Francisco Undurraga (Evópoli) y las fracasadas ofensivas de la oposición: “Muchos parlamentarios lo que buscan es lucirse en forma personal y no generar algo colectivo”

Francisco Undurraga
Francisco Undurraga, diputado Evópoli.

Dado el historial de arremetidas en que han salido derrotados como sector, el diputado afirma que deben dejar de impulsar acusaciones constitucionales mientras no tengan los votos. "Se acabó la temporada de darse gustos para generar división al interior de las oposiciones", asegura.


Luego del fracaso en el último intento por hacer caer a una autoridad del oficialismo -en este caso, la presidenta de la Cámara de Diputadas y Diputados, Karol Cariola (PC)- el diputado de Evópoli, Francisco Undurraga, afirma que la oposición debe unirse para cosas “concretas y realizables”.

En ese sentido, apunta a que la falta de la conversación previa entre los partidos de la derecha ha redundado en las siete derrotas que ha sufrido la oposición en este gobierno: cinco acusaciones y dos mociones de censura a la mesa de la Cámara.

En ese contexto, Undurraga expone el mea culpa del sector en que “no se ha generado una acción colectiva”, lo que ha terminado en que las filas de la derechas se han dividido.

¿Qué balance hace de las fallidas acusaciones constitucionales que ha presentado la oposición?

No han estado los votos, es una Cámara política donde las acusaciones son un uso permitido por la misma Constitución, no solamente por la acusación jurídica, sino por la adhesión de una mayoría y las acusaciones que se han realizado han sido testimoniales e inoficiosas porque no se conversa con las diferentes fuerzas políticas para lograr el éxito de las mismas.

¿Qué mea culpa hace?

Desde Evópoli ninguna porque no hemos sido gestores ni impulsores de acusaciones. Lo importante es no conformarse con dejar un testimonio. Lo que se debe hacer, en primer lugar, es hablarle a todas las fuerzas que son oposición al gobierno para ver si se logran las mayorías necesarias para seguir adelante con el proceso.

Pero usted forma parte de la oposición...

Evidentemente, aquí no se ha generado una acción colectiva y eso ha generado un efecto no pretendido por las personas que impulsan las acusaciones constitucionales. ¿Qué es lo que pasa en una acusación constitucional? Se unen todas las fuerzas del ministro acusado y se supera, como lo que sucedió con la censura a la mesa. Teniendo las divisiones que tenían los parlamentarios de gobierno con un tema tan grave y profundo como es la democracia en Venezuela, finalmente se unieron.

Y respecto a las acusaciones, además del piso político, ¿tenían sustento jurídico?

Algunos tenían más y otros tenían menos, pero yo creo que las acusaciones, para ser efectivas, tienen que tener una consistencia en el texto y generar una adhesión mayoritaria; sino, no tiene ningún sentido seguir insistiendo, que lo único que logra es dividir a los parlamentarios de oposición, y eso es una irresponsabilidad.

Entonces, ¿cómo articular a la oposición?

Primero evitando los llaneros solitarios que buscan lucirse con estas acusaciones y socializándolas. En segundo lugar, los jefes de bancadas tienen que generar más diálogos entre ellos, no solamente en Chile Vamos -que lo tenemos-, sino que con el resto de las oposiciones.

¿Y la intención del diálogo está en todos los jefes de bancada?

Indudablemente que después de la censura y el pésimo espectáculo que se vio y no haber ganado ninguna acusación, claramente no ha habido coordinación porque más allá de ejecutar las atribuciones que la Constitución nos da a los parlamentarios, lo que está sucediendo es que muchos parlamentarios, de distintas oposiciones, lo que buscan es lucirse en forma personal y no generar algo colectivo.

¿Y están resignados? Porque a los llaneros solitarios no se les puede controlar...

Nadie pretende controlarlos, lo que sí se pretende es que generemos un diálogo que al menos al interior de la oposiciones se explique porqué se está tomando la decisión para ver si hay o no apoyos.

¿Ha faltado diálogo?

Porque lamentablemente hay un sector de la política chilena que se ubica en las oposiciones que su proyecto es individual y no colectivo.

¿Hay una bancada más responsable que otra?

No quiero acusar a nadie de irresponsable, pero claramente el Partido Social Cristiano, que ha llevado la pandereta de tres de las acusaciones, ni siquiera han sido capaces de consensuarlas con Chile Vamos, Demócratas, Amarillos y el Partido Republicano.

¿Se sumaría a una acusación contra la ministra Orellana por el despido de Isabel Amor?

Lo que se le hizo a Isabel Amor no tiene nombre, es una falta de respeto con la trayectoria, el ser humano y el proceso en que llega a ser designada. Ahora bien, estas bravatas que se han hecho, si no están los votos no tiene sentido hacerla. Para que tenga efecto, tiene que contar con la mayoría y si no se cuentan con los votos y se pretende encajonar teniendo que apoyar sí o sí, la prueba está en que hay parlamentarios que no asisten y no se logra el efecto que requiere.

Eso es lo que pasó en la última censura, ¿no los hace ver débiles es tipo de antecedentes?

No, porque nadie está obligado a lo imposible y, en el caso de la censura a la mesa, claramente ni en la UDI, ni en Renovación Nacional y en gente que está más allá de la UDI que no concurrió a votar.

Pero votaron a favor el presidente y el secretario general de la UDI...

También actuaron en la misma línea los cuatro diputados de Evópoli, tres votando en contra y uno abstención.

¿Debería acabarse la temporada de acusaciones constitucionales?

No, las acusaciones son un instrumento que hay que usar en forma seria responsable y con un cometido claro que es generar un juicio en el Senado y si no tenemos los votos en la Cámara son improductivas, innecesarias. Mientras no tengamos los votos tenemos que dedicarnos a legislar y a apoyar a nuestros candidatos a los gobiernos locales y regionales.

¿Y para el resto de lo que queda de periodo legislativo?

Nosotros tenemos que unirnos a cosas que sean concretas y realizables. Se acabó la temporada de darse gustos para generar división al interior de las oposiciones. Presentar a tontas y a locas acusaciones que después no se ven reflejadas en los votos no tiene ningún sentido y es una responsabilidad.

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