Pandillero Bukele
“Maté a 500 personas”: la siniestra historia de un pandillero que cumple condena en la megacárcel de Bukele. Foto: Gobierno de El Salvador.

“Maté a 500 personas”: la siniestra historia de un pandillero que cumple condena en la megacárcel de Bukele

El pandillero, detenido durante el gobierno de Nayib Bukele en El Salvador, contó que ingresó a la Mara Salvatrucha (MS-13) a los 14 años. Le pidieron soportar una fuerte golpiza y asesinar a alguien.


El 27 de marzo de 2022, algo cambió en El Salvador. Ese día, se vivió una de las peores matanzas en la historia del país, donde murieron más de 60 personas a manos de pandilleros. Nayib Bukele, el presidente salvadoreño —que se cree que hasta entonces, había hecho un pacto con las pandillas— instaló el Estado de Excepción.

No habría más tolerancia con los homicidas.

Desde entonces, los militares y policías tienen el poder de detener a quien quiera que consideren como “sospechoso” de estar envuelto con los criminales, sin la necesidad de una orden judicial. Además, pueden escuchar con libertad las conversaciones privadas de todos los ciudadanos.

Ese es el complejo e incierto costo de terminar con los miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, entre otras peligrosas pandillas que tuvieron atemorizados a los salvadoreños por décadas.

Ahora, se estima que más de 80.000 salvadoreños están encerrados en las cárceles de Bukele, y los más peligrosos están en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), también conocida como la megacárcel de Bukele.

En ella, los pandilleros no volverán a ver la luz del sol, recibir visitas familiares ni comer carne.

Un periodista de Infobae, Andrés Klipphan, visitó la megacárcel y conversó con un reo. Esposado de manos y pies y vigilado por guardias armados, contó por qué fue detenido y qué rol tenía en una de las más peligrosas pandillas de El Salvador.

Megacárcel Bukele
“Maté a 500 personas”: la siniestra historia de un pandillero que cumple condena en la megacárcel de Bukele. Foto: REUTERS.

Historia de un pandillero de la megacárcel de Bukele

Alex Alfredo Abrego Abrego tiene la cabeza rapada y el cuerpo tatuado. Como todos los demás convictos, viste polera y short de color blanco. Con esa apariencia se mantendrá hasta que muera. Y es que tiene una condena de más de 1.500 años por 500 asesinatos, secuestros y extorsiones.

El periodista escribió que el pandillero “no transmite vida ni sentimientos”.

“Estoy encerrado porque cuando era joven, yo cometí un error: haberme hecho pandillero”, dijo con la voz baja y sin ganas el reo. Y es que el jefe del Cecot, Belarmino García, le ordenó que debía responder las preguntas del periodista por cinco minutos.

Y ningún pandillero puede desobedecer.

El hombre, que tiene 43 años, contó que a los 14 ingresó a la Mara Salvatrucha y, con el tiempo, fue escalando posiciones. Para entrar a la pandilla, tenía que soportar un acto de iniciación llamado “brincar”, donde debía soportar una golpiza de 16 segundos.

Después, debía asesinar a un salvadoreño, sin importar si era un pandillero enemigo, un adulto mayor o una niña. Solo haciendo esto, podía ser parte de la MS-13. Y así lo hizo él.

Pandilleros Cecot
“Maté a 500 personas”: la siniestra historia de un pandillero que cumple condena en la megacárcel de Bukele. Foto: REUTERS.

Pronto, comenzó a matar a sangre fría.

“Casi… ha sido un calvario andando dentro de la pandilla. Participé y presencié persecución, encarcelamiento, aniquilamiento, torturas y muertes que he visto a mi alrededor”, dijo con nerviosismo, mientras rozaba con las manos sus cadenas.

Continuó: “Para ser un buen miembro hay que obedecer a la pandilla. Y hacer todo lo que una pandilla hace, como crímenes, violaciones, secuestros, extorsiones, reclutar miembros, distribución de drogas, sicariato, etcétera”.

