Argentina reabrirá gradualmente y aumenta apoyo a Fernández

Buenos Aires
Personas con mascarillas compran en el barrio Villa 31, con una alta propagación de coronavirus, en Buenos Aires. Foto: Reuters

El Presidente anunciaría este viernes la extensión de la cuarentena pero tiene luz verde para su flexibilización. El gobierno piensa en un esquema de horarios para salir y para no congestionar el transporte público.


Es el noveno país con mayor cantidad de casos Covid-19 en América Latina, con 5.208 contagiados y 273 fallecidos (apenas 6 por cada millón de habitantes), muy por detrás de las cifras de Brasil, Perú y Ecuador. Argentina, con cerca de un mes y medio de cuarentena obligatoria, se prepara para reabrir gradualmente el país desde este lunes. Esta semana, el comité de expertos que asesora al Presidente Alberto Fernández dio luz verde para flexibilizar la cuarentena, sin embargo, los detalles de dicho plan debían ser aún conversados con los gobernadores. Fernández sostuvo que levantar la cuarentena sería “llevar a la muerte a miles de argentinos”. Por eso el mandatario alargaría la cuarentena hasta el 24 de mayo -lo que sería anunciado este viernes- pero relajará varios aspectos, como el funcionamiento de 1.060 industrias y la actividad en algunos sectores del comercio en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, la “zona roja” del país, según detalla Clarín.

Para los especialistas, esta cuarta etapa debe ser de una “reapertura progresiva que permita retomar el trabajo y actividades locales”. Según indican los medios transandinos, existe concordancia en que la cuarentena le ha permitido al gobierno ganar tiempo para preparar al sistema de salud.

Entre las actividades industriales que podrán volver a operar y que significan 200 mil empleados, se incluye automotrices, indumentarias, calzado y cuero, caucho, plásticos y químicos, papeleras, tabacaleras, entre otras.

Mientras aún se especulan cuáles serán las nuevas medidas, sí está más claro cuáles seguirán siendo las restricciones. Según La Nación, habrá cinco restricciones inamovibles: clases presenciales en colegios y universidades, eventos públicos y privados de cualquier índole que implique concurrencia de personas, cines, teatros, centros culturales, actividades turísticas y las fronteras continuarán cerradas, y aún no está pensado que se vuelvan a habilitar los vuelos internos. En cuando al transporte público local, los expertos recomendaron su operación con capacidad limitada.

¿Horarios para todo?

“Estamos cumpliendo los objetivos que nos hemos fijado, estamos muy cerca de que la velocidad de duplicación del contagio sea de 25 días. En esa fase podemos hacer una apertura para el 75% de la gente en todo el país. Este es el plan que tenemos”, resaltó el mandatario argentino en una entrevista radial el miércoles.

Según información de Clarín, el borrador del gobierno para flexibilizar la cuarentena cuenta con un elemento novedoso y es que se fijará horarios para todo con una segmentación según edades o sectores de la economía, para pasear, ir a comprar, para entrar y salir del trabajo.

La idea de ese plan es también lograr la descongestión del transporte público. Por ello se busca acordar un esquema de horario para que se retomen las actividades sin saturar trenes, subtes y colectivos.

Además, Fernández buscaría insistir en las “salidas recreativas” que fueron rechazadas por cuatro provincias, entre ellas la de Buenos Aires y la Ciudad. Y de acuerdo a una alta fuente de ésta última que habló con Clarín, “hay chances” de comenzar a implementar estas salidas.

Sube aprobación

Mientras el Presidente ultima la flexibilización de un confinamiento que ha dado resultados positivos, lo que también ha sido positivo para él es su apoyo y aprobación ciudadana. Según un estudio de la consultora Trespuntozero, Fernández tiene una imagen favorable del 68,5%. En diciembre su respaldo llegaba a 56,8%.

A su vez, una encuesta de Real Time Data (RTD) registró que el 66% aprueba el trabajo de Fernández. El director de RTD, Nicolás Solari, dijo que la imagen favorable se basa en la gestión sanitaria, algo que a futuro podría verse opacada por la gestión económica.

“Alberto Fernández es reconocido por haberse puesto al frente de la crisis sanitaria y haber logrado, hasta ahora, controlar la curva de contagios y muertes de Covid-19. Esta dimensión sanitarista de la gestión es la que cosecha una alta aprobación. Ahora bien, a medida que pasan los días, el miedo a la pandemia cede ante las preocupaciones económicas, donde la gestión del Presidente es mucho más precaria”, indica a La Tercera Nicolás Solari.

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