Guía para entender el boom retro de las consolas chinas
Son portátiles, virales, con una infinidad de diseños y precios atractivos tanto para los que quieren ahorrar y los que buscan experiencias premium. La facilidad de comprarlas a través de Internet y el área gris dentro de la ley en el que se ubican las han convertido en los gadgets más conversados en el mundo gamer.
Si creían que el mundo de los teléfonos celulares se está saturando por la necesidad de las compañías de renovar sus smartphones cada año, espérense a conocer a Anbernic, una compañía china fundada en el año 2017 dedicada a la creación de productos para el mundo gamer.
El pasado 19 de noviembre, Anbernic sacó a la venta la RG 406H, una consola portátil basada en Android, capaz de reproducir títulos de generaciones pasadas, desde el Atari hasta la PS2. Un gran día para los gamers pero para Anbernic, un día martes. Esto considerando que solo durante el 2024, la fábrica oriental ha presentado 11 modelos diferentes, prácticamente una consola nueva al mes y considerando que aún falta diciembre, es probable que cumplan con la marca de una consola nueva al mes.
Algo para nada normal, considerando que, por ejemplo, Nintendo lleva 7 años sin renovar a la Switch y PlayStation recién este año presentó un modelo Pro para su PS5.
Y la historia de Anbernic es aún más sorprendente considerando que no es la única marca haciendo lo mismo: con los años se han unido actores como Powkiddy, Retroid, AYN, Miyoo y otras que ni siquiera tienen marca, como las R36.
Así de pujante es hoy el mercado de las consolas portátiles retro, sistemas de videojuegos pensados en quienes desean disfrutar de títulos del pasado principalmente en sus ratos libres y que también han traído de vuelta y de manera más masiva a la cultura de la emulación. Se trata de un mundo que vale la pena conocer, sobre todo en época de rebajas, compras navideñas y de las compras impulsivas a través de sitios de internet.
Un océano nostálgico
Independiente de su forma, precio o diseño, existen principalmente tres tipos de consolas retro disponibles en Internet. Primero están las reversiones de modelos clásicos, que sin ser creadas por la compañía original, permiten usar cartuchos originales para luego ser reproducidos en equipos que mejoran sus funciones, como cambios en el diseño, mejores pantallas o precios más convenientes.
Consolas como la Analogue Pocket y recientemente la Chromatic de ModRetro, ofrecen una experiencia mucho más auténtica, al requerir el uso de cartuchos originales, por lo cual son ideales para coleccionistas.
Pero estos modelos hoy son los menos. Los que realmente mueven el mercado son las consolas retro basadas en emuladores, capaces de recrear decenas de consolas antiguas con sus juegos, simplemente descargando archivos desde internet. La emulación de videojuegos está en un terreno gris de legalidad que permite que efectivamente se hayan convertido en un negocio bastante rentable. Si bien depende bastante de la legislación de cada país, en general la emulación de videojuegos no es ilegal, salvo que se utilice para acceder a contenido que esté protegido por leyes de derecho de autor. Técnicamente, uno podría hacer sus propios respaldos digitales de contenido que ha comprado en el pasado y reproducirlos como una forma de preservar el contenido, pero sabemos que la mayoría no va a hacer eso.
La realidad es que los que usan este tipo de consolas lo hacen descargando las ROMS (el nombre que tienen los archivos digitales que representan a cada juego) y las BIOS (necesarias para hacer que el emulador reproduzca el contenido de manera correcta) desde Internet y de sitios que no necesariamente han obtenido sus archivos de manera correcta. Antiguamente el proceso de emulación requería descargar todo en un computador, correr los programas, lo cual no daba mucho espacio a moverse.
Ahora, los sistemas de emulación se han hecho tan sencillos que en dispositivos fáciles de construir y de pocos recursos, puedes armar una estación de juegos que, al menos, sirva hasta la era de la PS1.
De este tipo de consolas retro existen dos familias: unas están basadas en sistemas Linux y otras en Android. ¿La diferencia? Los sistemas que utilizan Linux generalmente son más baratos y “plug and play”, es decir, generalmente solo necesitas cargar una tarjeta MicroSD con juegos y listo, ya está operativa. Sus limitantes son principalmente que utilizan procesadores menos avanzados, por lo que suelen emular sin problemas hasta PS1, aunque hay máquinas que incluso pueden llegar hasta la Dreamcast de Sega con un rendimiento decente.
