¿Qué hacemos con La Dehesa?




Se podría decir que en los últimos 15 años, el escenario urbano de Santiago ha cambiado bastante. Con la aparición de la Costanera Norte y el sostenido crecimiento económico, entre otros factores, nuestra capital comenzó a sufrir una mutación urbana y una edificación de edificios sin parangón en el pasado. De ahí que se ha ido consolidando la necesidad de áreas verdes para fomentar el uso de espacio público en común, además de potenciar la idea de que los parques son necesarios para nuestra calidad de vida. Si hace diez años los parques estaban pelados y veíamos de reojo como los bonaerenses eran los campeones para tomarse los espacios públicos para asados, deportes y un cuanto hay, hoy la realidad local es muy diferente. El santiaguino sale a la calle, aprovecha el área verde, la estima y agradece. Los parques son absolutamente necesarios y además le entregan una plusvalía a las edificaciones aledañas. Por eso en la región Metropolitana  hemos visto la aparición de parques de calidad en comunas como Pedro Aguirre Cerda, Vitacura, San Joaquín, La Pintana, Quinta Normal y Recoleta, entre varias otras.

¿Y qué sucede con La Dehesa? Su actual escenario parece más a una autopista de Los Angeles que a una comuna residencial. Mientras la tendencia nos muestra la necesidad de parques, La Dehesa se empecina en la creación de malls, stripcenters, oficinas, edificios corporativos y un cuanto hay de cemento. ¿Han pasado últimamente por la entrada de Los Trapenses? Una mole de concreto. Horrible. Lleno de semáforos, pasos bajo nivel, luces artificiales y señalética automotriz. Y no tiene para cuando parar.  De hecho, en un rango de 600 metros, pude contar 14 grúas de construcción.

No puedo olvidar como era La Dehesa hace 25 años: Un gran e inmenso potrero.  Puro campo. Era sólo una área verde.  Hoy quedan sólo los cerros.

Pero tampoco nos engañemos: el modelo de urbanismo empleado por Lo Barnechea es similar a cualquier suburbio estadounidense, en donde los lugares de encuentro son principalmente de comercialización como los malls y los supermercados.  No es que La Dehesa sea un bicho raro pero de a poco se está transformando en eso ya que sus vecinos como Las Condes, Vitacura, La Reina si cuentan con espacios públicos de referencia y están dejando a esta comuna puertas adentro. El problema que conlleva eso es que los mismos habitantes de la comuna no conocen a sus vecinos y sus lugares de esparcimiento se reducen al jardín interno o bien a los generosos cerros que colindan con la comuna donde se pueden practicar varios deportes, pero que claramente no son un punto de encuentro. Las inmobiliarias están ganando la pulsada. Y al parecer en La Dehesa están a gusto.



(*) Director ejecutivo ALTA Comunicación. @pablocourard

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