Iván Mlynarz, de Enami, defiende venta de Quebrada Blanca a Codelco: “Cualquier licitación iba a tomar entre 12 y 18 meses como mínimo”
El vicepresidente ejecutivo de Enami justifica la venta directa del 10% de Quebrada Blanca a Codelco porque entrega recursos inmediatos para afrontar la pesada deuda. "En una empresa que está con las necesidades que tenemos, el factor tiempo es muy relevante". afirma. También defiende el precio pactado y revela que tiene cláusulas de ajuste.
Enami acordó con Codelco la venta del 10% Quebrada Blanca en US$ 520 millones. La operación permitió a Enami recibir esta semana US$ 182 millones y otros US$338 millones antes de 120 días.
El vicepresidente ejecutivo de la compañía, Iván Mlynarz, defiende la transacción de sus críticos -en especial, Sonami- y justificó la venta directa a Codelco por la compleja situación financiera de la empresa.
¿Por qué no se licitó este 10%?
-La condición financiera que tiene la empresa es muy grave y muy severa. Cualquier licitación, en el caso que fuéramos por ese camino, iba a tomar entre 12 y 18 meses como mínimo. El pacto accionario que establece ese 10% que tiene Enami establecía una cláusula que nos permitía no ir a una licitación, que era la venta a una empresa del Estado. Esa cláusula se estableció con anticipación a esta administración y permitía realizar una venta de manera directa, con la menor cantidad de tiempo por delante. En una empresa que está muy complicada, el tiempo es muy importante y no solo para darle alivio a Enami, sino que también a los más de mil productores que nos venden. Encadenamos a pequeños productores a lo largo del país, y el alivio financiero se requiere hoy.
¿Era la única salida que tenía la empresa en este momento?
-Analizamos todas las salidas y propuestas. Sonami nos propuso que nos teníamos que endeudar más, y les hemos planteado con mucha fuerza que, en una empresa sobreendeudada, no es más endeudamiento lo que resuelve su problema, sino que bajar el endeudamiento. Esta venta nos permite bajar el endeudamiento de forma significativa y es la herramienta adecuada para, además, tener que pagar menos intereses. Estamos dejando de pagar intereses el próximo año en torno a los US$ 45 millones. Así año tras año. Si no realizábamos esta venta, la deuda de la empresa se iba a hacer divergente. En cambio, esta medida, junto a las otras que el gobierno está impulsando, como la capitalización, como el aumento de los recursos para fomento, nos permiten encauzar y darle sostenibilidad financiera a la empresa. Un dato muy simple: hoy hemos logrado que las tasas de interés que hemos renovado de los créditos sean 0,4% menores que lo que teníamos la semana pasada, solo por la mejora de las condiciones.
¿No se requería de un proyecto de ley para hacer esta enajenación, como ocurrió con Ventanas?
-Tenemos un gobierno corporativo muy bien definido, en una ley que es muy antigua. Es una ley del año 60, que establece nuestro directorio, sus atribuciones, su composición. El directorio está compuesto por 10 personas, donde están incluidos dos representantes de Sonami. Ese directorio tiene las atribuciones de gobierno de la empresa. Fue la que tomó la decisión de paralizar la fundición de Paipote y es la que ha tomado la decisión de la venta de este activo. Los recursos del anticipo de la venta ya están en las cuentas de Enami.
Desde Sonami dicen que esta operación ha sido poco transparente.
