Vino ícono de viña VIK marca un hito al obtener 100 puntos del crítico James Suckling
El periodista estadounidense es exeditor senior de la revista especializada Wine Spectator y años atrás ha calificado con la nota máxima a otros vinos producidos en Chile.
El vino ícono VIK, de la viña del mismo nombre, un ensamblaje de cabernet franc y cabernet sauvignon de la cosecha 2021, recibió por primera vez el puntaje máximo de 100 puntos del periodista estadounidense James Suckling, uno de los críticos enológicos más reconocidos del mundo y exeditor senior de la revista especializada Wine Spectator. No sólo se trata de un hito para la viña, propiedad del magnate noruego Alexander Vik, sino también para la vitivinicultura nacional, dado lo poco habitual que vinos nacionales logren puntaje perfecto en los listados de especialistas.
Otros caldos nacionales que han logrado esta distinción máxima de Suckling son Seña 2015 y 2018, Viñedo Chadwick 2017 (ambos del viñatero Eduardo Chadwick), Almaviva 2015 y 2017 (de la alianza entre Barón Philippe de Rothschild y Concha y Toro), Clos Apalta 2014, 2015 y 2017 (de la viña franco-chilena Casa Lapostolle), Neyén Malbec 2016 (de la firma española González Byass) y Don Melchor 2018 (de la viña Concha y Toro).
La viña VIK está situada en el valle de Millahue, en la comuna de San Vicente de Tagua Tagua, región de O’Higgins. Allí se encuentra también el hotel homónimo, considerado entre especialistas como uno de los más lujosos y caros de Chile.
“Por primera vez, nuestro ícono VIK obtiene 100 puntos con su última cosecha, un logro extraordinario para una viña que tiene tan solo 20 años de historia”, dijo la empresa en una declaración. “El camino de VIK para llegar a la excelencia en el mundo del vino parte el 2004, cuando los visionarios Alex y Carrie Vik dan inicio a este gran proyecto; tan solo 20 años más tarde llega este reconocimiento para todo el equipo, logrando el puntaje perfecto: 100 puntos otorgados por James Suckling al vino ícono del portafolio VIK en su cosecha 2021″, agregó.
Este vino de ensamblaje, cuya primera cosecha fue el 2010 y se empezó a comercializar en 2015, incorporó originalmente todas las cepas que se cultivaban en su campo: merlot, syrah, carmenere, cabernet franc y cabernet sauvignon. Con el transcurso de los años, evolucionó de cinco a tres cepas, hasta llegar finalmente al caldo del 2021, a cargo del enólogo Cristian Vallejo, que lleva sólo dos cepas: 77% de cabernet franc y 23% de cabernet sauvignon.
En su caracterización, este vino se califica como “grafito intenso con notas frescas de lavanda, tomillo, romero y grosella negra. Toques seductores. Matices de yodo y mejillón. Con cuerpo, gran intensidad y taninos sedosos que crecen en boca mostrando una gran longitud que se prolonga durante minutos. Realmente una gran profundidad. La mejor añada hasta ahora”.
La producción total fue de 4.800 cajas y el especialista recomienda una guarda de cinco a siete años, para beber a partir de 2029.
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