Soy cardióloga y esta es la comida que nunca sumaría a un picoteo
De acuerdo a la cardióloga Elizabeth Klodas, hay un producto específico de la comida chatarra que puede ser dañino por incrementar la presión arterial.
Durante las reuniones sociales, mientras se está realizando un viaje extenso o incluso cuando se está mirando una serie, una de las costumbres que más se repiten es tener algún picoteo de comida chatarra.
Si bien pueden ser muy populares y son altamente tentadores para la mayoría de las personas, los especialistas reiteran que ese tipo de alimentos son uno de los enemigos más grandes de la salud cardiovascular.
Aún más, si es que el consumo es reiterado en el día a día.
La cardióloga Elizabeth Klodas, quien se ha formado en la prestigiosa Mayo Clinic y ha realizado varias publicaciones sobre cómo controlar el colesterol, expresó recientemente que existe un producto específico de la comida chatarra que, como especialista, nunca se atrevería a consumir.
¿La razón? Los efectos nocivos que podría provocar en el organismo.
Este es el alimento que una cardióloga nunca comería
Según explica Klodas en un artículo del medio CNBC, entre toda la comida chatarra que existe, jamás se atrevería a consumir una que está presente en todos los negocios y supermercados: las papas fritas en bolsa. En esa categoría también entran los nachos y snacks de maíz.
“Tienen un alto contenido de aditivos y un bajo contenido de fibra y otros nutrientes beneficiosos”, argumenta la cardióloga. En el caso de la población de Estados Unidos, son de los productos más populares.
En la publicación, la doctora reiteró cómo la ingesta de este producto puede ser dañina para la salud. “En un año, comer solo una bolsa de papas fritas del tamaño de un refrigerio todos los días podría agregar aproximadamente 3/4 de taza de sal al cuerpo, y añadir hasta 15 libras (casi 7 kilos)”, expresa.
Otra de las consecuencias que provoca el alto contenido de sodio de las papas fritas es el aumento la presión arterial, además de verse afectado el colesterol y el azúcar que hay en el cuerpo.
De acuerdo a Klodas, puede que ni siquiera sea necesario consumirlas durante un año para poder darse cuenta de los efectos. “Los estudios demuestran que comer alimentos de mala calidad afecta negativamente la función de los vasos sanguíneos a las pocas horas de su consumo”, afirma.
Qué otras alternativas hay
Klodas asegura que hay varias opciones que podemos elaborar en nuestra cocina y que pueden ser más beneficiosas por tener fibra, antioxidantes y ácidos grasos, además de ser amables con la salud del corazón.
Una de ellas es el hummus, preparación que se caracteriza por tener una consistencia parecida al puré y que se realiza con garbanzos.
“Aproximadamente media taza de hummus es el equivalente calórico de una bolsa pequeña de Cheetos o Doritos”, dice la cardióloga. Esta receta, además, puede potenciarse con algunas verduras, como palitos de zanahoria.
Otra opción sencilla, rápida y que nunca falla son los frutos secos. Klodas expresa, eso sí, que se deben evitar los que vienen con agregados de sal, de manera de tener “todos los beneficios nutricionales sin la carga de sodio”.
Por último, un alimento que siempre debe estar presente en nuestra dieta es la fruta. De acuerdo a la doctora de Mayo Clinic, dos plátanos o tres naranjas tienen las mismas calorías que una bolsa pequeña de papas fritas, solo que con las primeras tendrás mucha cantidad de “vitaminas, antioxidantes y fibra”.
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