¿Qué beneficios obtienen Rusia y Corea del Norte con un acuerdo armamentístico?

Recientemente, funcionarios estadounidenses alertaron que Kim Jong Un tiene considerado visitar Rusia, con el objetivo de hablar con el mandatario Vladimir Putin sobre un eventual suministro de armas desde Corea del Norte hacia su país.

Aquello despertó las alarmas a nivel internacional, debido a que la posible transacción de municiones y bombas de artillería podría traducirse en ataques más intensos en el territorio de Ucrania.

De la misma manera, los informes aseguran que Pyongyang no solo podría solicitar dinero a cambio, sino que también un mayor apoyo militar del Kremlin.

Este último factor es una pieza clave para Norcorea, lo que a su vez preocupa a Corea del Sur, el principal aliado de Estados Unidos en la región.

A inicios de esta semana, el servicio de inteligencia de Corea del Sur afirmó que el ministerio de defensa ruso, Sergei Shoigu, sugirió que sus soldados hicieran ejercicios navales junto a los uniformados chinos y los bajo el mando de Kim Jong Un.

Previamente, Estados Unidos ha tenido los suyos con sus aliados coreanos y japoneses, lo que ha desencadenado críticas del líder norcoreano.

Estas advertencias se dan cerca de un mes después de que Shoigu visitara Corea del Norte a finales de julio, instancia en la que Kim Jong Un le mostró su arsenal de misiles nucleares y drones militares, en el marco de una conmemoración nacional que celebró su país.

Junto con ello, los informes actuales generan preocupación porque, eventualmente, la nación asiática podría pedir armas a Rusia en un futuro, además de tecnología avanzada y conocimientos armamentísticos.

Tales factores les ayudarían a potenciar el desarrollo de satélites para espionaje y submarinos de propulsión nuclear.

Sin embargo, según informaciones rescatadas por la BBC, las autoridades surcoreanas ven “poco probable” que sus relaciones lleguen a ese punto, debido a las implicancias estratégicas que le significarían al Kremlin.

No obstante, el investigador del Instituto Asiático para Estudios de Política Pública, Yang Uk, explicó al citado medio que “si Rusia paga en petróleo y comida, puede reavivar la economía de Corea del Norte, lo que podría a cambio fortalecer el programa de armas del país”.

“Es un ingreso extra que van a tener y que antes no tenían”, añadió el experto.

Bajo esta línea, sentenció: “Llevamos 15 años tratando de montar una estructura de sanciones en contra de Corea del Norte, para que frene el desarrollo y el intercambio de armas de destrucción masiva. Y ahora Rusia, un miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, podría ser el causante de que todo este sistema colapse”.

El asesor de seguridad nacional estadounidense, Jake Sullivan, manifestó en un punto de prensa en la Casa Blanca que el eventual suministro de armas al Kremlin hará que Pyongyang “pague un precio en la comunidad internacional”.

Por su parte, desde Rusia respondieron que no tenían “nada que decir”.

Los últimos viajes al exterior de Kim Jong Un fueron en 2019, cuando se juntó en febrero con el entonces presidente Donald Trump en Hanoi (Vietnam) y cuando se reunió en abril con Putin en Vladivostok, en el extremo oriental de Rusia.