-Cuando uno quiere descalificar un proceso hay varias líneas. Una de ellas es la que señala Sonami. Hemos realizado un trabajo exhaustivo de revisión de alternativas, donde hemos invitado a recibir propuestas. No solo de Sonami, sino que de otros actores. Ese tipo de críticas nos parece que no es razonable. Hemos explicado con toda fuerza que la estrategia acertada es bajar el endeudamiento y no aumentarlo. La venta de activos es el camino. Lo principal es que estamos vendiendo activos que no son parte de nuestro negocio. Nuestro negocio no es ser como Codelco. Nuestro rol es distinto. Nuestro rol es que los pequeños productores que no tienen escala para llegar a los mercados, ni para tener planteles propios, nos venden sus minerales. Nosotros los compramos, los procesamos y los ponemos en el mercado. Esos activos, nuestros 14 poderes compradores, nuestros planteles, y nuestra capacidad de comercialización, es lo que estamos resguardando. Damos la tranquilidad a los pequeños mineros que nuestros poderes compradores seguirán funcionando. Nuestros planteles seguirán procesando y seguiremos comercializando, porque ese es el rol de esta empresa.
¿Es viable Enami?. Lo pregunto porque en general las empresas estatales no quiebran en general, aunque tengan pérdidas por años
-No solamente es viable, sino que también es necesaria. Mantener la pequeña minería necesita una empresa como Enami, con un plan y una forma de funcionar distinta a lo que pasó en el pasado. Necesitamos centrar en que la sostenibilidad financiera es parte fundamental de nuestro rol. Eso lo tenemos que hacer desde hoy, que nos van a llegar recursos adicionales. Tenemos que ser capaces de poner la sostenibilidad financiera por delante. Eso es lo que estamos haciendo. Tomamos decisiones difíciles. La fundición de Paipote era muy simbólica para nuestra empresa. Tuvimos una difícil decisión, pero tomamos la decisión de cerrar, porque no estaba siendo un aporte financiero. Eso que fue muy criticado es lo que tenemos que ser capaces de hacer. No para cerrar la empresa. Cuando paralizamos Paipote fue para hacer una nueva fundición.
¿Cómo responde a otras críticas de algunos parlamentarios que han dicho que esta venta es un error?
-Si no hacemos nada estaríamos cometiendo los mismos errores que se hicieron. Si nosotros tomáramos la actitud de decir tomemos las medidas necesarias, para pasar el problema al siguiente gobierno, no recibiríamos las críticas de ningún parlamentario. Pero no estaríamos cumpliendo nuestro rol. Lo que estamos haciendo puede tener detractores, pero es la medida adecuada y acertada. Estamos dando sostenibilidad financiera a la empresa. Tenemos que ser la administración que saque a la empresa adelante, y las medidas que estamos tomando son las adecuadas.
¿Es un mandato del gobierno el no traspasar este activo al sector privado, porque queda en otra empresa estatal?
-La propuesta que acabamos de hacer tiene una lógica que hemos planteado. En el pacto accionario existía la posibilidad de hacer con mayor velocidad una venta a otra empresa del Estado. Eso no es un mandato del gobierno. Es parte de un contrato que firmó otra administración y otro gobierno. Hemos ocupado esa cláusula que se pensó en otro momento, para poder adelantar esto. Ha sido esta administración, el gobierno corporativo, y las cláusulas que ya existían, lo que tomó la decisión. El rol que juega el gobierno es aportar en otros espacios. El anuncio que hizo la ministra de Minería en la cena anual, de un compromiso del gobierno de dar una glosa nueva de financiamiento directo a Enami es una gran noticia. El rol que juega el gobierno es complementar la estrategia que tiene la empresa de bajar su nivel de endeudamiento, optimizar los recursos que estamos ocupando y dar un nuevo sistema de financiamiento.
¿Hubo algún tipo de negociación con Codelco previo a esta venta?
-Hubo una larga negociación. Tenemos un contrato que es robusto y que es justo. Hay muchas cosas que están contenidas en el contrato. El precio que se fijó tiene ajustes que se van a realizar en la auditoría de venta, que se comienza a realizar desde ahora. Ahí están contemplados posibles ajustes por proyectos que estén en ejecución. Fue una larga discusión. Una larga negociación. Con equipos, en el caso de Codelco con Banco de Chile, en el caso nuestro, con BTG. Equipos de abogados. Fue una larga negociación que estableció un contrato que es robusto y justo.
¿Cómo se fijó este precio para llegar a este monto de los US$520 millones?
