¿Qué hacen los doctores de árboles y cómo cuidan a sus pacientes?
Frente a los distintos tipos de daños que los ejemplares sufren en entornos urbanos, agrícolas y forestales, los arboricultores se encargan de velar por su bienestar y evitar que se contagien de infecciones vegetales. Acá te contamos cómo trabajan y cuáles son las problemáticas a las que se enfrentan.
Es habitual que en la mayoría de las ciudades del mundo existan sectores en los que se encuentran árboles. Desde avenidas con una serie de ejemplares en fila que figuran frente a los edificios hasta pequeñas plazas con algunas especies a su alrededor.
Pero junto con ello, también lo es ver árboles que botan sus ramas, que están en mal estado o que, incluso, son derribados por motivos estéticos, accidentes automovilísticos, condiciones climáticas naturales o terceros que los dañan sin motivo alguno.
Frente a estas y otras situaciones, los llamados doctores de árboles son los encargados de atender a sus pacientes naturales para mantener su bienestar. Esta disciplina recibe el nombre de arboricultura y es ejercida profesionalmente por expertos en los cuidados desde hace décadas.
Según un reportaje del diario El País, existen dos tipos de problemas que enfrentan los árboles a nivel general.
Los primeros son los de tipo mecánico, en donde entraría a modo de ejemplo la rotura de una rama, mientras que los segundos son los biológicos, los cuales involucran factores como distintas infecciones.
En este sentido, un grupo de expertos detalló al citado medio que ambos son comunes de encontrar en los ejemplares que habitan en las ciudades. Factores como la crisis en la sequía, los maltratos y la falta del mantenimiento adecuado de sus partes, aumentan las posibilidades de que se enfrenten a una infección vegetal.
Si bien, algunas especies son capaces de desprenderse de sus partes muertas de manera natural, lo cual facilita en algunos casos que ciertos animales puedan alimentarse, esto también puede generar una complicación para quienes transitan por las calles de las ciudades.
Es por esto que el especialista de la Associació Balear de l’Arbre, Marc Castilla, hace al citado medio la distinción generalizada entre los entornos urbanos, agrícolas y forestales, por lo que los tratamientos para atender árboles en cada uno de ellos pueden cambiar radicalmente. Si se aplican de manera errónea podrían generar un desastre en el ecosistema de los ejemplares.
Aquella es solo una de las razones de por qué los arboricultores cumplen un rol clave para atender las necesidades de los árboles.
El cuidado de los pacientes
Entre las tareas que los arboricultores o arboristas ejercen en su profesión, se encuentra limpiar las heridas para que no presenten una infección que pueda generar daños o propagarse hacia otros de sus pacientes naturales.
Según declaró al citado medio el ingeniero forestal y experto en esta área, Luis Núñez, existen tratamientos para tratar ciertas enfermedades de manera efectiva, pero también hay otras que si no se regulan a tiempo, pueden expandirse hasta generar problemas severos en el ecosistema, tales como la pandemia de la grafiosis de los olmos que afectó al continente europeo.
Asimismo, aseguró que en los casos en donde se presentan daños severos y repetitivos, en los que la eventual caída de un árbol podría significar un peligro para quienes transitan cerca, podría ser imposible o extremadamente costoso rescatarlo.
Ese no sería el único motivo de por qué se talan en diversas oportunidades, ya que también hay razones estéticas con las que Núñez no está de acuerdo.
Según explicó, los equipos encargados de administrar los cuidados en los municipios no suelen contar con el apoyo de especialistas en esta materia, por lo que tienden a optar por derribarlos cuando consideran que podría entorpecer o no verse bien en un sector específico.
“Son uno de los pilares de la vida, pero no los cuidamos”, expresó a El País el arborista Toni Calafell, quien considera necesario que se tomen acciones concretas para proteger no solo a los árboles más viejos y de relevancia histórica, sino que también a los que tienen menos tiempo de vida.
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