Los divulgadores de Instagram
En la red social dominada por las imágenes abundan los influencers de moda, deporte y viajes. Pero un grupo de usuarios han comenzado a valerse de ella para entrar en materias más improbables, con el objetivo de compartir su expertise -y su pasión- con su creciente número de seguidores. Astronomía, historia, derecho constitucional y literatura son algunas de las materias en el currículum.
"Me llamo Josefa Araos, tengo 21 años, soy de Chimbarongo, actualmente vivo en Santiago y estoy estudiando Derecho en la Universidad de Chile. Además soy escritora: junto a June García somos las autoras de la saga de Lulú.
Yo partí haciendo contenido muy chica. Comencé cuando tenía como 16 años, pero en ese entonces era un canal de YouTube donde hablaba de libros. No tenía muchos seguidores, pero fue el primer acercamiento. En 2017, una vez que se publica Tan linda y tan solita aumenté las visitas en mis redes sociales y aproveché de ocupar mi Instagram para hablar de feminismo. Subía historias y por otro lado comentaba de mi vida, lo cotidiano, de todo un poco.
Después del 18 de octubre empecé a informar desde el derecho y se dispararon mis seguidores, que actualmente son 130 mil. Como estudio esa carrera, me interesaban estos temas, pero veía difícil aplicarlos en la vida real. Pero luego vino el estallido y pensé: 'esto es lo que sé, voy a usar estas herramientas para poder ayudar a la mayor cantidad de gente posible'. Lo que hago es hablar en claves no académicas para que todas las personas puedan entenderlo.
Ese mismo día empecé a exponer en mis historias mi visión sobre qué estaba pasando, en videos simples y cortos. Desde qué es un estado de emergencia, los estados de excepción constitucional y cuáles son los derechos del detenido. Y ahí la gente empezó a llegar a mi cuenta en masa.
En general hago los videos como me salen, muy artesanal. Me siento en mi escritorio, empiezo a conversar y grabo videos de un par de minutos. Pero por ejemplo cuando sale un nuevo proyecto de ley y quiero comentarlo en mi Instagram, ahí sí lo leo, hago un espacio de la materia y trato de traducirlo.
Nunca me esperé que un video mío hablando sobre derecho constitucional llegaría a cientos de miles de reproducciones, yo decía "es un tema latero", no veía a la gente tan interesada. Pero así fue. Me impresionó mucho que un día Paloma Mami compartió mi video sobre la nueva Constitución. Son personas que alcanzan a mucha más gente y esto es una cadena.
Yo prendo la tele en las mañanas y veo un panel de expertos en los matinales hablando de la nueva Constitución. En general, personas mayores, en su mayoría hombres y que no generan esta cercanía con la gente porque son demasiado expertos, y piensan que todo el mundo sabe lo mismo y no es así. Creo que la gente prefiere marginarse de estos debates porque no entiende, porque nadie habla en su idioma. Yo explico un poco, con broma entremedio, fácil, con palabras cotidianas".
"Mi nombre es Rodrigo Contreras, tengo 46 años y soy doctor en astronomía. La cuenta @Pildorasdeastro nace porque siempre he querido compartir mis conocimientos. Carl Sagan, un famoso astrónomo y divulgador científico estadounidense, decía que aquellos que no les motiva difundir su ciencia, le parecían tan absurdos como un enamorado que no quiere contarle al mundo su felicidad. No puedo estás más de acuerdo con Sagan, siento que la astronomía es una ciencia tan fascinante que, al menos en mí, ha nacido una necesidad de compartirla para poder disfrutarla aún más.
El boom de los teléfonos inteligente me hizo entender que la mayoría de la gente cada vez se da menos tiempo para leer textos largos, las personas buscan la inmediatez en sus celulares, la noticia corta, la imagen bonita, el mensaje extenso lo pasan de largo. Pensé: ¿por qué no buscar alguna aplicación conocida para enseñar astronomía y sacar a la gente por algunos segundos de su rutina y hacerlos pensar en lo que tienen arriba de sus cabezas? Así nació la cuenta en la que entregaría información del universo en pequeñas dosis. Con este formato no saturaría al lector, pues serían pequeñas cápsulas acompañadas de lindos videos o imágenes.
En mis viajes en metro me dediqué a "espiar" a los otros pasajeros para ver cuáles aplicaciones eran sus preferidas. Por lo que pude constatar, una de las más usadas era Instagram. Además, una vez que me familiaricé con las aplicaciones más conocidas, me pareció ideal para lo que tenía en mente.
Esta ciencia tiene esa arista filosófica que es muy enriquecedora. Quiere responder las preguntas más fundamentales sobre nuestra existencia, origen y futuro. Es maravillosa porque nos hace reflexionar y muchas veces soñar. Realmente vale la pena darle un espacio en la vida y me gustaría lograr que fuese parte de nuestra cultura.
