No me llamen más!
ESCENA 1: Lunes, 9:05 AM. Suena el teléfono, número desconocido, dudo en contestar pero finalmente lo hago. Podría ser importante, me comento. Contesto.
“Buen día, hablo con don Pablo Hernán Courard Martínez? Mi nombre es Ivette Flores, ejecutiva de Banco Itaú, muy buenos días...”
¿Les suena conocida esta situación? Lamentablemente, llamadas como esta las recibo prácticamente todos los días, en diferentes horarios y de distintos bancos y aseguradoras.
Todavía no me calza que estas instituciones traten de captar nuevos clientes y/o servicios a través del telemarketing, es decir, desde un ofertón telefónico. En muchos casos ni siquiera es una persona sino que una grabadora ofreciéndome lo último en deuda encubierta. Mientras estamos en plena discusión sobre la privacidad de las personas y de su derecho al olvido en Internet, me parece inverosímil que estas empresas utilicen esta herramienta para captar nuevos clientes.
Muy por el contrario, es muy desagradable tener que recibir este tipo de telefonazos, lo que genera a la larga que en vez de tratar de captar al nuevo cliente, éste simplemente no quiera saber nada más de esa compañía.
¿Se regulizará esta mala práctica en el futuro? No está fácil. Honestamente tengo claro que este no es un tema prioridad país, pero sí lo es el tema de la privacidad de las personas. Es un tema sensible, que cada día tiene mayor relevancia y en donde las instituciones tienen que poner más foco.
¿Porqué si Carabineros pasa un parte en el Metro a un usuario porque sacó una fotografía en este lugar que está prohibido, las instituciones no podrían ser castigadas por invadir diariamente la privacidad telefónica de los usuarios? El tema ya está regulado en internet, donde existe un junk mail y/o bien uno tiene la posibilidad de pedir que no los vuelvan a mandar un mail solo con un click, pero a nivel telefónico existe un vacío que finalmente el usuario paga el mal rato. Yo no sería tan crítico con este tema si no fuese una situación demasiado recurrente. La reputación corporativa es una variable demasiado importante a la hora de preferir una empresa por otra, por lo que tanto bancos, como aseguradoras, inmobiliarias, telefonías e isapres debiesen recibir el guante y buscar nuevas formas de captar a clientes.
*Director ejecutivo ALTA Comunicación - (@pablocourard).
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.