La vida está afuera
Hace casi un año escribí una columna sobre “el nuevo outdoors”, o más bien, cómo esta categoría deportiva ha ido creciendo en nuestro país, no sólo en adeptos, sino que en contenido y en oferta. Hoy, las principales marcas ya dijeron “presente”, las de nicho también. Por lo mismo, la competencia ha aumentado entregando propuestas cada vez más interesantes. Es cosa de subir un cerro el fin de semana: sorprende gratamente como ha cambiado el escenario en apenas un año. El trail running y el mountainbike se han tomado los senderos, utilizando de buena forma nuestras generosas montañas, escenarios naturales únicos en el mundo para la práctica de deportes extremos.
Asimismo, los deportistas recreacionales han aumentado considerablemente, buscando nuevos desafíos que vencer, siempre acompañados de la mejor implementación posible, por lo que el mercado de accesorios técnicos ha crecido en dos dígitos los últimos semestres.
Entonces, como se le dedica más tiempo a la práctica de estos deportes, el consumo obviamente aumenta. No por nada el Mall Sport se llena todas las semanas y podemos ver una generosa oferta en los diferentes malls y los crecientes espacios que las multitiendas le están entregando a la categoría. Somos un país con una geografía ideal para la práctica del outdoor y eso ya quedó claro en las ventas. En pocas palabras, el mercado maduró. Y tiene todo para seguir creciendo.
Pero no nos quedemos sólo con los cerros, ya que la costa nos ofrece las mismas excelentes condiciones geográficas para la práctica de los deportes extremos náuticos como son el surf, el kitesurf y el windsurf. Escuelas de estos deportes están en cada costa local. De a poco hemos entendido que tenemos las mejores olas. Sólo había que creerse el cuento. Y en ese sentido, los grandes atletas son los llamados a masificar todos estos deportes de nicho. Buenos ejemplos han sido Ramón Navarro en el surf o Cristián Bustos y ahora Bárbara Riveros en el triatlón. También está el Coco Zurita en el BMX, pero aún nos falta mucho en otros deportes donde tenemos excelentes competidores pero faltan recursos, como es el ski, el trail running, el skate, el snowboard y el boulder. Las marcas han entendido que tener assets que puedan ser embajadores y que acompañen sus logros deportivos son esenciales para el posicionamiento deseado. Pero no es suficiente para lograr la real masividad y los éxitos deportivos permanentes. La empresa privada no basta. Si estos deportes fuesen olímpicos, quizá otro gallo cantaría. No tengo duda que en el futuro veremos a algún atleta local de deporte extremo en un firmamento olímpico. Algún día lograremos medallas. Mientras aprovechemos nuestros recursos naturales ya que tenemos las mejores montañas y las mejores costas para ser de talla mundial.
*Director ejecutivo ALTA Comunicación (@pablocourard)
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