Las consolas con Android tienen procesadores hechos para celulares, por lo que suelen ser mucho más avanzados, por lo que pueden emular juegos de consolas más avanzadas como PS2 o Gamecube, además de ser compatible de manera nativa con juegos de celular. Estos dispositivos, eso sí, deben ser configurados de manera manual, ya que, si bien pueden llegar con una serie de programas preinstalados, la mayoría tienen que ser descargados y configurados por el usuario, pero por lo mismo, son mucho más compatibles.
Por supuesto que entre ambas experiencias hay una diferencia de precio. En promedio, una consola en base a Linux tiene un valor que va entre los 30 y 60 mil pesos, mientras que las con Android pueden ir de los 150 mil hasta los 300 mil pesos, por supuesto con algunas variaciones dependiendo de las características de los modelos.
Y esto es muy importante ya que, una vez que decidiste tu presupuesto y el tipo de juegos que quieres usar, es hora de elegir el modelo en particular que quieres usar y acá todo puede volverse muy caótico. Esto porque cuando dije que Anbernic había lanzado 11 modelos de consolas este año, lo más sorprendente es que todos estos modelos tienen formas diferentes y van a traer distintas características para atraer a distintos jugadores.
¿Cómo comprar?
Primero, voy a dar ejemplos solo de Anbernic y de consolas lanzadas este año para que se den cuenta de lo que quiero decir: El modelo más popular de Anbernic es el RG-35XX. Por lo general el número suele tener que ver con el tamaño de la pantalla (3,5 pulgadas en este caso) y luego el XX dice relación con sistema operativo que, en este caso, es Linux. Ahora bien, hay una RG-35XX, una RG-35XX H y una RG-35XX SP y todas tienen un formato diferente: el primero es un formato vertical, similar a un Gameboy Clásico, el segundo es un formato horizontal y el tercero una pantalla tipo almeja que se asemeja a una GameBoy Advance SP. Hay consolas con pantallas cuadradas como la RG Cube de Anbernic y la RGB30 de PowKiddy y las más poderosas que se pueden parecer a una Nintendo Switch como la Odin 2 de AYN, la Retroid Pocket o la Retroid 5 o la RG 406H de Anbernic. Todas estas con Android. O sea, si alguna vez alguien tuvo problemas al elegir entre Xbox, PS o Nintendo, acá la confusión es infinitamente mayor.
Por suerte, Internet se ha vuelto una fuente inagotable de reseñas de estos productos, principalmente en foros como Reddit y canales de YouTube. El más famoso es el de Retro Game Corps, un estadounidense que prueba cada una de las consolas que aparece en el mercado y a las cuales hace extensas revisiones que pueden durar hasta 40 minutos. En español, el usuario TuberViejuber hace lo mismo, pero en habla hispana.
Pero a modo de consejos generales, estas son las cosas que considero son esenciales para elegir al menos en que modelos empezar a fijarse:
La pantalla: No solo importa el tamaño de esta (por ejemplo, los modelos más populares son de 3,5 pulgadas, lo que para muchos puede parecer algo muy pequeño, pero también los hay de 4 que son mucho más amplios e incluso de 5) sino que también su formato: las hay cuadradas, 4:3 y 16:9. Y el tamaño ideal va a depender del contenido que quieras consumir. Si quieres jugar juegos Retro, de portátiles y las primeras consolas, una pantalla cuadrada será ideal. Si eres nostálgico de la era del Super Nintendo, la PlayStation y los arcades, entonces las pantallas de 4:3 son las que mejor emulan un televisor clásico, y los juegos más modernos favorecen al formato widescreen de 16:9. Ojo, todos los juegos son compatibles en todas las pantallas, pero en caso de no calzar veremos las clásicas barras negras para ajustar el contenido.
Los controles: La disposición de los controles también es esencial y va a depender de lo que quieras jugar. Todas tienen una configuración que incluye una cruz direccional, botones frontales, botones laterales y también, controles análogos hechos para jugar juegos en 3D.
