Cómo la conmemoración del 11-S y el caso Audio agitaron al Congreso
Ambas temáticas elevaron la tensión y crisparon el ambiente entre los parlamentarios, quienes hicieron duras intervenciones. Ayer durante la sesión especial a la cual se invitó al exministro Andrés Chadwick -quien no asistió- los diputados del oficialismo hicieron fuertes imputaciones contra la UDI.
“Mándanos a Pisagua, saco de w...”.
Ese fue sólo uno de los gritos que se escuchó desde el hemiciclo de la Cámara de Diputadas y Diputados en medio de un áspero inicio de sesión, a 51 años del Golpe de Estado.
Esta fecha, especialmente sensible para algunos diputados del Partido Comunista -como Lorena Pizarro y María Candelaria Acevedo, quienes perdieron a familiares durante la dictadura-, crispó el ambiente entre los diputados.
En ese sentido, ya al inicio de la sesión, los jefes de las bancadas del Partido Republicano y de la UDI -Stephan Schubert y Gustavo Benavente, respectivamente-, se acercaron a la testera de la Cámara para solicitar que los diputados del PC retiraran los carteles que tenían en sus pupitres, los cuales exhibían los rostros de las víctimas de la dictadura.
En ese contexto, es que la presidenta de la Corporación, Karol Cariola (PC), invocó el reglamento de la Cámara solicitó a los diputados que retiraran los carteles, “entendiendo la fecha que hoy día conmemoramos”.
La solicitud de la presidenta encontró inmediata respuesta entre uno de sus pares de su partido, Luis Cuello, quien pidió “recabar la unanimidad para hacer una excepción reglamentaria y permitir que se exhiban las imágenes de los detenidos y de los ejecutados políticos”.
Sin embargo, no se logró ese cometido. En medio de eso, varios diputados del oficialismo -como los PC, además de Hernán Palma (Humanista) se levantaron de sus asientos mostrando los carteles por todo el hemiciclo. “¡Que digan dónde están!”, exclamó Palma.
Posterior a ello, Schubert manifestó se dirigió a los diputados oficialistas: “Colegas, ustedes tienen todo el derecho de manifestarse, pero tenemos una sesión que hacer, hay oportunidades y momentos, esto de pararse así lo que busca es amedrentar”.
Momentos después, Palma volvió a gritar “¡dónde están!”. Lo que encontró la respuesta de Benjamín Moreno (republicano). “En el médico legal”, señaló.
Con los ánimos caldeados, los diputados siguieron haciendo puntos reglamentarios. Lorena Pizarro, por ejemplo, intentó hacer uno, en medio de la arremetida de los diputados republicanos, que la emplazaron a citar qué artículo del reglamento invocaba para intervenir.
“Artículo 90, el numeral que quiera”, respondió Pizarro. Su intervención, en todo caso, encontró la negativa de Kariola, solicitando que se le corte el micrófono y dando paso a una suspensión de sala por dos minutos.
Una vez retomada la sesión, los diputados oficialistas seguían en medio de la sala, lo que obligó a la presidenta, en tres oportunidades, a solicitar que volvieran a sus asientos.
Junto con ello, la timonel de la Cámara pidió que “por la buena convivencia de esta Cámara de Diputadas y Diputados que podamos resolver de la mejor manera posible y retomar nuestra sesión”.
“Sabemos que esta es una situación compleja y queremos que la podamos retomar en la civilidad y en el comportamiento democrático que esto requiere y corresponde”, añadió Cariola.
Luego de ese llamado, Pizarro señaló que accedían a retirar los carteles.
Posteriormente, Rubén Oyarzo solicitó un minuto de silencio “por los caídos de ambos lados”, la cual fue rechazada. Luego intervino Alberto Undurraga -presidente de la DC- quien pidió que al final de la sesión se hiciera un minuto de silencio por todos los detenidos desaparecidos, que también fue rechazado.
Más adelante intervino Benjamín Moreno (republicano), quien emplazó a Cariola a ejercer con más fuerza el reglamento. “Usted ha sido en extremo benevolente con los miembros de su bancada”, acusó el parlamentario.
En medio de eso, desde el otro lado de la Cámara, el diputado Matías Ramírez (PC), le gritó: “Mándanos a Pisagua, saco de w...”.
Quien se hizo cargo de esa alocución fue Luis Sánchez (republicano), quien exclamó: “¡El nivel al que hemos llegado en esta sesión de sala es una ofensa a todos los chilenos que pagan nuestros sueldos, cómo no podemos ser más educados, más dignos, más decentes!”. El parlamentario, además, exigió sanción para el parlamentario.
Sobre este punto, Cariola aseguró que se le multará al diputado Ramírez.
La lectura del texto sobre el juez René García
Luego de los emplazamientos cruzados, a solicitud de la bancada del Frente Amplio, se leyó un extracto del libro “Soy testigo” del juez René García, quien llevó adelante más de 350 casos de torturas de la Central Nacional de Informaciones (CNI).
“El relato del hallazgo de un cuerpo desmembrado en el río Toltén no es un caso aislado, sino un símbolo de las innumerables violaciones a los derechos humanos ocurridas entre 1973 y 1990 en Chile. Durante la dictadura civil-militar, más de 40 mil personas fueron víctimas de graves violaciones a los derechos humanos, incluyendo ejecutados políticos, detenidos desaparecidos, y aquellos que sufrieron prisión política y tortura, según lo documentado por las distintas Comisiones de Verdad. Estas cifras no son solo estadísticas; representan vidas truncadas, familias destrozadas y heridas profundas que, hasta hoy, siguen sin sanar en nuestra sociedad”, es parte del extracto.
“Las palabras de René Orlando García Villegas nos recuerdan que el respeto por la dignidad humana es el fundamento de toda sociedad justa. Nunca debemos olvidar que la protección de los derechos humanos es una tarea continua y que el olvido o la indiferencia ante estas violaciones abre la puerta a nuevas formas de injusticia”, cierra el documento.
El caso Hermosilla que aún tensiona a la Cámara
Pasadas las 21.00 horas de ayer, la Cámara de Diputados terminó la sesión especial que buscaba analizar los vínculos del exministro Andrés Chadwick (UDI) en el caso Hermosilla.
Una de las intervenciones más incendiarias fue la de Consuelo Veloso (Indep.), quien acusó a la UDI de robarse plata. “No tengo ninguna duda”, afirmó la diputada.
Quien también elevó el tono fue la diputada Maite Orsini (FA), quien planteó que “las Fuerzas Armadas intervengan uno de los epicentros de la delincuencia, la sede de la UDI”.
Esta intervención motivó a Francisco Undurraga (Evópoli) a involucrarse en el debate. “Eso es de lo más grave que yo he escuchado en este hemiciclo”, acusó.
Más adelante, la diputada Daniella Cicardini (PS) sostuvo que “Chadwick era el brazo político articulador del señor Hermosilla”. Esta alocución, llevó a que Undurraga volviera a reaccionar, acercándose hasta el asiento de la diputada y exigirle que cuidara sus expresiones.
“Nos vino a decir: tengan cuidado. Quiero dejar en acta, porque fue con un tono amenazador”, dijo en la sala Cicardini.
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