-Lo que es más claro es que uno de los elementos que se ocupan para saber si un precio es de mercado o no son transacciones similares. Sumitomo compró el 30% de este mismo activo hace 4 o 5 años atrás, por un valor de US$416 millones, equivalentes a nuestro 10%. Esa es la venta. Cuando uno empieza a ver cuáles son los mecanismos para establecer el valor de un activo de este tipo, uno de los más importantes son las transacciones comparables.
¿Se podría haber conseguido un precio mayor con una licitación?
-No es algo que uno pueda resolver. En una empresa que está con las necesidades que tenemos, el factor tiempo es muy relevante. La velocidad en la que hemos podido desarrollar y adelantar el flujo nos permite dar sustento con anticipación a la empresa y a los mil productores que trabajan con nosotros. Eso también tiene un valor. Una empresa que hoy mejora sus finanzas puede negociar de mejor manera lo que estamos negociando con el litio. Hoy estamos negociando con seis empresas quien va a ser nuestro socio. Las ofertas son distintas si somos una empresa necesitada o una empresa que está con sustentabilidad. Adelantar esta venta con un precio justo es la mejor decisión que tomó nuestro directorio. En la mirada amplia es la mejor alternativa.
¿Fue una buena idea renunciar a estos flujos de Quebrada Blanca?
-No estamos renunciando a los flujos. Estamos adelantando esos flujos. No es que perdimos un activo. Lo vendimos. Hemos recibido un flujo importante que es adelantar dineros que podrían haber llegado en cuatro, cinco o quince años más, los tenemos ahora, para resolver los problemas que tiene la empresa ahora.
¿Se hicieron entonces los cálculos de los dividendos que iban a recibir de aquí a unos años si se mantenía el activo?
-Los dividendos de un proyecto de este tipo es evidente que están dentro del plan minero. Hicimos los ejercicios y hubo tasaciones y valorizaciones que hicieron organizaciones expertas en la materia. Lo que podemos señalar con toda confianza es que el precio que estamos realizando la transacción y los ajustes, han sido capaces de contemplar cada uno de los antecedentes. Nos llama la atención que la transacción similar de Sumitomo no ha sido parte del análisis de Sonami ni de los expertos que han aparecido en los últimos días.
¿Puede asegurar que la empresa va a dejar de perder dinero?
-Nuestro desafío es eso. Ya tenemos señales claras. En los estados financieros del primer semestre de este año, comparados con 2023, pasamos de tener pérdidas operacionales de US$71 millones a US$20 millones. Es una baja muy importante para una empresa como la nuestra. Nuestro mayor desafío tenía que ver con lo financiero, con el endeudamiento, con la cantidad de intereses que teníamos que pagar. Por eso la venta nos va a dar la posibilidad de mejor operacionalmente y financieramente. Eso nos permite decir que para los flujos de 2025, 2026 y 2027, esta empresa tiene otra cara para adelante.
¿Qué van a hacer ahora con deuda más baja?
-Vamos a dejar de pagar muchos intereses. Eso nos va a permitir concentrarnos en el apoyo a la pequeña minería. Vamos a modificar la cultura de esta empresa, donde el tema de no seguir endeudándose sea lo fundamental.
En un momento habló de Paipote, pero también del nuevo proyecto. ¿En qué está ese proyecto?
-El proyecto de modernización está avanzando. Tenemos una ingeniería que se está desarrollando. Estamos en la evaluación de impacto ambiental. El día 13 de este mes vamos a saber las respuestas de los organismos competentes y seguimos la tramitación. Es un proyecto de modernización de nuestra fundición con estándares medioambientales que no tienen parangón en lo que son las fundiciones en Chile. Es una inversión muy importante para el país. Si nuestro proyecto avanza se recupera la capacidad de función de Enami y Ventanas.
¿Cuál es el monto de inversión?
-En torno a los US$1.400 millones que tienen que ser amortizados en 25 años. Creemos que es un buen negocio, no solo para Enami, sino también para el país.
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