La justicia en tiempos de cross-media




Esta historia comienza en Independencia, Ayacucho, Perú, en 2013. Cuando la periodista y documentalista chilena María Ignacia Court se mete de lleno en el Proyecto Quipu, viajando por alturas de casi 3 mil msnm con tal de producir un documental audiovisual. Ella espera a su primera hija, está con 6 meses de embarazo.

¿Por qué nos interesa esto último? Porque el documental trata de casos de esterilización forzada a más de 300 mil mujeres y 20 mil hombres. Cientos de miles de personas que nunca podrían reproducirse debido a un viciado programa de gobierno en el país vecino implementado hace 15 años. En octubre de 2013 María Ignacia y su equipo se estremecen con la imposibilidad de las protagonistas del documental de concebir. Así que deciden que esto lo debería saber todo el mundo.

El Proyecto Quipu ha estado apareciendo en medios de comunicación estas últimas semanas porque sus creadores -una peruana y dos chilenos bajo el nombre de Chaka Studio- descubrieron una manera de dar a conocer esas historias directamente a cualquier persona del mundo, superando las masivas barreras de desigualdad digital que separan los testimonios de las víctimas de nosotros. Quizás hubiera sido más fácil hacer un documental tradicional. Pero fueron más allá, con tal de conseguir muchos medios involucrados con un fin: conseguir justicia.

Estudiaron el consumo de medios de los afectados y descubrieron que la población involucrada utilizaba casi exclusivamente el teléfono celular más básico como medio de comunicación, y que no tenían acceso a la web. La chispa encendió rápido. Pusieron a disposición el número de teléfono 0800-71011 gratuito conectado a una página web, que permitió a los afectados compartir sus testimonios de primera mano y escuchar los de otros.

Eso se convertirá en materia prima. Testimonios en audio que son recibidos en Londres, son transcritos, traducidos al inglés, quechua y español, y publicados en la web. Serán compaginados para un documental audiovisual, pero también sirven como mecanismo de prueba para los tribunales de justicia en Perú.

Volvamos a María Ignacia. A fines de 2014, con guagua en brazos y siendo entrevistada en un estudio de radio. ¿Por qué nos debería interesar a nosotros? ¿Por qué los medios han hecho eco de esta iniciativa?

Fueron muy inteligentes al abrirse mediante el formato crowdfunding, para que el usuario común y corriente se dejara de blablás de buena crianza y aportara al financiamiento de este “documental vivo” e historia que crece y se transforma, en lo que puede ser también un final abierto.

Cuando escribo esto me entero de que ya consiguieron la meta de 20 mil libras esterlinas, con casi 200 contribuyentes. Felicitaciones Proyecto Quipu por hacernos saber que la justicia, en tiempos de crowdfunding y cross-media, tarda... pero llega.

*Director ejecutivo ALTA Comunicación (@pablocourard).

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