Estudio: trabajadores no se sienten tan satisfechos con el teletrabajo como las firmas
Encuesta de Deloitte y Cadem concluye que 80% de las empresas consultadas califica como buena o muy buena la experiencia del teletrabajo, mientras que 47% de los trabajadores piensa lo mismo y 23% la califica como mala o muy mala.
El Covid-19 no solo puso presión sobre el mercado laboral, sino que obligó a cambiar su forma de desarrollarse y a migrar más rápidamente hacia el ámbito de la telemática.
Esa es precisamente la realidad que muestra el sondeo “Empresas y Trabajadores en Crisis Covid-19” realizado por Deloitte y Cadem en mayo recién pasado, y que recoge las respuestas de 153 empresas y 700 trabajadores.
En lo concreto, la medición muestra que antes de la emergencia sanitaria, solo el 26% de las empresas disponía de la modalidad de teletrabajo. Ahora, en cambio, ese porcentaje aumenta y el 39% de las compañías consultadas declara que más de la mitad de los trabajadores opera bajo este mecanismo y el 21% en tanto, señala que la totalidad de personal labora desde casa.
Experiencia
De acuerdo al sondeo, la experiencia del teletrabajo es mejor evaluada del lado de la empresa que de los trabajadores. El 80% de las compañías califica como bueno o muy bueno el hecho de tener a sus colaboradores bajo esta modalidad, mientras que ese porcentaje baja a 47% en el caso de los trabajadores encuestados. En el otro extremo, mientras un 23% de los empleados califica de ‘mala’ o ‘muy mala’ la experiencia, solo el 3% de las empresas se inscribe con esa respuesta.
De acuerdo al socio de Deloitte, Marcel Villegas, “la peor percepción de los trabajadores deja un espacio importante para que las empresas trabajen en el ámbito de la cercanía con sus colaboradores, atendiendo las necesidades de los trabajadores, sin dejar de lado los objetivos y metas comunes, miradas siempre desde la colaboración”
Lo dicho por Villegas adquiere mayor relevancia si se considera que, según la medición, casi el 70% de trabajadores encuestados tienen personas a su cuidado, y solo 30% tiene apoyo. Esto “lógicamente implica una serie de dinámicas en el hogar y a la vez probables niveles de tensión entre el hogar y el trabajo, como también impacto en los espacios para el descanso”, explicó.
Apoyo
En esta misma línea, el estudio demuestra que la percepción sobre cuáles serían los apoyos más útiles para los trabajadores en esta crisis es muy diferente entre ambos universos. Así, mientras los ejecutivos consideran lo relativo a herramientas tecnológicas como apoyo al trabajo, los trabajadores, en cambio se inclinan por mejoras salariales e información relativa al cuidado de la salud (salud mental incluida).
Por el lado de la productividad, el 53% de las empresas consultadas señala que se ha mantenido igual a niveles previos a la crisis, y un 23% se inclina por lo contrario. Del lado de los trabajadores, 42% dice que se ha mantenido igual y 43% acusa mermas en la productividad.
Ante esto, el subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, hizo énfasis en que “los empleadores deben promover un tipo distinto de liderazgo, que se base más en objetivos que en el solo cumplimiento de un horario de trabajo. Además, es importante que garanticen el necesario derecho a desconexión de sus trabajadores, así como que los puestos de trabajo reúnan las condiciones de seguridad y salud adecuados”.
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