Rodrigo Valdés propone que ley que amplía garantías en Fogape sea retroactiva para que empiece a operar pronto y BancoEstado dice que se está evaluando

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El presidente de la estatal, Arturo Tagle, también dijo que los bancos van a perder dinero dando estos créditos, pero entregó detalles de por qué cree que los bancos tienen incentivos para salir a darlos, aunque sólo en algunos casos.


La ley que se está discutiendo en el Congreso para ampliar las garantías estatales en Fogape para los créditos que entrega la banca ya fue aprobada en la Comisión de Hacienda del Senado, pero aún falta su paso por Sala y por la Cámara de Diputados. La proyección del gobierno es aprobarlo esta semana, y el pronóstico de BancoEstado es empezar a dar las primeras garantías el viernes de la próxima semana.

Sin embargo, para el economista y ex ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, este tema es aún más urgente que los plazos que se han establecido. “¿Por qué no hacemos que la ley sea retroactiva a partir de hoy día? Si se hace retroactiva para créditos que se otorguen desde hoy, yo me imagino que Arturo (Tagle) va a tener la libertad de llevarlo al comité de crédito y decir: ´partamos´. Es posible hacer algo para que esto no se demore dos semanas más, porque creo que estas dos semanas que estamos jugando, son re importantes para la viabilidad de muchos negocios”, dijo en un streaming que realizó Pauta esta mañana, llamado ¿Cómo traspasar la liquidez a la economía y a las empresas?.

Frente a ello, el presidente de BancoEstado, Arturo Tagle, confesó que es algo que se ha estado evaluando. “Se ha discutido la posibilidad de hacerlos retroactivo, se ha planteado desde la semana pasada, no obstante, hay que entender que tiene riesgos, porque al no conocer el reglamento, uno no conoce exactamente las condiciones para ver que el crédito va a ser elegible para tener la garantía estatal, pero es una posibilidad que está en discusión”, dijo.

En ese sentido, Tagle llamó a aprobar con urgencia el proyecto, porque “las empresas necesitan dinero y liquidez hoy”.

Por otro lado, Valdés también dijo que hay que tener ojo con las cosas que se fijan en esta ley. “Hay que ser bien cuidadosos con apretar demasiado los spread y hacer esto algo que sea inconveniente para los bancos, por lo tanto, las condiciones que ya se están dando dejan al margen este tema, y yo llamaría al Congreso a despacharlo rápido, y dejarle flexibilidad al gobierno en el reglamento para que vaya testeando cuánto se puede apretar este tema”, señaló.

Tagle apuntó a algo similar: “Puede ser peligroso fijar todas las condiciones en la ley”. De todas maneras, Valdés aclaró que la tasa de 3,5% que se fijó no sería necesario cambiarla, pero para el resto de las condiciones sería deseable que no queden por ley.

Valdés también hizo un llamado a las autoridades: “El mercado funciona muy bien en tiempos normales, es muy eficiente, pero en los tiempos que estamos viviendo hoy día, cada banco no internaliza plenamente el efecto que tiene su acción sobre la macroeconomía y sobre los demás bancos, por ejemplo, y por lo tanto hay que hacer algún esfuerzo adicional, de comprometerlos a todos, de que participen y se pongan por ejemplo números, objetivos bien claros de a dónde queremos llegar”, comentó Valdés.

Valdés agregó que “sería bueno escuchar de los mismos bancos los objetivos de cuánto van a poder reprogramar, porque creo que sin tener ese objetivo, quedamos demasiado en manos de la línea de los bancos, y aun cuando lo diga el presidente o el gerente general del banco, para la gente que trabaja en un banco va a ser bien difícil aprobar créditos que saben que están yendo para atrás”.

Si bien Tagle confesó que los bancos van a perder dinero con estas líneas de crédito Covid-19 que van a entregar, también detalló por qué cree que existe un incentivo para las entidades el hecho de salir a dar estos préstamos, pero dijo que ese incentivo sólo está bien puesto para aquellos deudores que tienen deudas previas con las entidades.

