Siguen las modificaciones en la mesa directiva de la firma concesionaria del club de fútbol Universidad de Chile, Azul Azul S.A., tras el cambio de propiedad ocurrida en diciembre, mediante el cual Michael Clark, presidente de la sociedad, pasó a ser el controlador indirecto de la U al tomar el control total del fondo de inversión Tactical Sport.

A la salida de Carlos Larraín Mery, quien renunció el 24 de diciembre, el pasado 30 de diciembre se sumó la dimisión de Andrés Segu Undurraga, que fue informada el pasado martes en la noche, al filo de la celebración de Año Nuevo.

Larraín y Segu habían sido elegidos en la junta ordinaria de accionistas del 25 de abril de 2023. El primero, resultó electo con los votos de Sartor, mientras que Segu fue apoyado por sufragios del expresidente de Falabella, Carlo Solari Donaggio, quien hoy tiene el 6,52% de la propiedad de Azul Azul a través de la sociedad Asesorías e Inversiones Sangiovese Limitada. Segu había conseguido en la elección del 2023 el 10,92% de los votos, por lo que de seguro recibió también votos de los ex Sartor.

Segu había sido senior portfolio manager de Megeve Investments (el family office de los hermanos Solari Donaggio, integrantes del pacto de accionistas que controla el holding de retail Falabella) y de Administradora Farellones Capital, una firma de inversiones que nació como spin-off de Megeve. Pero luego, como hombre de confianza de los Solari, pasó a ser presidente de Farellones Capital, puesto al que también dejó el pasado 23 de diciembre.

Una fuente cercana a la sociedad comentó que Segu había pedido el voto a Solari, pues tenía intenciones de conocer mejor el negocio del fútbol, pero la experiencia no habría sido la mejor, pues normalmente se imponía la voz del controlador, es decir, hasta el 13 de diciembre, la de Sartor, y ahora, la de Clark.

Con estas dimisiones, el directorio continuará con Michael Clark como presidente, Cecilia Pérez como vicepresidenta, Miguel Berr, Roberto Nahum y José Ramón Correa (elegidos con votos de Sartor, pero cercanos a Clark); Paola Davanzo y Juan Pablo Pavez, con votos del segundo accionista de Azul Azul, Daniel Schapira; y Hector Humeres y Andrés Weintraub, nombrados por la Universidad de Chile. Según fuentes del directorio, no habrá nuevas renuncias en la mesa, por lo que este consejo se mantendrá hasta abril, cuando se realice la próxima junta ordinaria de accionistas y se reelija todo el directorio.

En paralelo al anuncio de la dimisión de Segu, el pasado 31, el gerente general de la concesionaria, José Ignacio Asenjo, ratificó a través de un hecho esencial, que el pasado 20 de diciembre de 2024, Azul Azul se habría informado de la transacción mediante la cual Clark, mediante su sociedad familiar Inversiones Antumalal, se hizo del 63,07% de la propiedad de Azul Azul, que antes estaba en manos de Asesorías e Inversiones Sartor, el nombre oficial de Sartor Finance Group, por lo que pagó US$5,7 millones.

“Una operación de transferencia realizada el día 13 de diciembre de 2024, mediante la cual la sociedad Inversiones Antumalal Limitada adquirió 6.354.981 cuotas de la serie única del Fondo de Inversión Privado Tactical Sport, correspondiente al 90% de las cuotas de la serie única de dicho fondo”, dijo el informe a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). De este modo, la concesionaria da cuenta por primera vez oficialmente a la CMF del cambio de propiedad ocurrido en el fondo de inversión controlador.

El pasado 31 también concluía el plazo de tres días hábiles que le había impuesto la CMF a Clark para que tomara las medidas necesarias para subsanar las irregularidades en que, a juicio del regulador, habría incurrido al no informar respecto al cambio de propiedad del fondo Tactical Sport y, como consecuencia, en el control de Azul Azul, así como en la necesidad de que pudiese lanzar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) por el resto de las acciones de la sociedad concesionaria para no perjudicar a los minoritarios en caso de que algunos de ellos quisieran vender su parte al nuevo controlador.

De acuerdo a fuentes cercanas a la sociedad, Clark envió esta respuesta oficial cerca de la medianoche del 31 de enero a la CMF, por lo que el regulador la tiene en su poder y la está analizando, por lo que podría publicarla en su sitio web durante esta jornada o a más tardar mañana. Según trascendió, Clark presentaría un recurso de reposición ante la propia CMF para que ésta nuevamente revise su decisión. Pero previendo que el órgano fiscalizador insista en sus pretensiones, el presidente de Azul Azul probablemente “se allanaría” a lanzar una eventual OPA por el resto de las acciones, aunque a un precio lo suficientemente poco atractivo -en línea con lo pagado a Sartor, muy inferior al precio de mercado-, como para sumar nuevas compras de acciones.