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La misteriosa criatura marina con 20 brazos que fue descubierta cerca de la Antártida. Foto referencial.

La misteriosa criatura marina con 20 brazos que fue descubierta cerca de la Antártida

Un equipo de científicos descubrió una nueva criatura con 20 brazos y que posee una protuberancia similar a una frutilla. Se estima que podría vivir hasta los 1.170 metros de profundidad.


El fondo del mar esconde una biodiversidad misteriosa e infinita, incluso para quienes se dedican a investigar exhaustivamente ese espacio. Si bien se ha podido determinar que existen más de 250 mil especies en los océanos, frecuentemente los científicos de todo el mundo están en búsqueda de identificar nuevas criaturas marinas de las que no se tiene noción alguna.

Una situación similar le ocurrió a investigadores de Estados Unidos y Australia, que después de haber realizado una navegación en aguas cercanas al Océano Antártico, se toparon con una nueva especie marina que posee una extraña morfología. Pese a que su aspecto es inquietante, ya que incluso tiene 20 brazos, recibió el nombre de una fruta.

Los resultados del hallazgo fueron publicados recientemente en la revista Invertebrate Systematics.

Cómo es la extraña criatura descubierta en la Antártida

La especie recibió el nombre de Promachocrinus fragarius y pertenece a la clase Crinoidea, en la que se encuentran las estrellas de mar, erizos y pepinos de mar.

A las especies de esta clase también se les llama estrellas de pluma o plumas de mar, de ahí se explica que esta nueva criatura también sea nombrada informalmente como estrella de pluma antártica. Con respecto a la palabra fragarius, esta proviene de la palabra latina fragum, es decir, fresa.

Greg Rouse, académico de biología marina del Instituto Scripps de Oceanografía en la Universidad de California (Estados Unidos) y uno de los autores de este estudio, detalló al sitio Insider que “la estrella de pluma de fresa antártica es una criatura marina con 20 llamados ‘brazos’, algunos irregulares, otros plumosos, y en total pueden medir hasta ocho pulgadas de largo”.

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La especie fue hallada cerca del Océano Antártico. Foto: Greg Rouse.

Según detalla el artículo científico, esta misteriosa especie sería capaz de vivir entre los 65 y 1.170 metros de profundidad. Si bien a simple vista no se asemeja en nada a una fresa o frutilla, en una parte muy específica de su cuerpo se consigue apreciar una protuberancia con pequeños bultos que sí tiene un parecido físico con la fruta roja.

Rouse enfatiza que esos granos que tiene la especie están ubicados donde van los cirros, una clase de tentáculos que sobresale del cuerpo de los vertebrados, invertebrados y algunos protozoos. En el caso de la estrella de pluma antártica, los cirros se eliminaron para ver cómo lucía.

“Hemos quitado un montón de cirros para que puedan ver las partes a las que están unidos, y eso es lo que parece una fresa”, comentó el experto.

Cabe destacar que los cirros poseen unas pequeñas garras en los extremos, lo que les permite sostenerse en el fondo del mar. Los 20 brazos que tiene son lo que tiene mayor extensión en todo su cuerpo. Según Rouse, pudieron verificar que lo habitual es que sus brazos estén ubicados de forma dispersa.

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La estrella de pluma de fresa antártica posee una protuberancia similar a una fresa. Foto: Greg Rouse.

Antes del hallazgo de este invertebrado solo había una especie identificada en el género de estrellas de plumas antárticas, Promachocrinus kerguelensis, detalla el académico. Por lo mismo, con el fin de descubrir la posible existencia de más especies del mismo género, los científicos emprendieron un viaje para recolectar muestras en el Océano Antártico.

Y lograron su cometido: en la exploración encontraron otras cuatro especies que aparentan pertenecer a las estrellas de plumas antárticas. La que recibió el nombre de fresa, eso sí, destaca entre las demás por el número de brazos que presenta.

“La mayoría de las estrellas de plumas tienen 10 brazos”, comentó el investigador al citado medio.

El descubrimiento significa un avance significativo para las estrellas de pluma antárticas, dado que no solo se sumaron a la categoría las cuatro especies encontradas en el Océano Antártico, sino que también otras especies que se habían hallado en el pasado y que su existencia era una incógnita para los científicos.

“Pasamos de una especie con 20 brazos a ahora ocho especies: seis con 20 brazos y dos con 10 brazos bajo el nombre Promachocrinus”, expresó Rouse.

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