“En este crédito particular los bancos vamos a perder dinero, el incentivo está en perder poco en los créditos existentes, en la cartera stock, que es muy grande. Ahí está el incentivo de los créditos actuales. Ahora, si se trata de enfrentar deudores nuevos, tiene que haber un incentivo diferente”, detalló el presidente de la estatal.

Tagle agregó que para entender esto “hay una mirada macro y una micro. Macro es que, mientras más grande es la recesión, mientras más grande es el frenazo de la economía, más va a sufrir la cartera (de los bancos), por tanto, se va a deteriorar el portafolio completo. Desde una mirada micro, a nivel de cada deudor, le puedo dar el puente para que ese deudor salga adelante y pase este bache, y por lo tanto, si tengo prestado $1.000 y le tengo que prestar $200 nuevos, tal vez salvo los $1.200, a pesar de que los $200 nuevos no tengan ganancias. Ese es el incentivo del privado a participar, salvar a sus deudores y por lo tanto, sacar a flote su cartera”.

En otro tema, Tagle comentó que hoy la mayor morosidad se está observando fundamentalmente en personas, y en los últimos 90 días se ha duplicado. Al respecto, aclaró que en realidad la mayor morosidad tiene que verse reflejada entre marzo y abril, a raíz de las cuotas que habían postergado tras el estallido social.

Salvataje a grandes empresas

El gobierno ya ha dado medidas concretas para salir a dar facilidades a las micro pequeñas y medianas empresas, sin embargo, sobre las grandes empresas aún no hay un plan concreto, aunque el Presidente Sebastián Piñera dijo que están evaluando poder implementar créditos preferentes para éstas, es decir, que los actores que entreguen nuevos préstamos, tengan preferencia de pago frente al resto de los acreedores.

Valdés dijo que es necesario idear un mecanismo. “Tienen una importancia estratégica igual que una mediana o pequeña empresa”, comentó. Detalló que las grandes empresas “tienen manejos de caja más sofisticados, y tienen más caja, por lo tanto, pueden aguantar un tiempo más, y por lo tanto, es importante solucionar lo antes posible el tema de las pequeñas empresas, pero empezar a discutir en serio el tema de las grandes empresas".

¿Cuál debería ser la fórmula? Para Valdés, la idea sería implementar acciones preferentes. “Lo que se ha hecho en otras partes, en general, es inyectar capital estatal a partir de estructuras que mantienen el control de la operación de la empresa en sus dueños, pero al mismo tiempo, cautelan que la plata se use bien, y sea el Fisco el primero que se pague una vez que la empresa flota”, explicó.

En ese sentido, dijo que el diseño que Piñera enunció el fin de semana, “es una solución para empresas que están un paso más allá, es para empresas que ya están quebradas, básicamente. Esa solución tiene cosas buenas, pero también tiene peligros de acelerar quiebras, tiene complejidades que descuidan a los acreedores, y creo que cuidan demasiado a los accionistas actuales, por lo tanto, yo preferiría una estructura parecida a lo que se ha usado, por ejemplo, en el caso de los bancos en la crisis internacional, las automotoras en EEUU para la crisis de 2009, lo que se está usando hoy para líneas aéreas en distintos países".

Por su parte, Tagle cree que las circunstancias no están dadas par un capitalismo popular, y hay que mirar los ejemplos internacionales, y lo que se ha hecho a nivel local. “Más que crear acciones preferentes, (se debería) crear un fondo que pudiera adquirir deudas convertibles en acciones. En EEUU en las líneas aéreas están usando créditos con un producto que en la legislación de allá se llaman warrant, que es un derecho a adquirir acciones nuevas. Es un préstamo sujeto a que si no se cumplen ciertas condiciones, el tenedor del instrumento se transforma en dueño. No se trata que el Estado sea dueño de las empresas, finalmente después se diseñará un mecanismo para vender estas acciones”.

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