Denuncian malas prácticas laborales en empresa de avión que se accidentó en Argentina
Sindicato de Aeronavegantes dijo que una azafata fallecida en la tragedia, había denunciado a Sol Líneas Aéreas por violar normas de protección de tripulantes de cabina.
La Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), a través de su vocero Ricardo Frecia, dijo que no tienen la mejor relación con Sol Líneas Aéreas, empresa del avión que se accidentó en la Patagonía y que dejó 22 víctimas.
"No tenemos la mejor relación con Sol porque es una empresa que viola sistemáticamente las normas que hacen a la protección de los tripulantes de cabina, no se respetan las máximas actividades y los mínimos descansos para preservar a los tripulantes de la fatiga de vuelo", afirmó el dirigente sindical a radio LT3 de Rosario.
Frecia recordó que la azafata fallecida en la tragedia, Jésica Fontán, había realizado varias denuncias por las condiciones de trabajo en la compañía. "Estuvo la semana pasada en Aeronavegantes, ella logró vencer el miedo de denunciar las irregularidades, los mínimos descansos y las máximas actividades. Nos comentaba, por ejemplo, que no podían comer entre vuelo y vuelo durante diez horas, hoy nos enteramos de otras cuestiones más porque vinieron otras compañeras acá", añadió.
La AAA aportará pruebas al juzgado que investiga la tragedia para que evalúe las normas de seguridad en la empresa.
En tanto, un pasajero que descendió del avión en una escala previa al siniestro, recordó hoy que la azafata le dijo que por la cantidad de horas que debía trabajar el viaje se le haría "eterno". "En esos aviones (la tripulante de cabina) siempre se sienta enfrentada a los pasajeros y le tocó estar frente a mí. Me contó que por lo largo del vuelo tendría como nueve horas arriba del avión. Me dijo una frase que ahora me suena horrible: 'El viaje se me va a hacer eterno'", aseguró Facundo Rossi, quien recorrió el trayecto entre las ciudades de Córdoba y Mendoza.
FAMILIAS
"Estamos destrozados", dijo hoy el padre del lactante que murió junto a su joven madre de 20 años en la tragedia. "Quiero viajar al lugar del accidente", rogó el hombre en el aeropuerto de la ciudad de Comodoro Rivadavia, en la provincia de Chubut, destino final del vuelo que había partido de la ciudad de Córdoba y había hecho escalas en Mendoza y Neuquén.
En esta última ciudad había subido al avión Carina Mansilla y Santiago Benjamín Sloper, de 10 meses. "Ella no iba a volar, pero se venía en avión porque Benja estaba con broncoespasmos", relató su tía, Viviana. Una mujer que esperaba a su novio, con quien se iba a casar en poco tiempo, entró en crisis al conocer la noticia. Oriunda de otra provincia, estaba sola en Comodoro Rivadavia y debió ser consolada por empleados del banco donde su novio era gerente, relataron los trabajadores del aeropuerto.
La tragedia también afectó a una familia que ya había vivido una pérdida dolorosa, ya que en el accidente murió un geólogo y profesor universitario, cuyo hijo fue hallado hace dos años decapitado en la norteña provincia de Catamarca.
En tanto, la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC) comenzó la labor de determinar las causas que provocaron la caída del vuelo. Al parecer esta tarea no se resolverá en los próximos días, sino que será cuestión de un par de meses, según consignó diario Clarín.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.