Entonces, el periodista le preguntó: “¿A cuántas personas mataste?”.

“Me he visto involucrado en múltiples delitos de homicidios y otros delitos”, respondió el prisionero.

“Pero, ¿cuántos?”, le replicó Klipphan.

“Estoy involucrado en un tema a resolver que son 500 homicidios”.

Entonces, el periodista le preguntó cuántos años de prisión iban a significar todos esos asesinatos.

“Si llegáramos a ser culpables quizás toda la vida. Hasta salir un cadáver de este lugar. Aunque yo me arrepienta y le pida perdón a la sociedad entera, el delito está cometido y tengo que pagar las consecuencias. Tengo que vivir lo que estoy viviendo”.

El periodista le preguntó qué le diría a los salvadoreños ahora.

“Que se arrepientan y que no se metan en delitos. Que van a vivir una eternidad encerrados como yo si no obedecen las leyes de Dios y a las leyes terrenales”.

Pandilleros cárcel de Bukele
“Maté a 500 personas”: la siniestra historia de un pandillero que cumple condena en la megacárcel de Bukele. Foto: REUTERS.

Cómo es por dentro el Cecot, la megacárcel de Bukele

“Intimidante”. El periodista de Infobae describió así el recorrido del Cecot.

Primero, para poder ingresar, hay que ser escaneado por un sistema 3D. Las imágenes las analiza un experto que está en otra habitación, quien minuciosamente registra todo y detecta hasta el más mínimo objeto sospechoso.

Además, contó que hay potentes inhibidores de señal en todo el recinto. Pero de todas maneras, ningún pandillero tiene acceso a teléfono ni visitas de familiares.

La única persona externa con la que pueden hablar es su abogado, pero de forma virtual en una sala, acompañados de los guardias armados de pies a cabeza.

Dentro del recinto, las luces están encendidas 24/7. Nunca se apagan, ni siquiera para dormir.

Megacárcel de Bukele
“Maté a 500 personas”: la siniestra historia de un pandillero que cumple condena en la megacárcel de Bukele. Foto: BBC.

En la mitad del día, les llega su almuerzo directamente a las celdas. Viene en envases divididos en tres espacios triangulares.

“Este es el menú para la población privada de la libertad: arroz, pasta y dos tortillas de las que se utilizan para hacer tacos. Este es el menú permanente. Pollo y carne no existe. No existe el balanceo de la comida”, dijo Belarmino García.

Además, el desayuno es exactamente igual a la cena: “Son frijoles, queso o crema y tortilla. No cambia. No tienen proteínas, solo carbohidratos”.

La bebida es servida en vasos transparentes y de plástico con tapa. “Es un refresco artificial”.

“Los que tenemos acá son sujetos psicópatas, asesinos seriales. Sujetos que no solo privaban de libertad a sus víctimas, sino que antes de asesinarlas las torturaban, las mutilaban, las enterraban en fosas clandestinas… Ese es el tipo de sujetos que nosotros tenemos encerrados en el Cecot”, aseguró el director del recinto.

El poder que tenían las pandillas en El Salvador

Según relató el mismo medio, antes de ser inmovilizados por el gobierno de Bukele, los pandilleros se financiaban provocando terror en la población: extorsionaban a los comerciantes, secuestraban a empresarios millonarios y se dedicaban al narcotráfico.

En El Salvador, se les atribuye la muerte de al menos 120.000 personas.

“Las Maras se transformaron en un Estado paralelo”, dijo el ministro de Seguridad Pública salvadoreño, Gustavo Villatoro. “Tenían el control de más del ochenta y cinco por ciento del territorio salvadoreño. Tenían secuestrado a más de seis millones de salvadoreños”.

También estiman que hay más de 100.000 integrantes de distintas pandillas que otros gobiernos no pudieron controlar.

Esto, según Villatoro, porque esos presidentes “se dedicaron a escuchar a un 3% de ciudadanos enamorados de organizaciones de derechos humanos que defendían a estos criminales (...)”.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.