Los 5 secretos para una vida larga y feliz, según los estadounidenses más longevos y sabios

Numerosos estudios en Estados Unidos aseguran que las personas que tienen entre 70 y 80 años son mucho más felices que los jóvenes. Lo anterior llamó la atención de Karl Pillemer, un sociólogo de la Universidad Cornell, pues las personas mayores suelen tener distintas preocupaciones y dolores, como haber perdido a un ser querido o estar pasando por problemas de salud.

¿Cómo podían ser los adultos mayores mucho más felices que las personas jóvenes? El investigador se propuso a entender qué era lo que las personas más mayores entendían que la juventud no, por lo que pasó siete años escuchando los consejos prácticos que los longevos tienen para las próximas generaciones.

Según explicó Pillemer, mientras más mayor era la persona que entrevistaba, más probable era que dijera que “la vida pasa en un instante”. Lo anterior no se trata de pesimismo, sino de una perspectiva que inspira a priorizar las cosas que realmente importan.

“Preocuparse desperdicia la vida” y “ojalá hubiera sabido esto a los 30 en lugar de a los 60, habría tenido mucho tiempo más para disfrutar la vida”, son algunas de las respuestas que recibió el sociólogo.

Pero, en resumen, estos fueron los 5 secretos que revelaron los adultos mayores para envejecer feliz:

1. Di las cosas ahora a las personas que te importan, ya sea para dar las gracias, pedir perdón u obtener información.
2. Pasa la máxima cantidad de tiempo con tus padres e hijos.
3. Saborea los placeres diarios, en lugar de esperar a los “lujos caros” que te hacen feliz.
4. Trabaja en algo que ames.
5. Elige a tu pareja con cuidado. No te apresures.

Adicionalmente, esta es la lista de cosas que creían que no valían la pena.

1. Nadie dijo que para ser feliz hay que trabajar lo más duro posible para conseguir dinero.
2. Nadie dijo que fuera importante ser tan rico como la gente que te rodea.
3. Nadie dijo que debes elegir tu carrera en función a tu potencial de ingresos.
4. Nadie dijo que se arrepiente de no haberse vengado de alguien que los menospreció.