Pero va a depender de lo que pienses jugar. Por ejemplo, la RG-35XX SP no tiene controles análogos, por lo que es 100% pensada en lo más retro de lo retro. Y Odin 2 Mini, en cambio, posee sticks de movimiento sobre la cruz direccional, por lo que es probable que sea más útil para jugar juegos modernos y en primera persona.
El tamaño: Finalmente, el tamaño de la consola en sí también es relevante. Consolas más grandes suelen ser más cómodas, pero menos transportables, mientras que las consolas pequeñas suelen hacer muchas concesiones para poder lograr que incluso sean transportables en un bolsillo. Por ejemplo, la batería dura menos, se calientan más rápido o incluso pueden ser más incómodas al priorizar la forma sobre la comodidad.
De hecho, es muy común dentro de la comunidad que los jugadores tengan más de una consola de este tipo, considerando lo baratas que son y lo muy diferentes que pueden llegar a operar, con grupos que prácticamente se han vuelto coleccionistas de estas pequeñas maravillas.
Lo último que quiero mencionar en esta sección es que tanto las consolas de Linux como las Android, al ser de código abierto, son altamente modificables, por lo que, si bien todas operan bien desde el minuto 1, a través de mods, puedes cambiar desde la apariencia hasta la eficiencia misma de las máquinas, siempre que estés dispuesto a seguir tutoriales, comprar tarjetas de memoria y correr el riesgo de que, por un instante, nada funcione.
Tormenta regulatoria
En el pasado mes de agosto, una de las consolas más vendidas de Anbernic se prohibió en Europa. Y no fue precisamente por la piratería, sino que por un estudio que determinó que se trataba de un producto tóxico, ya que sus soldaduras poseían altas concentraciones de plomo, nunca a un nivel que fueran peligrosas para un jugador, pero si para el medio ambiente en caso de que se desechen o bien, si es que los usuarios decidieran abrirla y ponerse en contacto con estas soldaduras para hacer modificaciones, algo que, en la comunidad de jugadores retro, es común.
Un hecho que, considerando la cantidad de productos que lanzan puede ser aislado, pero que habla también del que quizás sea el principal problema al menos en regulación que impide que estos productos puedan ser masivos y se queden como el secreto mejor guardado de Aliexpress.
Hablamos de la completa desregularización que hay tras la creación, venta y creación de estos dispositivos, al ser creados en compañías que operan desde China.
Un ejemplo de ello es que muchos de los modelos de consolas vienen precargados con juegos retro, en tarjetas microSD que incluso los compradores pueden elegir el tamaño y tener ya desde el inicio miles de títulos en sus manos sin tener que ir a Internet. Por supuesto, ninguna compañía ha dado permiso para hacerlo y cobrar por ellos es ilegal, pero de todas maneras se hace y más encima, como llegan en una tarjeta externa, no es algo que sea parte del producto por lo técnicamente la consola en sí no infringe ninguna ley.
Si llama la atención que estas tarjetas nunca incluyen juegos de los más icónicos de Nintendo. Nunca encontrarás ningún juego de Mario, a pesar de que sus consolas si están presentes para emularse, ni tampoco de otras franquicias como Zelda, y es que sabemos que, de todas las compañías de videojuegos, Nintendo es la que más vela en contra de la piratería. Se dice, en todo caso, que la razón por la que lo hacen es para poder venderse sin problemas en portales como Amazon, en donde podrían prohibir su venta si es que se enteran de que hay un juego de Mario.
De hecho, varios canales que cubren estas consolas han tenido que bajar videos en el último año acusados por Nintendo por usar su contenido sin autorización, solo por que sus creadores usan títulos de la compañía para demostrar como funciona la consola. Desde ese entonces que ya nadie usa juegos de Mario (y en realidad, nada de Nintendo) para testear consolas, pero por fortuna hay miles de otros títulos que sirven para lo mismo.
Y es que el caos regulatorio que significa poder controlar los productos vendidos directamente desde China a través de un retail online que, más encima, saca decenas de productos cada año, hacen que el mundo de las consolas retro sea un mercado tan fascinante como parte de nuestros tiempos: decenas de modelos al año, con mejoras que se van incluyendo a medias solo para ser mejor que el modelo del año pasado, pero peor que el que vendrá 6 meses más, generando una nueva era de consumo desechable basada simplemente en la premisa de que todo tiempo pasado fue mejor.
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