Uruguay y la marihuana




Hace ya varios meses que Uruguay viene contándole al mundo que funciona diferente. Que su posición frente a temas tan importantes como la lucha contra las drogas o el matrimonio igualitario es bastante singular. Que no dependen del resto para la toma de decisiones. Que los choruguas tienen su propia opinión.

Los ojos del mundo se han vuelto hacia Uruguay y a su presidente, José Mujica, quien es un austero político, quizás el más austero de los presidentes de este lado del continente, ganándole incluso a Evo Morales. Todo un personaje para los tiempos que corren.

La razón de que la gente vuelque su mirada hacia Uruguay no es el fútbol ni su crecimiento económico ni sus hermosas playas. Esta vez es por su proyecto de ley de legalizar la marihuana.

Los medios chilenos han tomado la noticia con entusiasmo, focalizándose en el bajo precio que costaría en Uruguay un gramo de cannabis, que sería 10 a 15 veces más barato de lo que se puede conseguir en Chile, y por supuesto, de lo insólito de la medida, en donde el Estado tendría la misión de ser el productor de la hierba. Todo esto impulsado por el mismo presidente. ¿Ustedes ven a Sebastián Piñera o Michelle Bachelet fomentando el auto cultivo de la hierba? Eso si que es apertura señores.

Sin lugar a dudas, un paso adelante en la lucha contra el narcotráfico. Para luchar en este ámbito, hay que tomar decisiones valientes, radicales. Legalizar el consumo y tenencia de marihuana es un paso enorme. Fundacional.

Según mi punto de vista, este inédito hecho en nuestra región tiene un doble objetivo: por un lado la lucha contra las drogas, aunque la marihuana sea la menos dañina y adictiva en contraposición con las más duras como la cocaína y la pasta base, y por el otro, un impulsor del turismo. No es secreto para nadie de que Uruguay ha estado fomentando fuertemente el turismo y comercio, es uno de sus motores de crecimiento dado el problema de no tener grandes recursos naturales para explotar. El hecho de que Uruguay sea un país openmind en el consumo controlado de hierba, lo convierte inmediatamente en un polo de atracción turístico a nivel mundial.

Desde que el debate comenzó en el país oriental, las agencias de noticias y redes sociales en el mundo han estado hablando de Uruguay, y en la gran mayoría de los casos, con una connotación positiva. En un mundo cuando la tolerancia a la diversidad, a la diferencia y a las libertades individuales están muy en alza, Uruguay nos demuestra que están un paso adelante dentro de la región, y en muchos casos del mundo, exhibiendo un nivel de tolerancia y compromiso hacia la comunidad tremendo. Un ejemplo. Te guste o no la marihuana. 

Dentro de los próximos 6 meses veremos el desenlace final de esta historia. Mientras, la última palabra la tiene el senado uruguayo pero ya Uruguay dejó clarísimo para donde va la tendencia frente al tema.

(*) Director ejecutivo ALTA Comunicación. @pablocourard

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