Un mal pronóstico para el sector de la construcción proyectó para este año el principal gremio empresarial del sector. La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) elaboró un informe en que se estima una caída en la inversión para este año y también proyecta una baja para el 2024 con un efecto inmediato en el empleo.

El informe Macroeconomía y Construcción, MACh 64, concluyó que para este año la inversión en construcción caería 5,9% en el año, principalmente por la importante contracción de las inversiones en infraestructura productiva, tanto del sector privado como de empresas autónomas del Estado.

“Este escenario está marcado por una menor inversión en grandes proyectos mineros y la fuerte caída de la inversión de empresas productivas del sector público, dada por el desplazamiento del cronograma de proyectos de Codelco”, resaltó el gremio por medio de una presentación.

En ese sentido, el gremio alertó por la ejecución presupuestaria del Estado a la fecha. Según detalla el informe, de enero a marzo el Ministerio de Obras Públicas ejecutó cerca del 10% de su presupuesto para iniciativas de inversión, correspondiente a $267.020 millones. “Esta cifra representa una caída anual de 4pp. en términos de avance y de 36% en cuanto al monto ejecutado. La principal razón que explica este menor nivel de ejecución presupuestaria es el retraso en el desarrollo de proyectos de conservación vial”, explicó.

Además, la superficie acumulada para obras nuevas, vía permisos de edificación autorizados, llegó a 1.536.825 m2, lo que representa una caída de 44% respecto del mismo período de 2022 y una contracción de 56% en comparación con el promedio histórico (período 2000-2023). “Estas son las cifras más bajas de las últimas tres décadas”, alertó el gremio.

Otro de los datos que justifican la caída en la inversión para este año es que la inversión productiva sería 34% menor que la de 2022, que el gasto en construcción productivo privado se contraería 43% en relación con el año pasado y que el gasto en el sector productivo público y de empresas autónomas del Estado retrocedería 12%.

Mientras que, para el sector de vivienda, se proyecta una caída anual de la inversión de 6,2%. “La inversión en vivienda pública se contraería 4,4% en doce meses, mientras que en la vivienda privada la disminución sería de 6,6% anual”, estimó el gremio de la construcción.

Para el año, se estima que en Santiago se comercializarán cerca de 25.000 viviendas en el presente año y hasta 30.000 en 2024. De esta forma, y luego del retroceso de 29% en 2022, se esperan ritmos de crecimiento anual entre 22% y 17% en el 2023 y el 2024.

Sin embargo, la CChC dijo que las medidas del gobierno del Presidente Gabriel Boric para reimpulsar la construcción de viviendas ante el aumento de costos de 2020 y 2021 y para cumplir con su Plan de Emergencia Habitacional podrían traducirse en un aumento del número de viviendas terminadas durante este año. Actualmente, 41.000 viviendas muestran un avance de obra mayor al 80%, por lo que este 2023 se podrían terminar más de 44.000 viviendas frente a las 32.000 en 2022, según proyecciones del gremio.

El informe también destacó que en los dos primeros meses de este 2023 se ejecutó un presupuesto asociados a la política habitacional correspondiente a US$ 297 millones, lo que equivale a un incremento de 48% en comparación con el mismo período del año pasado.

Por otro lado, y de forma preliminar, el documento estima una caída en la inversión de 0,5% para el 2024. Esto, significaría dos años a la baja tras que en 2021 y 2022 la inversión en la construcción registró alzas de 11,2% y 2,5% respectivamente.

Ante este contexto, el gremio resaltó los efectos más visibles de este escenario como lo es la desaparición de fuentes laborales. En el primer trimestre del año se destruyeron más de 46.000 puestos de trabajo en la construcción respecto del mismo período de 2022, según alertó el documento.

“Más allá de discutir si estamos en recesión técnica o no, lo que más nos preocupa es la pérdida en un año de 46.000 empleos en la construcción. Una cifra que, si la comparamos con el peak de la prepandemia, indica que se han perdido 64 mil empleos”, dijo el presidente de la CChC, Juan Armando Vicuña.

Sobre el contexto pesimistas que se proyecta para el sector de la construcción para este año, el dirigente gremial de la CChC presentó una serie de propuestas en busca de cambiar el escenario, donde destacó:

Acordar una Política Nacional de Promoción de Inversiones que incluya pactos de invariabilidad tributaria –especialmente para sectores estratégicos, como proyectos mineros o para combatir el cambio climático (plantas desalinización)–, y planificación de largo plazo en materia de infraestructura y desarrollo urbano y territorial, creándose la institucionalidad que la hagan posible.

Mejorar la calidad regulatoria, incluyendo la modernización de normativas que regulan la relación Estado-contratistas, aplicación de medidas propuestas por la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad y fortalecimiento de la certeza jurídica que necesitan los proyectos de inversión.

Asegurar condiciones básicas para las personas y las empresas, condición esencial para la vida en sociedad es garantizar la seguridad pública y erradicar la violencia en sus distintas expresiones.

En medio de las consultas sobre el trabajo de la construcción para revertir el escenario, Vicuña explicó que están trabajando con el Ejecutivo para avanzar en medidas que permitan a los bancos entregar mayores condiciones de financiamiento al rubro.

“Estamos trabajando fuertemente en eso y ojalá pueda terminar lo antes posible esto. De hecho, parte de esas medidas han sido el Fogaes y la garantía del pie (para el crédito hipotecario), son dos temas que salen desde acá en conversación obviamente con los ministerios, pero también con la banca”, dijo Vicuña.

Otro de los temas que se refirió fue el aporte para la construcción del reajuste polinómico: “Ha ayudado. Creo que va por el buen camino, pero todavía hay ciertos reajustes que están detenidos, que estamos tratando de destrabar. Ahí también depende mucho de la billetera fiscal. Por lo tanto, es un poco más lento, sobre todo en una situación donde no tenemos mucho dinero en las arcas fiscales”.

El dirigente gremial resaltó la necesidad de que el Estado no deje que los proyectos sean inconclusos dado el alto costo que tiene relicitar iniciativas ya en construcción.

“El sector está en un valle que tenemos que sacar pronto. Y para eso es tan necesario que, sobre todo en la reforma tributaria, se dejen los incentivos necesarios para la inversión”, agregó.