La pedregosa etapa de la Ley Antiterrorista en la comisión de Seguridad de la Cámara

OPOSICION - SEGURIDAD

Los aplazamientos en votaciones de artículos clave, los nudos y el desorden que ha tenido la discusión, son parte de los episodios que se han dado en los acalorados debates al interior de la instancia. Aunque el avance ha sido importante, aseguran, no ha estado exento de tensiones entre sus protagonistas.


Al paso que vamos, votando un artículo por sesión, vamos a terminar esto en diciembre del próximo año”.

Esa fue la advertencia con que la presidenta de la comisión de Seguridad de la Cámara, Gloria Naveillán, ejemplificó lo complejo que ha sido avanzar en la iniciativa. La última sesión de la comisión fue especialmente complicada para la parlamentaria ya que, a pesar de los tiempos que quería imponer para el resto de los integrantes, las intervenciones -tanto de los diputados como de los asesores- sobrepasaron con creces los minutos que autorizaba la diputada.

Les pido por favor, tenemos que avanzar, les ruego que cada intervención no sea más de dos minutos, si no, no vamos a lograr salir adelante con esto”, dijo posteriormente.

Gloria Naveillán
Gloria Naveillán sacó múltiples reacciones por negar la violencia sexual de agentes de la dictadura.

La discusión de la iniciativa ha tenido permanentes episodios de tensión. Una de las razones que explica el ambiente de tramitación de este controvertido proyecto de ley es la propia naturaleza del tema. Así lo transmiten en privado sus protagonistas quienes agregan que eso es lo que genera que el debate se torne áspero. Otras fuentes vinculadas al proyecto agregan que la iniciativa es “densa jurídicamente”.

Sin embargo, tanto los parlamentarios y el Ministerio del Interior identifican la definición de asociación terrorista como uno de los nudos más complejos que se han debido destrabar. Otra discusión en que los diputados han vertido mayor tiempo fue la figura del lobo solitario, es decir, aquella persona que actúa de forma individual para cometer un delito terrorista.

El diputado Andrés Longton (RN), señala que “logramos enriquecer el catálogo de delitos base del lobo solitario e incorporamos figuras objetivas para que el remedio no sea peor que la enfermedad, y no tengamos que probar, además de las finalidades terroristas, todos los elementos constitutivos de la asociación terrorista”.

En tanto, la diputada Alejandra Placencia (PC), afirma que “desde el oficialismo nos hemos enfocado en resolver cosas que son clave, como por ejemplo definir cuándo hablamos de asociación terrorista, qué delitos son considerados terroristas y qué pasa finalmente con la figura del terrorismo individual inconexo”.

En cuanto al lobo solitario, Placencia sostuvo que desde el oficialismo “hemos planteado algunas dudas respecto a la incorporación del terrorismo individual inconexo porque nos parece importante distinguir entre delitos comunes, o bien delitos cometidos por el crimen organizado que pueden ser muy graves, y los delitos que son considerados como terroristas”.

Esta mirada es criticada desde la derecha. Longton -quien fue presidente de la comisión antes que Naveillán- cuestiona que “el FA y PC son reacios a avanzar en cosas elementales como que una sola persona sí puede cometer delitos terroristas votando lo que en seguridad ya es habitual incluso en contra de las propuestas de su propio gobierno”.

Un tercer nudo -que incluso motivó a Naveillán a suspender una sesión y a posponer esa votación- fue definir qué autoridades iban a estar consideradas como víctimas de una acción terrorista.

Episodios de tensión

Sortear estas discusiones no ha sido fácil. La sesión del jueves de la semana pasada se tuvo que suspender para rediseñar dos indicaciones que se le querían introducir al articulado del catálogo de delitos. “Como presidenta de la comisión, voy a tomar la decisión de reabir el debate dando la palabra hasta por tres minutos a un diputado que defienda cada postura”, dijo en referencia a la enmienda del gobierno y a la de diputados de oposición.

A pesar de ello, las intervenciones no cesaron, lo que llevó a la presidenta de la comisión a fiscalizar a lo largo de las dos horas de sesión, el tiempo que tenía cada integrante.

En medio de esos intentos de Naveillán por acotar los tiempos de alocución tuvo un altercado con el diputado Andrés Jouannet (Amarillos). “Le pido por favor, diputado Jouannet, de manera especial, que sea específicamente sobre este punto”, le dijo Naveillán en la comisión. “Mire, presidenta, con todo respeto, le voy a decir que tengo el derecho a poder plantearme acá, así que le pido no censurarme por favor”, le respondió el parlamentario.

Para calmar las aguas, intervino el secretario de la comisión asegurando que la presidenta “tiene el derecho de solicitarles a los diputados que no se alejen del punto en el debate”. Sin embargo, la intervención del secretario molestó aún más a Jouannet. “La presidenta todavía no tiene la capacidad de adivinar”.

En medio de estas palabras, el representante de Amarillos fue interrumpido por Naveillán, quien le respondió: “Usted no tiene ninguna facultad para determinar lo que yo estoy preparada o no para hacer. La presidenta de la comisión soy yo y, por lo tanto, de acuerdo al reglamento, les pido a cada uno de los diputados que intervienen, que se ciñan al punto en debate”.

“Usted no puede prejuiciar y el comentario del secretario no me parece, porque yo ni siquiera he hablado y usted empieza a restringir el debate”, continuó Jouannet.

Gloria Naveillán y Andrés Jouannet

Los negociadores

Fuentes de la comisión atribuyen una especial preponderancia para el avance de la ley el rol que han adquirido los asesores de los parlamentarios y de Interior. De hecho, en la última sesión, a modo de broma, Naveillán se dirigió al asesor de los diputados RN, Pablo Celedón, “en su calidad de experto, miembro de esta comisión y casi con voto”.

La contraparte, aseguran fuentes consultadas, es Rafael Collado, asesor legislativo del Ministerio del Interior, con quien la derecha ha tenido un especial entendimiento a lo largo del proceso de formación de la ley. Sin embargo, fuentes de esa cartera, aseguran que es la titular del ramo, Carolina Tohá, la que ha llevado adelante las negociaciones.

Las representantes del oficialismo que han tomado protagonismo en la discusión son Lorena Fríes (FA) y Alejandra Placencia (PC), quienes en artículos clave del proyecto se han resignado al ver cómo son minoría en las votaciones.

Seguridad Ciudadana Cámara de Diputados
Al centro, Rafael Collado y Pablo Celedón. Fotografía: Cámara de Diputados

Los tiempos que se manejan

Tanto desde la oposición como del gobierno manejan el mismo calendario para despachar la iniciativa de la comisión.

Consultada por este medio, Naveillán aseguró que “lo que queda para adelante no son nudos propiamente tal, por lo tanto, debieran ser fáciles de destrabar, con cuatro o cinco sesiones más estamos listos. Esa es mi meta y voy a hacer todo lo que esté en mis manos por lograrlo”.

Fuentes de Interior, por su parte, aseguran que a la comisión de Seguridad le restan tres o cuatro sesiones más para despachar el proyecto a la sala de la Cámara.

Así, desde ambas partes coinciden en que septiembre debería ser el mes que la comisión despache la iniciativa. De hecho, para acelerar el tranco, desde Interior aseguran que el proyecto tendrá discusión inmediata -en vez de suma urgencia-, para que la comisión pueda sesionar en paralelo a la sala de la Cámara. La urgencia, agregan las mismas fuentes, será modificada después de la semana distrital, es decir, dentro de la próxima semana.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.