El feedback de la página es bastante buena. La gente queda siempre muy agradecida de que alguien se dé el tiempo de explicarles este tema tan apasionante, pero que muchos ven como algo lejano y difícil de entender.
Hoy en Chile hay un boom por la ciencia porque la gente quiere aprender y maravillarse no con la ciencia ficción, sino que con cosas que son reales y la astronomía te regala eso, la historia real más fantástica que alguien se pueda imaginar".
"Mi nombre es Alex Fuentes, tengo 28 años y soy profesor de Historia. Hace un año y medio se me ocurrió crear una página de Facebook en donde subiera recordatorios e información para el curso en el que daba clases. Además, siempre me ha gustado innovar con material digital para motivarlos.
En el 2018 decidí experimentar con Instagram porque puedo tener un feedback variado: te permite subir historias, realizar encuestas, cuestionarios, pedir opiniones y, lo mejor, es muy simple.
Al pasar el tiempo se amplió a otros públicos, lo que causó que el contenido se fuera diversificando cada vez más. Comencé a crear infografías, juegos, hacer transmisiones en vivo, es decir, traté de aprovechar el interés de las personas para enseñar sobre algo que no era muy común ver en esta red. El trabajo es enorme, tengo que buscar fuentes confiables para que sea de calidad y diseñar las publicaciones de una forma original para llamar la atención.
Es importante poder difundir mis conocimientos, pienso que es un saber necesario para comprender el presente a partir de la reflexión del pasado. La historia permite contribuir al desarrollo del pensamiento crítico, lo que es fundamental hoy.
Nunca me propuse ser influencer, solamente se fue dando con el tiempo cuando la página comenzó a ser vista por más personas y tuvo una buena recepción por parte de la audiencia. La gente te premia por hacer contenido de calidad, además de que uno les brinda la confianza, ya sea respondiendo comentarios o ayudando en privado en caso de que tengan alguna duda específica.
La recepción ha sido genial, la gran mayoría te agradece por la información, conversan conmigo y me recomiendan constantemente. Muy pocos escriben malos comentarios. De todas formas, los mismos usuarios me defienden cuando suceden esas situaciones.
Me encanta aprender y enseñar, es parte de mi vocación, por eso lo hago. Me entretengo y disfruto aportando a la educación. Aunque a la vez siento una gran responsabilidad debido al impacto que genera mi página en las redes sociales. Unir los mundos de la pedagogía y la tecnología, que a veces se consideran tan antagónicos, ha sido muy grato para mí".
Vayaconsumismo es un proyecto de Alejandra Kopaitic (31) y Agustín Orozco (31). Nació hace cuatro años por la necesidad de compatibilizar sus creencias y preocupaciones con respecto a la gestión de residuos. Además, para crear conciencia sobre lo que se genera al consumir irracionalmente productos desechables de modo cotidiano. La idea es que las personas cuestionen sus hábitos, y también difundir ideas en torno a la cultura cero basura.
El nombre surge como una propuesta. Es un juego de palabras, ya que hace una crítica al consumismo -¡vaya consumismo!-, como también para que vayan con sus mismas cosas y evitar lo desechable. Por ejemplo, vaya con su mismo tapper, vaya con su mismo frasco, con sus mismas bolsas.
Instagram les resulta muy cómoda, porque les da la posibilidad de mostrar información de manera mucho más simple. Asimismo, permite que se genere un diálogo en cada publicación, formando una interacción con los usuarios interesados. De esta forma dan a conocer alternativas, ideas y consejos de una manera cercana a la gente. 'Hoy, en general, tenemos o destinamos poco tiempo de atención a algo específico, por eso es importante que cuando uno se enfrenta a un nuevo contenido este sea claro, simple y atractivo', cuentan.
Al pasar el tiempo dieron el salto y comenzaron a realizar charlas en empresas e instituciones. Les empezaron a escribir a través del Instagram para que contaran sus experiencias o enseñaran algo de su camino hacia una vida con menos basura. En ese momento, vieron la oportunidad de poder llegar a un público distinto de una forma más directa.
Por esto, paralelamente a Instagram, realizan estas charlas en varios lugares, esperando que esta temática cobre aún más fuerza y así poder combatir, todos juntos, la crisis climática.
Josefina Sullivan (28) y Magdalena Silva (27) se concocieron cuando pequeñas, ambas amantes de la lectura y se recomendaban libros durante las vacaciones. Al crecer, Magdalena creó un archivo de Google Drive, donde subía todos los libros que había leído junto con una reseña para acordarse si eran buenos o malos. Hace aproximadamente un año y medio, conversando entre ellas, Josefina se enteró de este archivo y se le ocurrió llevarlo a Instagram y comenzar a recomendarlos.
