oficialismo, además, hay quienes están dispuestos a apoyar el libelo contra Matus y Muñoz.

La DC, en palabras del mismo Aedo, también está disponible a votar a favor del texto oficialismo contra Vivanco.

Con este panorama de apoyos cruzados, es probable que las tres presentaciones tengan los votos en la sala de la Cámara (mayoría de los presentes) para ser elevadas al Senado. Luego ello, los senadores se constituirían como un jurado para resolver si aprueba o no la destitución de estos supremos.

Al margen de ello, diputados oficialistas admiten que no están completamente convencidos en dar su apoyo para los libelos contra Matus y Muñoz.

Ambos ministros son considerados cercanos al ideario de la izquierda, por lo tanto, hay una consideración política. Sin embargo, también hay razones jurídicas, para algunos no está plenamente acreditada la “mentira” de Matus, de quien creen que fue contradictorio o confuso en sus declaraciones. Respecto de Muñoz, su situación también es considerada menor (habría dado información relevante a su hija para desistir de la compra de un departamento) y su caso no está relacionado con la red de influencias de Hermosilla.

El análisis de la derecha es distinto. Había dos factores que obligaban a los legisladores opositores a dar pasos con precaución. Uno de ellos es el conocido lazo de amistad del abogado penalista, hoy en prisión preventiva, con el exministro Andrés Chadwick (UDI) y el otro es el hecho de que Vivanco militó en el pasado en RN.

En la oposición, adicionalmente, hay un factor de contexto que ha generado una suerte de inhibición a la hora de embarcarse en estas acciones constitucionales. Desde 2022 las distintas fuerzas de derecha suman cinco libelos fallidos en contra de ministros de Estado.

No obstante, desatado el escenario de acusaciones, la bancada de la UDI presionó para que también se incluyera en el paquete de acusaciones a Muñoz, a quien consideran que ha sido un juez promotor del activismo judicial.

“Vamos a presentar una acusación constitucional en contra de la ministra Ángela Vivanco y el ministro Sergio Muñoz, respecto de la acusación ya anunciada en relación al ministro Matus, nos vamos a adherir... Ello puede ser una oportunidad para que desde el Congreso podamos ir devolviéndole a la ciudadanía la confianza en el Poder Judicial”, expresó el jefe de bancada de la UDI, Gustavo Benavente.