"Vamos comentando libros que hemos leído, les ponemos una nota y los ordenamos por temática en las historias destacadas, para que sea más fácil encontrarlos", dice Josefina. "A la vez, la gente nos recomienda libros que nosotras leemos y después reseñamos. Nuestro seguidores también los comentan si les tinca leerlo o no, si costó enganchar, etc. Por otro lado, damos datos que nos entregan para que todos puedan tener descuentos o dónde comprar fundas de libros o de kindle, cafés o librerías. La gente es muy activa y nos escribe harto. Gracias a eso se va formando un club de lectura".
Magdalena Silva dice que el objetivo es "crear una comunidad lectora, compartir experiencias literarias y gozar de ellas".
"No sabemos exactamente cuándo empezó a crecer tanto", dice Josefina. "Al principio nos emocionábamos por haber llegado a los mil seguidores y diez comentarios. Luego de un tiempo nos dimos cuenta de que empezó a crecer super rápido y la gente nos comentaba mucho".
"De instagram nos gusta que es directo y concreto", agrega Magdalena. "La información se presenta de forma amigable y sentimos que la gente está cómoda interactuando con nosotras por este medio".
"Soy Matías Olguín, tengo 24 años y estudio Periodismo en la Universidad Finis Terrae. Antes quería ser enfermero y alcancé a estar dos años. Cuando me tocaba hacer trabajos, al explicar ciertas patologías o enfermedades hacía videos y lo transformaba, casi, en un reportaje. Al pasar el tiempo decidí que la enfermería no era para mí, sino que quería contar historias y por eso me cambié.
Cuando entré a la carrera, mi objetivo nunca fue crear un proyecto. El vivir fuera de Santiago hizo que durante el trayecto -de una hora o más- desde mi universidad a la casa o viceversa, empezara a publicar las cosas que pasaban. Por ejemplo, subía información sobre un accidente en la carretera o sobre lo que sucedía en el mundo. Así fue creciendo esta cuenta, en vez de divulgar cosas personales hacía eso.
La cuenta lleva cuatro años aproximadamente y su objetivo es permitir que las personas conozcan el mundo de una forma más dinámica, que interactúen entre ellos y traspasen sus conocimientos a sus amigos o familiares. Yo les entrego a mis seguidores de forma breve, minuciosa y profesional, una ventana al mundo.
Mi trabajo, ya sea fotografía, historia o videos -que son mucho más elaborados-, tienen una rigurosa investigación y esa es la clave. Me considero bastante perfeccionista con cada detalle de lo que voy a publicar. También me gusta ser exacto y neutral con los temas.
Cuando pasas de tener muy pocos seguidores a sumar cada vez más, es decir, dejar de ser un usuario común, ocurre una transición y ellos mismos te ponen el título de influencer cuando te premian, te felicitan, se preocupan de ti sin conocerte en persona. Sin embargo, me gustaría ser conocido como reportero o periodista cuando tenga mi título.
Me siguen 50 mil personas y el feedback que tengo con ellos es bueno. Siempre responden a todo. Hay una sección que se llama "Tomemos el puso", en donde subo temas contingentes. Por ejemplo, expongo sobre ciertas leyes y pregunto si están de acuerdo o no. La gente debate, pregunta y les interesa mucho mi opinión".
"Mi nombre es Francisca Lucero, tengo 31 años y soy educadora de párvulos. Mi proyecto @Vidasustentable nació porque, siendo parvularia, partí reciclando con los niños e hice un proyecto en donde se trabajaba la educación ambiental. De a poco fui incorporando temas sobre reciclaje, comencé a leer y me quise involucrar mucho en el área, así que me fui instruyendo cada vez más para poder llevar un estilo de vida responsable y consciente.
Dentro de todo lo que fui aprendiendo, se me ocurrió la idea de empezar a hacer productos reutilizables y venderlos. Sin embargo, no eran muy conocidos, entonces cada vez que concretaba con alguien tenía que explicar cómo ocuparlos, cuál era su impacto, entre otras cosas. Ahí me di cuenta de que las personas no sabían lo que significa llevar una vida amigable con el medio ambiente, por esto decidí crear la página e informar.
Los contenidos se me van ocurriendo a medida de que los seguidores me van preguntando o aparecen nuevas noticias sobre el tema. Se logra dar una buena interacción, ya que todo está basado en mi experiencia y me preguntan bastante. Vidasustentable pronto cumplirá dos años y, a pesar de que no me dedico a esto, es muy reconfortante saber que a la gente le gusta".
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